Familiares de presos políticos y del Movimiento Campesino suspendieron la caminata que harían este 7 de octubre en demanda de que sean liberados los más de cien presos políticos que tiene el régimen, debido a que la Policía Orteguista (PO) desplegó patrullas y antimotines en la zona de Altamira, en Managua, donde realizarían la actividad.
Freddy Navas, líder del Movimiento Campesino, explicó que el asedio policial incrementó debido a que en las casas de varios de los familiares de reos políticos amanecieron este miércoles rodeadas de policías para impedir que salieran. Navas y otros dirigentes campesinos también sufren el acoso permanente de la PO, ya que a las afueras de sus viviendas se han colocado entre dos y tres camionetas con antimotines.
Se planificó una caminata sobre la calle principal de Altamira hasta la rotonda de Cristo Rey, la que se harían entre 20 a 25 personas. No habrían consignas pero sí portarían pancartas exigiendo a la dictadura liberar a los presos políticos.
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Navas dijo que prefirieron suspender, “por el momento” la caminata ante la grave amenaza que representaba para la seguridad de las personas que participaría, el fuerte despliegue de policías en la ciudad.
“Ante el fuerte asedio decidimos no hacer la caminata, sobre todo porque a los familiares de los presos políticos no los dejaban salir de sus casas, y a otros los amenazaron con detenerlos cuando estaban en la parada de bus del mercado de Masaya, de donde venía la mayoría”, refirió Navas, excarcelado político.
La PO mantiene dos patrullas con policías afuera de la casa del dirigente campesino, siendo mayor el asedio los días viernes, sábado y domingo. “Hoy, no sé como se enteraron que teníamos la caminata, pero desde las 5:00 de la mañana están aquí vigilándome”, denunció Navas.
“Sabemos que no será fácil, pero no podemos olvidarnos de nuestros presos políticos, la prioridad de esta lucha cívica es sacarlos de la cárcel, por eso tenemos que encontrar la forma de seguir luchando todos los nicaragüenses hasta conseguir que los abusos acaben”, dijo el dirigente campesino.
Entre las viviendas asediadas está la de Karen Lacayo, presidenta de la Asociación de Familiares de Presos Políticos de Nicaragua, y quien es hermana del protestante detenido Edward Lacayo Rodríguez conocido como “la Loba”. Una patrulla con al menos cinco antimotines se colocaron en la esquina opuesta de la casa de Lacayo desde donde se vigila a las personas que salen o entran.
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Desde el estallido de las protestas sociales en abril del 2018, la dictadura orteguista instauró un estado policial de facto, prohibiendo las manifestaciones pacíficas, encarcelando y juzgando a los protestantes y cometiendo otra serie de violaciones a los derechos humanos. Organismos internacionales, como Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han denunciado que en Nicaragua se cometieron delitos de lesa humanidad siendo responsabilizado el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.