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El epidemiólogo Leonel Argüello es uno de los especialistas que más han alertado sobre los posibles efectos del coronavirus en Nicaragua.

Epidemiólogo Leonel Argüello: “El coronavirus va ganando en Nicaragua”

El país se encamina a una "segunda ola nacional" de contagios, advierte el médico. Pero, además, muchas personas que no se han enfermado de gravedad podrían morir jóvenes debido a las consecuencias crónicas del Covid-19

Nicaragua atraviesa lo que en epidemiología se conoce como “falsa seguridad de control”. Y, como ha sucedido en el resto del mundo, el “comportamiento de relajamiento” sumado al contagio comunitario está creando las condiciones para “una segunda ola nacional que va precedida por olas pequeñas” de Covid-19, advierte el epidemiólogo Leonel Argüello.

A juicio de Argüello, “hay mucha promoción de contagio comunitario a través de actividades festivas y masivas”. Eso ha provocado olas menores de contagio en distintas zonas del país, aunque no se vea reflejado en las estadísticas ni en la demanda de atención médica.

Sucede que en esta etapa las personas mayores se siguen cuidando, pero las jóvenes simplemente han bajado la guardia, haciendo vida normal. Según el especialista, en algún momento, no se puede precisar cuándo, las olas pequeñas van a juntarse. La gente joven va a infectar a la mayor.

“Ahorita tenés más afectación en población joven y en niños, pero se están dando olas de contagios que están produciendo olas de enfermos que no necesariamente llegan a los hospitales y que en un momento dado pueden coincidir y podemos tener una segunda ola, más grande, más pequeña o igual a la anterior”, explica.

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Secuelas

La posibilidad de una segunda ola nacional no es lo único que nos amenaza, dice el doctor Argüello. Se suele pensar solo en los pacientes que se complican y tienen que ser “intubados”, obviando la gravedad de las secuelas del Covid-19.

“Lo que vamos a ver en este país en los próximos años es muertes de gente joven. Y todos van a decir: ‘Qué raro, si estaba bien'”, lamenta el médico.

Para él, “no es ninguna ganga estar enfermo de Covid-19” y “seguir contagiándose es seguir poniendo en riesgo el futuro de este país y el futuro de tu vida”. “Estás comprometiendo a un montón de gente que no va a tener acceso para que le detecten las secuelas a tiempo”, sostiene.

“Esta enfermedad deja secuelas y daños. Hemos visto que en niños se ha encontrado después que su corazoncito se le inflama y esa inflamación le queda de por vida”, señala. “El músculo se pone delgadito y es más peligroso porque ese corazón no va a funcionarle bien”.

Pero además, dice, en el futuro ese niño puede desarrollar un aneurisma a consecuencia del Covid-19. “Las paredes de las arterias coronarias se ponen delgadas y eso se puede romper. ¿Qué sucede? Que cuando ese niño llegue a la adolescencia se puede morir tempranamente o puede desmejorársele su calidad de vida porque su corazón le está funcionando mal. Esta es una niñez que va a vivir con poca calidad de vida y mucho menos que la expectativa de vida en el país”.

El médico advierte que incluso cuando la pandemia esté controlada, el mundo tendrá que prepararse para una nueva enfermedad crónica, que será “el síndrome post Covid”. “La gente va a vivir con un montón de problemas y si no le hacés el diagnóstico temprano, va a ser un problema serio”, subraya.

Según Argüello, en estudios realizados a adultos que han padecido la infección causada por el nuevo coronavirus, se ha encontrado que “el 70 por ciento ha tenido problemas en el corazón independientemente de si fue Covid grave, leve o moderado”.

“No importa. Inclusive puede que hayas sido asintomático. Tres meses después se ha hallado que podés tener inflamación en el corazón, pero además de eso, arritmia. Eso te hace producir coágulos que pueden llegar al cerebro y causarte un accidente cerebrovascular, o al corazón y producirte un infarto”, afirma el epidemiólogo.

En cuanto a las secuelas pulmonares, se puede padecer fibrosis y problemas para respirar. El hígado también puede quedar afectado y lo mismo el cerebro, desarrollando psicosis que dejan al paciente “totalmente fuera de la realidad”.

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 Las proyecciones no se hacen para que las personas tengan miedo, sino para que tomen medidas, dice el médico. “Si te digo ‘esa calle es peligrosa’ es para que no pasés por ahí o pasés protegido”, señala.

Respuesta nacional

La pandemia del coronavirus requiere una “respuesta nacional” que a juicio de Argüello todavía no se ha logrado. Para él es necesario que el Gobierno y todos los sectores de la sociedad civil se sienten y tomen decisiones en función de eso.

“Tenemos suficiente información de que está enfermedad tiene una alta letalidad, que ha matado mucho más de lo que pensamos, casi el triple de lo que dice el Observatorio (Observatorio Ciudadano Covid-19”, apunta. “Tenemos que ver hacia adelante. No se puede seguir jugando con esta enfermedad. Es un peligro muy serio relajar las medidas de prevención, ahora es cuando más deberíamos implementarlas”.

Con solo tomar cinco medidas de prevención se puede reducir altamente el peligro de contagio, dice el epidemiólogo:

1. Mantener la distancia de dos metros entre persona y persona.
2. No tocarse ni los ojos ni la boca ni la nariz, porque son las puertas de entrada del virus.
3. Lavarse las manos con agua y jabón, con frecuencia y al menos por 40 segundos, “porque siempre estará contaminada cualquier superficie que toqués”.
4. Siempre usar mascarilla al salir de casa. Si es de tela, que tenga tres capas.
5. Usar también careta plástica. Aunque el plástico sea delgado, no deja pasar al virus.

Por el momento, el médico solo se aflige. Mira los lugares abarrotados y piensa “desgraciadamente se van a pagar las consecuencias”.

“Es como cuando ves bebiendo a alguien que va a manejar, ya sabés que se puede accidentar”, apunta. “Si me preguntás quién va ganando, ahorita va ganando el virus. Hasta que comience a morir más gente vamos a decir ‘y si hubiera hecho caso…'”.

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