14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
aeropuerto

Estudios de fabricantes de aviones señalan que el riesgo de contagiarse de Covid-19 dentro de la aeronave es mínimo. LAPRENSA/EFE ARCHIVO

¿Por qué es más fácil contagiarse de Covid-19 en una oficina que en un avión?

Estudios de fabricantes de aviones señalan que el riesgo de contagiarse de Covid-19 dentro de la aeronave es mínimo. Estiman que apenas se registra un caso por cada 27 millones de viajeros

Las posibilidades de contraer el SARS-CoV-2 a bordo de un avión son pocas o dicho de forma estadística, es de un caso por cada 27 millones de pasajeros, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), con base a un registro actualizado sobre el número de contagios por Covid-19 a bordo que demuestra la escasa incidencia de transmisión del coronavirus durante el vuelo.

El comunicado publicado a inicios de octubre explica que desde principios de 2020 se han registrado 44 casos por Covid-19 asociados a un viaje en avión, entre casos confirmados, probables y potenciales. En ese mismo periodo han volado unos 1,200 millones de pasajeros. Por ende, concluye que “el riesgo de que un pasajero se contagie de Covid-19 a bordo parece muy bajo. Los 44 casos potenciales asociados a un viaje en avión entre unos 1,200 millones de pasajeros representan tan solo un caso por cada 27 millones de viajeros”, explica la IATA.

Aclaran que son conscientes que los datos pueden estar subestimados, y señalan que incluso si hubiese un 90 por ciento de casos no notificados, “seguiría siendo un caso cada 2,7 millones de viajeros. En ambos casos, las cifras son extremadamente tranquilizadoras. Además, la mayoría de los casos notificados ocurrieron antes de imponer el uso de mascarilla a bordo”, dijo David Powell, asesor médico de IATA.

Estos datos toman más fuerza ahora que los países ya han avanzado en la apertura de sus aeropuertos internacionales, bajo estrictas medidas de bioseguridad, a través de las cuales buscan reducir la propagación de la pandemia, con la que se debe aprender a convivir. Por ahora, las aerolíneas están volando con frecuencias reducidas a varios destinos del mundo, incluido Centroamérica. De la región, Nicaragua es el único país que solo recibe vuelos comerciales de una aerolínea, ya que mantiene disputas con las otras por requerimientos de ingreso al territorio que estas ya han expresado, les son incumplibles.

¿A qué se debe el bajo número de contagios en un espacio tan cerrado?

El IATA señala que el aire se recicla entre 20 y 30 veces por hora en la mayoría de los aviones, frente a las dos o tres veces por hora que ocurre en oficinas o las 10 o 15 veces por hora en escuelas. Además del uso de filtros HEPA, que atrapan bacterias y virus con una eficacia del 99.9 por ciento, lo que asegura que el sistema de ventilación de cabina no sea un “coladero” de microbios.

Lea además: ¿Ha dejado de usar su mascarilla? Cuidado con las gotículas. Los especialistas explican por qué esto es un grave error

La Asociación indica que Airbus, Boeing y Embraer, fabricantes de aviones, han realizado una publicación conjunta sobre los resultados de investigaciones basadas en dinámica de fluidos computacional (CFD, por sus siglas en inglés) en sus aviones que explican la razones del bajo número de contagios.

La simulación detallada confirma que los sistemas de ventilación de los aviones controlan el movimiento de partículas en la cabina, lo que limita la propagación de los virus. La investigación de cada fabricante por separado arrojó resultados similares: los sistemas de ventilación de los aviones, los filtros de alta eficiencia (HEPA, por sus siglas en inglés), el respaldo del asiento como barrera natural, la circulación del aire de arriba abajo y la elevada tasa de renovación del aire reducen el riesgo de transmisión de enfermedades a bordo en un escenario normal.

A esos factores se suma el uso obligatorio de mascarilla, que añade un nivel adicional y significativo de protección, por lo que, a pesar del factor de proximidad en cabina, el riesgo de contagio es menor con respecto a otros espacios interiores, asegura la entidad internacional.

“Aunque no podemos establecer una cifra exacta de los casos de contagio asociados a un vuelo, los datos de IATA provenientes de aerolíneas y autoridades sanitarias, en combinación con una revisión exhaustiva de la literatura disponible, no indican que la transmisión a bordo sea algo común o generalizado”, se lee en el comunicado.

Desde que el mundo conoció el Covid-19 mucho se ha investigado al respecto, incluyendo sus formas de transmisión, como los aerosoles, que son finas partículas que pueden ser liberadas al hablar o respirar por personas infectadas asintomáticas, e implican mayor riesgo en lugares cerrados.

Lea también: Las pruebas de Covid-19 y el negocio del régimen orteguista

Resultados de investigaciones de fabricantes

Airbus simuló con precisión las condiciones del aire en la cabina de un A320 para estudiar la propagación de las gotas expulsadas al toser. Se calcularon parámetros como la velocidad del aire, la dirección y la temperatura en 50 millones de puntos en cabina y hasta 1,000 veces por segundo.

Luego, Airbus utilizó las mismas herramientas para simular un entorno distinto al de la cabina de un avión, en el que varios individuos mantenían una distancia de 1.8 metros. El resultado mostró una menor exposición al contagio de los individuos sentados uno al lado del otro dentro de un avión que de pie a una distancia de 1.8 metros en un ambiente similar a una oficina o una sala de clases.

“Después de llevar a cabo múltiples simulaciones en las que se ha tenido en cuenta hasta el último detalle y en las que se han aplicado los métodos científicos más rigurosos, los datos concluyen que la cabina de un avión ofrece un ambiente mucho más seguro que cualquier espacio interior público”, dijo Bruno Fargeon, ingeniero de Airbus y responsable de la iniciativa Keep Trust in Air Travel, de Airbus. “El modo en que el aire circula se filtra y se renueva en los aviones crea una atmósfera exclusiva en la que estar sentado uno al lado del otro es tan seguro como estar de pie a una distancia de 1.8 metros”.

Por su parte, los investigadores de Boeing rastrearon el movimiento de las partículas en la cabina al toser y al respirar. Tomaron en cuenta el pasajero que tose con y sin mascarilla; el pasajero que tose en diferentes ubicaciones, incluido el asiento central; y las posibles variaciones de la salida de aire frío individual (denominada Gasper), encendido y apagado.

“Las simulaciones midieron el número de partículas expulsadas al toser que invadieron el espacio de aire del resto de pasajeros”, explicó Dan Freeman, ingeniero jefe de la iniciativa de Boeing, Confident Travel. “Posteriormente comparamos un escenario similar en ambientes como una sala de reuniones. Según el recuento de partículas en el aire, sentarse uno al lado del otro en un avión equivale a estar a más de dos metros de distancia en un edificio típico”, expresó.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí