La pandemia del Covid-19 transformó la manera de hacer negocios en el mundo entero y muchas de esas estrategias seguirán aunque todo regrese a la normalidad revela el estudio “Transformar” elaborado por Deloitte y AmCham, que recopiló información de al menos 80 empresas de Centroamérica y República Dominicana.
Estas empresas que compartieron sus experiencias de adaptación frente a la crisis producida por la pandemia planean brindar nuevas herramientas y capacitación a sus colaboradores para que sus organizaciones logren transformarse y estén mejor preparadas para apostar a la recuperación.
En Nicaragua muchas empresas han optado por una reingeniería para adaptarse a este nuevo contexto, sin embargo hay varios retos por delante, asegura Marco Pierson, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin).
“Evidentemente la pandemia nos obligó hacer cambios que eran necesarios, pero además impuso nuevas formas de trabajar que antes no se habían logrado implementar como el teletrabajo”, dijo Pierson.
Sofía Calderón, líder de Capital Humano de Deloitte para Latinoamérica expresó que esos cambios obligatorios que hubo en las empresas debido a la pandemia también suponen nuevos retos.
“A medida que las empresas transforman su giro de negocio y modelo de servicio, también gestan cambios internos que deben ir acompañados una nueva arquitectura organizacional, roles ampliados y estratégicos y mayor agilidad. La reconversión profesional ya era una asignatura pendiente antes del Covid, hoy es gran urgencia para dotar de seguridad a nuestros colaboradores y asegurar su empleabilidad”, dijo Calderón.
El estudio que se basa en la encuesta a las empresas detalla que el 38 por ciento de las organizaciones ha percibido un impacto financiero alto producto de la pandemia, de esa realidad no se escapa Nicaragua.
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Asimismo un 48 por ciento de estas empresa redujo su jornada laboral entre un 10 – 30 por ciento y un 11 por ciento la redujo en más de un 30 por ciento.
Sin embargo se estima que el 75 por ciento ha logrado construir una ruta o meta común para superar la crisis y avanzar con resiliencia, manteniendo la energía o motivación de la fuerza laboral.
Evolución del teletrabajo
Por otra parte el estudio indica que antes de Covid-19, el 57 por ciento de las organizaciones no habían implementado el teletrabajo, pero ya durante el Covid-19, el 76 por ciento de las organizaciones refiere tener entre un 50-100 de su fuerza laboral en esa modalidad de trabajo.
Pero además el 59 por ciento de los empleados de estas empresas pretender mantener el teletrabajo, aunque solo la mitad de las organizaciones proyecta mantener entre un 25-50 por ciento de su fuerza laboral en esa modalidad.
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Sobre estas tendencias Calderón indicó que sin duda, los esquemas híbridos llegaron para quedarse. “De hecho, los estudios apuntan a que aquellos colaboradores que permanecen en trabajo remoto entre el 60-80 por ciento son los que muestran mayor compromiso y productividad, para rediseñar los nuevos modelos de trabajo hay que indagar en las preferencias de los distintos grupos respecto al teletrabajo y las particularidades y dinámicas familiares de cada colaborador”.