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Iota y Eta sorprendieron a las actividades económicas en fase de recuperación, según cifras del BCN

El Banco Central, que ha retomado sus publicaciones periódicas de los indicadores económicos en su sitio web, indica que inclusive el índice solo en septiembre creció 0.6 por ciento con relación a igual mes del 2019, la que resulta ser la primera tasa positiva después de seis meses de reducción desde febrero de este año.

Antes del paso de los huracanes de Iota y Eta por Nicaragua, la economía estaba dando señales de recuperación. El Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) hasta septiembre cayó 2.8 por ciento, una reducción más suave si se compara con agosto 3.8 por ciento y mejor que en los meses posteriores a marzo, cuando la pandemia llegó a Nicaragua.

El Banco Central, que ha retomado sus publicaciones periódicas de los indicadores económicos en su sitio web, indica que inclusive el índice solo en septiembre creció 0.6 por ciento con relación a igual mes del 2019, la que resulta ser la primera tasa positiva después de seis meses de reducción desde febrero de este año.

Solo en septiembre se puede observar un mayor dinamismo en el sector de agricultura, pecuario, pesca, industria manufacturera, comercio y construcción, mientras que siguen en negativo los hoteles y restaurantes, energía y agua, intermediación financiera y explotación de minas y canteras.

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A criterio del economista Luis Murillo los números del Banco Central indican que había una leve recuperación en el corto plazo, antes que el país sintiera el impacto de los huracanes Eta y Iota, que posiblemente tengan un impacto negativo en las proyecciones ya hechas por el Gobierno, que esperaba una caída de 4.5 por ciento.

“Sin embargo ahorita ya se perdió un poco más del 6 por ciento del Producto Interno Bruto,  producto de los dos huracanes y posiblemente la leve recuperación ya se perdió. De hecho ya estamos viendo el deterioro con el aumento de la canasta básica”, dijo Murillo.

Recientemente el gobierno informó que  los daños que ocasionaron los huracanes Eta e Iota en el territorio nicaragüense ascienden a 742 millones de dólares.

De hecho, la semana pasada Manuel Coronel Jr, asesor del Director Ejecutivo del FMI, dijo que en “el frente de la actividad económica, se esperaba que la agricultura y el comercio continuaran su crecimiento positivo a lo largo del año, sin embargo, el resultado y las secuelas de dos huracanes consecutivos (Eta  e Iota) agravarán el impacto de la pandemia, lo que llevará a las autoridades a revisar a la baja sus última proyección de crecimiento del PIB para este año”.

No obstante, el funcionario destacó que “los colchones que antes se habían reducido, ahora se han recuperado significativamente, ya que las reservas internacionales aumentan en un 23 por ciento desde fines de 2019, y los depósitos bancarios, lenta pero seguramente, están regresando a los niveles de 2018”. Previo resaltó:
“A pesar de las dificultades fiscales, se han producido algunos avances alentadores”, tras conocerse la aprobación de un préstamo por 183.5 millones de dólares al Gobierno de Nicaragua.

La situación por actividad

En ese contexto, según el reporte del BCN, de las 17 actividades económicas que mide el IMAE ocho estaban en crecimiento, aunque aún con tasas bastantes frágiles. En tanto, nueve  se mantenían en el terreno de lo negativo.

Las actividades económicas con caídas drásticas son: hoteles y restaurantes (30.9 por ciento), intermediación financiera y servicios conexos (17.5 por ciento), energía y agua (16.1 por ciento) y transporte y comunicaciones (9.5 por ciento), todo esto hasta septiembre.

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Solo en septiembre “los servicios de hoteles y restaurantes disminuyeron en -46.8 por ciento. Esta actividad se ha visto afectada por el menor número de visitantes provenientes del exterior”, explicó el BCN en su reporte.

En el caso de la caída de la intermediación financiera da a conocer que se dio “como resultado de un comportamiento mixto en sus componentes: disminución en la cartera de crédito y aumentos en los depósitos”.

En el grupo de actividades primarias (las que están estrechamente relacionadas con el  sector agropecuario), el crecimiento de pesca acuicultura, pecuario, agricultura, silvicultura y extracción de madera fue contrarrestado por la disminución de explotación de minas y canteras. Este último cayó en septiembre “como resultado de la menor extracción de oro, arena, piedra cantera, material selecto y toba, principalmente”.

Fue el sector pecuario el que más creció de este grupo con un repunte de 4.6 por ciento, “como resultado de la mayor matanza vacuna, matanza avícola, exportación de ganado en pie, y mayor producción de leche y huevos”.

Sector servicio estancado

En cuanto a las actividades relacionadas al sector servicio, se puede observar que la mayoría siguen en negativo, con excepción del comercio, que pese a la pandemia, entre enero y septiembre acumula un crecimiento de 4.8 por ciento.

Al respecto Murillo sostuvo que se pudo observar después de julio, cuando la curva de contagios de Covid-19 bajó, que el comercio comenzó a activarse lentamente, lo que posiblemente propició ese crecimiento.

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¿Construcción crece?

Por otra parte el informe revela que la actividad de construcción creció 4.8 por ciento en el acumulado enero-septiembre. El Banco Central señala que: “entre los materiales de construcción que más aportaron a este resultado se encuentran: bloques, concreto premezclado, asfalto, adoquines, cemento, piedra triturada, acero y madera”.

Recientemente la presidenta de la Cámara de la Construcción, Leslie Martínez explicó a LA PRENSA que por ahora son los proyectos del sector público los que estarían evitando una mayor contracción de la actividad, pero el problema es que a medida que pasa el tiempo estas inversiones también se están mermando y son las que están siendo financiada por los organismos financieros multilaterales.

“(Las inversiones públicas) ya están en la última fase para el próximo año, que son las del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) , prácticamente y el BCIE (Banco Centroamericano de Integración Económica), eso es lo que nos ha sostenido y en el sector privado es muy poca la inversión, estamos hablando de industrias que tenían planificado hacer una segunda etapa, pero son muy bajas, si las contamos no llegan ni a diez”, dijo Martínez.

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