Al pueblo de Nicaragua
y los medios de comunicación:
El equipo de Redacción del diario La Prensa rechaza y condena cualquier intento por desestabilizar económica y financieramente a este medio de comunicación, que en los últimos tres años ha sobrevivido a la asfixia económica orquestada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde el 2007.
Durante estos momentos difíciles la Redacción se ha esforzado por mantener vivo el legado del mártir de las libertades públicas, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal con el pueblo nicaragüense, sin embargo, este compromiso está siendo nuevamente amenazado con la demanda millonaria que el exgerente general Hugo Holmann Chamorro interpuso contra esta empresa aduciendo supuestas violaciones a sus derechos humanos y laborales.
La exigencia monetaria de Holmann Chamorro pone en riesgo la sostenibilidad de La Prensa y por ende el sustento económico de decenas de familias, pero sobre todo la posibilidad de que sigamos informando y denunciando las arbitrariedades de la dictadura contra el pueblo nicaragüense.
En su demanda Holmann basa su queja en supuestas violaciones laborales y derechos humanos, muchas de las cuales también cometió contra periodistas, fotógrafos, editores y todo el personal que integra este equipo.
Durante su gestión Holmann maltrató verbal y psicológicamente al personal de Redacción, al punto que su sola presencia en las oficinas generaba temor y tensaba el ambiente laboral.
Holmann también arrebató gradualmente TODOS los beneficios que por años esta empresa dio a sus trabajadores, como regalías de fin de año, atención médica, gastos en medicinas, canastas básicas, redujo a cero la repartición de utilidades entre los colaboradores.
Pero además Holmann quitó de los nuevos contratos laborales el pago horas extras fijas, pese a que exigía al personal trabajar más de 8 horas aduciendo que afuera había gente sin empleo dispuesta a cobrar menos por hacer nuestro trabajo.
Holmann humillaba a los editores y periodistas haciéndoles cuestionamientos sobre información que a él le parecía como publicidad e interrogaba cuánto le habían pagado al periodista por esa publicación.
El exgerente general de La Prensa también exigía ahorros financieros a costa de recortar personal y mantener congelados los salarios de los profesionales, principalmente los periodistas y fotógrafos lo que ocasionó profundos rezagos salariales.
Las medidas severas de austeridad de Holmann eran tales que en Redacción hasta el papel higiénico escaseaba y se hacían malabares para que el azúcar y el café no se agotaran antes de finalizar el mes.
Holmann condenó a la Redacción a un ambiente de precariedad, al punto que en época de invierno los equipos periodísticos se mojaban porque la lluvia se filtraba por el techo por falta de inversión en las oficinas donde por años funcionó Redacción. Eran cascadas las que caían en las instalaciones centrales durante el invierno.
Exigía resultados de más ingresos sin crear condiciones y sin motivar al personal periodístico, que trataba con gritos y agresiones verbales.
Y finalmente impuso una política de cero recontratación si renunciabas a La Prensa, con tal de no pagar dos veces indemnizaciones a un mismo periodista.
Es por esa y otras razones que rechazamos este intento por quebrar La Prensa y expresamos nuestro respaldo a la junta directiva en esta lucha que sabemos es desigual y que la dictadura sabrá sacar provecho por intenciones mezquinas y perversas de una persona.
Atentamente,
Equipo de Redacción de La Prensa