El coordinador de la Alianza Cívica, Carlos Tünnermann Bernheim, informó este viernes que suspendieron la reunión en la que estaban debatiendo su futuro en la Coalición Nacional, para enfocar su atención en el asedio al Movimiento María Elena Cuadra y su administradora Sandra Ramos.
Tunnerman no especificó cuando podrían estar retomando la discusión para decidir si la Alianza Cívica seguirá en la Coalición Nacional, pero otras fuentes mencionaron que podría ser el próximo lunes, cuando nuevamente haya reunión plenaria. Son 22 miembros propietarios en el pleno de la Alianza, quienes tienen que tomar esta decisión con al menos dos tercios de los votos.
“Tan pronto como tuvimos conocimiento de lo que estaba pasando con el Movimiento María Elena Cuadra suspendimos la reunión. Decidimos que la atención nuestra tenía que ser precisamente en defensa de este organismo y en defensa de Sandra Ramos”, dijo Tünnermann vía telefónica.
En nombre de la Alianza Cívica, Tünnermann condenó el asedio de la Policía a la sede de ese Movimiento y a las integrantes y trabajadoras.
“El Movimiento María Elena Cuadra goza de gran prestigio nacional e internacional. Es un organismo que tiene muchos años de trabajar en defensa de los derechos laborales de las mujeres trabajadoras, de manera particular de las mujeres que trabajan en la maquila. Cualquier medida que se tome contra este organismo, afecta realmente al organismo más importante defensor de las mujeres”, dijo el coordinador de la Alianza Cívica.
Al mismo tiempo que se daba el asedio al Movimiento María Elena Cuadra, miembros juveniles y locales de la Alianza Cívica también se encontraban bajo sitio policial este viernes, lo que advierte otro fin de semana de represión como cada vez es más habitual.
Buenos días! ☀️ Abrí la puerta y no sé si estos son policías o Paparazzis 🤷🏽♂️ ¿Cuál es la locurita? ¿Cuál es el miedo? Seguimos! ✊🏼🇳🇮 pic.twitter.com/MK96S2L4Cj
— Max Jerez (@MaxJerezM) September 25, 2020
En Managua, las casas donde habitan integrantes del sector juvenil de la Alianza Cívica, Max Jerez Meza, Dolly Mora Ubago, Lesther Alemán Alfaro, Miguel Flores Matus, Yunova Acosta Vargas e Itza Libertad Borges se encuentras sitiadas por agentes de la Policía Orteguista (PO), y en la ciudad de Boaco, la presidenta departamental de la Alianza también está asediada por patrullas policiales, reportó la organización. En Matagalpa, igual ocurre en la casa de Noel Valdez Rodríguez, comandante Brack, integrante de la Alianza Cívica y presidente de la junta directiva de Matagalpa.
También permaneció sitiada la casa de Martha Alvarado, del equipo de trabajo de la directiva del distrito VII de Managua. Dos patrullas con 8 policías armados con AK y armas de reglamento se estacionan frente a su casa, ponen conos, toman fotografías a las personas quienes entran y quien salen, reportó la organización.
Este año se ha intensificado el asedio policial selectivo, principalmente los fines de semana. Las casas de líderes locales, excarcelados, jóvenes opositores son los sitios más acechados tanto por la PO como por civiles motorizados y armados, afines al régimen de Ortega. Este es el escenario que vive el país desde 2018, cuando comenzó la brutal represión armada contra los opositores, que aplastó las protestas civiles en las calles.
El reto de la unidad en medio de la represión
En medio de la represión del régimen orteguista, las organizaciones opositoras se encuentran en un proceso de unidad en la Coalición Nacional, para formar un frente común contra la dictadura. Sin embargo, este espacio se ha visto empañado por conflictos y diferencias entre sus miembros, entre estos la Alianza Cívica.
Desde el lunes pasado, la Alianza Cívica está valorando su permanencia o no en la Coalición Nacional, después de meses de conocerse sus diferencias con las posturas de otras organizaciones, entre estas la no inclusión de los sectores juveniles como espacios independientes en la Coalición.
Tünnermann dijo que retomarán el tema de su participación en la Coalición en otra ocasión y por el momento esa discusión queda congelada.
La Alianza Cívica se originó en mayo de 2018, con la unión de los sectores opositores que participaron en el diálogo nacional con el régimen de Daniel Ortega, con el fin de buscar una salida a la crisis tras la represión contra las protestas civiles.