14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Managua, Nicaragua 10/09/09 Elclub de jubilados en las oficinas del INSS central . Adolfo Montano/Diario HOY

Miles dejan de pagar el seguro facultativo al INSS, mientras entidad se acerca a récord en número de pensionados

Los especialistas explican por qué los nicaragüenses han optado por dejar de pagar el seguro facultativo y las consecuencias de esto en momentos que el INSS se encamina a un número récord en sus obligaciones con pensionados. Estas son las cifras.

Contenido Exclusivo CONTENIDO EXCLUSIVO.

Mientras en el horizonte se vislumbra una mayor presión financiera en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) —que está a punto de alcanzar el récord de 300 mil pensionados—, miles de nicaragüenses con seguro facultativo han salido de la base de contribuyentes de la institución, pérdida que se agudizó tras la reforma aplicada en el 2019.

Según datos recogidos en el Presupuesto General de la República del 2021, el INSS espera terminar este año con apenas 38,214 seguros facultativos activos, un desplome descomunal si se compara con los 162,685 que estaban registrados hasta el 2017.

Entre el 2015 y el 2017, en medio de fuertes presiones financieras en el INSS, la entidad había mostrado una clara apuesta por aumentar la cobertura de este tipo de seguro, principalmente entre personas que trabajan por cuenta propia. Para ello impulsó, inclusive, visitas casa por casa para ofrecer el servicio y amplió puntos de atención en el país.

Tal había sido la apuesta del INSS que en el 2017 logró cerrar con 162,685 seguros facultativos activos, una base altísima si se compara con el 2014, cuando había 39,805. “Esta tendencia es resultado de la gestión que ha estado realizando la Institución en la captación de trabajadores por cuenta propia, así como la apertura de nuevas delegaciones y oficinas en los diferentes municipios para atender a los trabajadores con mayor eficiencia y agilizar los procesos tanto en la captación como en la atención a los trabajadores”, resaltó la institución en su anuario ese año.

Lea además: Régimen de Ortega revela otro desastre financiero en el INSS en 2020 y 2021

Poco tiempo le duró al INSS ese aparente logro. Desde el 2018, tras el estallido de la crisis sociopolítica en abril, precisamente a raíz de una reforma paramétrica a la entidad, la base de contribuyentes de seguros facultativos se vino abajo al punto que para el 2021 se espera una leve recuperación, pero su nivel será similar al del 2014.

El desplome se profundizó en el 2019, el año en que el Gobierno encareció el acceso a este tipo de seguro, lo que ocasionó que se diera otra desbandada de asegurados.

Para un economista que prefiere no ser citado, estaba claro que con la reforma del 2019 muchos de estos contribuyentes iban a desistir, porque recuerda que estos, comparados con los que están en el régimen obligatorio, devengan salarios más bajos y además la carga del Seguro recae por completo en ellos.

“Existe una diferencia fundamental entre los afiliados al facultativo y al obligatorio. En el obligatorio, la mayor parte de la tasa de contribución recae sobre los empleadores, y la menor sobre los trabajadores. En el facultativo, que en general cubre a los afiliados de menores ingresos, toda la contribución recae sobre el propio trabajador independiente”, afirmó el economista.

Y agregó: “La reforma de 2019 unificó las tasas de contribución de IVM (Invalidez, Vejez y Muerte) y E-M (Enfermedad y Maternidad) para ambos, y en esas condiciones era muy difícil para los del facultativo soportar ese incremento tan fuerte en la tasa de contribución”. La tasa de cotización del seguro facultativo integral pasó de 18.25 a 22.25 por ciento; y el de solo para cotizar semanas, el Gobierno la elevó de 10 a 14 por ciento.

Esto explicaría entonces por qué la base de afiliados en el régimen obligatorio, si bien se ha reducido, no ha sido al mismo ritmo que el facultativo. En el 2017 había 751,511 cotizantes de este tipo, pero para el 2020 se espera un cierre con 579,323, con lo que acumularía una caída del 23 por ciento.

Róger Murillo, exgerente de la Superintendencia de Pensiones, teme que este deterioro se mantenga en el tiempo, tomando en cuenta que la economía no logra reaccionar a tres años de recesión.

“El seguro facultativo está diseñado para aquellas personas que son trabajadoras y de repente quedan desempleadas, el facultativo lo que hace es darles aseguramiento mientras ellas encuentran trabajo, no es para siempre”, afirmó.

Para Murillo, detrás del aumento en este tipo de cotización realmente lo que hubo fue una clara intención de la gente de buscar la pensión reducida. “Como el gobierno comenzó a ofrecer pensiones reducidas, la gente para completar las 250 semanas se metió a este seguro y una vez que completaron las semanas se salen. Pero en este contexto es difícil mantener ese régimen. Por ejemplo, yo tengo un vecino que era busero, antes lo pagaba, pero ahora ya no, porque la gente está mal económicamente”, explicó Murillo.

Lea además: Hacienda revela pérdida masiva de afiliados al INSS en tres meses por impacto de pandemia. Analistas prevén mayor deterioro

Si hay una estrepitosa caída en cotizantes ¿por qué los ingresos no caen fuerte? El economista, que prefiere no ser citado, explica que lo positivo de todo esto es que al reducirse drásticamente la base de contribuyentes con salarios bajos —como es el caso del facultativo— y no así el del régimen integral obligatorio, entonces eso evitó que al final los ingresos del INSS caigan mucho menos comparado con la tasa de reducción en el número de afiliados. Es decir, si la reducción fuerte que se dio en el régimen del seguro facultativo hubiese ocurrido en el régimen obligatorio, el impacto en los ingresos del INSS fuera mayor a lo pronosticado.

Al respecto, indica que realmente el déficit de la entidad, que apunta a niveles inmanejables, se debe principalmente a aumento en gastos por prestaciones de servicios y pensiones de la entidad y, la segunda razón, por la reducción en cotizantes.

“Al reducirse el peso de los afiliados de menores ingresos y aumentar el de mayores salarios relativos, se incrementó el salario promedio de los afiliados activos. Por esta razón, además, la nómina salarial de los afiliados activos se redujo en menor proporción que el número de afiliados activos”, explicó.

INSS se encamina a récord de pensionados

Esa fuga masiva de cotizantes ocurre en momentos cuando el INSS espera el próximo año sobrepasar por primera vez en décadas los 300 mil pensionados. Esto supone una mayor presión en los gastos por atención médica y pensión para el instituto, y por lo tanto, mayor necesidad de recursos.

A criterio de José Dolores Gómez, especialista en temas de Seguridad Social, el INSS viene en decadencia desde el 2018, cuando se redujo drásticamente el número de asegurados.

“En el 2018, el índice de asegurados cotizantes con relación a la Población Económicamente Activa (PEA) descendió al 21.7 por ciento en comparación con el año 2009. Hasta ese año habíamos retrocedido una década, para entonces la relación entre el número de pensionados y el número de asegurados era de 2.7 veces. Es decir, menos de tres cotizantes por cada pensionado, lo que resulta sumamente reducido a los niveles aceptables. A esta altura con los números que presenta el Banco Central, la reducción es más fuerte”, dijo Gómez.

Al respecto, Murillo explica que el crecimiento de los pensionados y la reducción de los afiliados está creando un desorden estructural en las finanzas del INSS.

“La situación es crítica, si dividís el número de cotizantes, que ahorita anda en los 617,537 entre los 299,933 pensionados, eso indica que se tiene dos asegurados cotizando por cada pensionado, eso es gravísimo, lo mínimo que debería de ser es cinco o seis asegurados por cada pensionado para estar solventes”, dijo Murillo.

No obstante, si se compara con la proyección del 2021, donde se estima tener 640,714 asegurados y 322,266 pensionados, se tendría menos de dos (1.9) personas cotizando por cada pensionado.

Lea además: Las reformas tributarias y a la Seguridad Social: un ejemplo de la política de distracción de Daniel Ortega

Según el desglose que se presenta en el presupuesto del INSS, de los 322,226 pensionados el próximo año (22,333 más que en el 2020), 216,601 corresponden a pensiones ordinarias y 74,834 a pensiones reducidas, el resto es para víctimas de guerra y especiales.

Luego de meses de mantener oculta la situación financiera del INSS, el proyecto de Presupuesto General de la República 2021 revela también que el régimen espera que el próximo año el instituto termine con un déficit global por 8,050 millones de córdobas (equivalentes a unos 229.1 millones de dólares), una estimación que solo se había hecho antes de la reforma a la seguridad social que se aplicó el año pasado para supuestamente evitar la debacle de la institución.

Las perspectivas en el 2020 son tan negativas como para 2021. Este año el INSS cerrará con un hueco financiero de 6,219 millones de córdobas (unos 182.3 millones de dólares), 119 por ciento superior al déficit registrado en el 2019.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí