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Flavio David: "No seamos conformistas y aprendamos de nuestros errores"

La historia de Yasuri Yamileh, la chavala del “chuzo”

De dormir en un colchón en el piso pasó a presentarse en escenarios en Panamá y Colombia. Allá donde fue Yasuri fue Flavio. Vivieron el exilio, la falta de trabajo, el éxito en redes sociales y el retorno a Nicaragua sin esperar lo que se vino

El comediante Flavio García regresó del exilio por temor a que la pandemia del Covid-19 le arrebatara a su madre o algún familiar. Reconoce que su familia tenía temor de que el régimen de Ortega tomara represalias contra él, por sus videos en donde ridiculizaba a los dictadores y también a algunas personas ligadas al Frente Sandinista. Pero Flavio no regresó solo, se vino con su personaje más irreverente y reconocido en redes sociales.

Yasuri Yamileth Galeano Blandón tiene 23 años. Llegó hasta sexto grado de primaria en el Colegio Gaspar García Laviana, bien jovencita se metió con “el Kevin” y salió embarazada. Él la abandonó y ahora es madre soltera. Pero este, que es el personaje principal de Flavio, tiene más historia y la ha ido contando de a poco en los diferentes videos que ha subido a redes sociales.

Para mayo de 2018, Yasuri era miembro de la Juventud Sandinista (JS) y hasta fue parte de los saqueos que se produjeron en abril de 2018.

“Ahí en Linda Vista me peiné este televisor que lo estrené viendo el famoso diálogo nacional”, dice Yasuri señalando el aparato.

Flavio García, comediante nicaragüense. LAPRENSA/Óscar Navarrete
Flavio García, comediante nicaragüense. LAPRENSA/Óscar Navarrete

Es alta, tiene una larga cabellera negra, le encanta usar blusas escotadas, tacones altos, abundante maquillaje, faldas chingas y “tapinear” con sus amigos. Entre sus accesorios no puede faltar el cuchillo de cocina o, como ella misma lo llama, “el chuzo” que camina en su bolso “para que la libre de todo mal”.

A veces es bien irresponsable y cuando se va de farra su mamá le tiene que cuidar al Junior. A finales de 2018 se fue para Costa Rica a buscar trabajo con el fin de ayudar a su familia.

Estando en Costa Rica se encontró con su antigua amiga de colegio Rosa María, pero la encontró cambiada. Hablaba como tica y ahora se llamaba Rosmery, aparenta tener dinero pero vive en La Carpio.

Yasuri incluso casi termina prostituyéndose, pero encontró trabajo en una barbería y luego se fue para Panamá a buscar mejor futuro. Precisamente la canción que dio origen a su nombre es de origen panameño.

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“Mi nombre es Yasuri, Yasuri Yamileth / Te metes conmigo, te saco la gillette (navaja de afeitar)”, se cantaba en las discotecas y fiestas de barrio hace unos años.

Allá donde fue Yasuri fue Flavio. Vivieron el exilio, la falta de trabajo, el éxito en redes sociales y el retorno a Nicaragua sin esperar todo lo que vino después.

Un niño con miedo a la muerte

La última semana de febrero de 2018, Flavio David García Ríos, un licenciado en Filología y Comunicación, de 31 años, y que entonces se dedicaba al marketing y la publicidad, grabó un video parodiando a un personaje que se había viralizado en redes sociales.

Lo subió a su perfil de Facebook para que lo vieran sus amigos y se fue a acostar. Cuando despertó al siguiente día el viralizado era él.

Nació en agosto de 1989 en Managua, sus padres, Raúl García y María Isabel Ríos, hoy son sus mayores seguidores, pero también los que más se preocupan por el contenido que sube a las redes.

Desde pequeño fue extrovertido e inquieto. “Siempre andaba buscando qué hacer, buscando adrenalina o qué inventar”, comenta.

Yasuri Yamileth, personaje principal de Flavio García. LAPRENSA/Tomada de redes sociales
“Yasuri Yamileth Galeano”, personaje principal de Flavio García. LAPRENSA/Tomada de redes sociales

Le tenía miedo a la muerte, aunque dice que trataba de no pensar en eso. Ya mayor vería de cerca la lucha contra el cáncer de una vecina que murió y le recordaría ese viejo temor.

“Yo soy de carácter fuerte y a veces odioso”, esa es una de las diferencias que tiene respecto a Yasuri Yamileth, el personaje que creó el 20 de mayo de 2018.

“Con ese personaje yo puedo decir cosas que quizás como Flavio no puedo decir. Me ayuda a escapar de la realidad”, dijo en una entrevista con el programa Esta Semana.

De ese carácter fuerte también le viene lo perfeccionista, disciplinado y sumamente detallista que es y que lo termina sumiendo en el estrés.

“No me gusta trabajar con gente irresponsable. Si miro que alguien tiene mala energía, me alejo”, confía.

Luego del éxito de ese primer video, Flavio se quedó con la curiosidad de que, si tal repercusión en Facebook era obra de la suerte, del algoritmo o era que tenía talento para la parodia. Así que tomó su celular y volvió a grabar otra parodia y de nuevo se volvió a viralizar. Ahí supo que tenía madera de comediante.

Años antes había tocado las puertas de varios medios de comunicación, entre ellos el diario LA PRENSA, para buscar una oportunidad de empleo, pero no tuvo suerte.

En 2016 comenzó un proyecto audiovisual con unos amigos. Se llamó Sexo, cámara y acción. Acondicionó un rincón en su cuarto de tal forma que parecía un set de televisión y comenzó a grabar sus primeros programas para subirlos a YouTube.

“Quisimos hacer del programa algo atractivo para despertar el interés de algún medio de comunicación, pero nunca se interesaron realmente”, recuerda.

Antes de que sus videos comenzaran a causar molestia entre los seguidores del Frente Sandinista, Flavio parodió a una presentadora de uno de los canales de televisión oficialistas y se llevó la sorpresa de que ella misma lo felicitó.

Meses después la misma presentadora lo llamaría “gaysito frustrado” en uno de sus programas.

Flavio García en la preparación de su personaje "Yasuri Yamileth". LAPRENSA/ÓSCAR NAVARRETE
Flavio García en la preparación de su personaje “Yasuri Yamileth”.  LAPRENSA/Óscar Navarrete

De dormir en el piso a presentarse en Colombia

Flavio salió en 2018 de Nicaragua rumbo a Costa Rica, porque llegó a sentir que su vida corría peligro. Una persona lo demandó por lo que él asegura fueron “delitos fabricados”.

Desde niño soñaba con montarse en un avión. Estando en Costa Rica fue seleccionado para participar en un campamento de creadores de contenido que se llevó a cabo en Colombia.

Sin familiares en Costa Rica, durmió varias semanas en un colchón en el piso junto a otros amigos nicaragüenses. Entre cuatro pagaban el pequeño apartamento hasta que uno de los muchachos no aguantó y se fue, al poco tiempo otra muchacha regresó a Nicaragua y cada vez iba siendo más difícil pagar la renta.

Entre buscar trabajo y cambio de apartamento se le fueron los meses. Comenzó a vender camisetas que promocionaba en sus redes sociales, trabajó en una fritanga en donde pasaba hasta doce horas al día, pero nunca le salió algo fijo.

Luego de regresar de Colombia se fue a Panamá, donde llegó para cumplir con unos compromisos y unas presentaciones, pero terminó quedándose varios meses, por la sencilla razón de que le ofrecieron un empleo con un buen sueldo y algo de estabilidad. Pero llegó la pandemia.

Perdió el trabajo y se encontró en medio de un país que hizo una estricta cuarentena, pero sobre todo con la incertidumbre de no saber que hacer. Antes de la pandemia tenía planes de viajar a España y Estados Unidos para presentarse con la Yasuri, pero ahora no podía. Estiró sus ahorros durante cuatro meses y finalmente tomó la decisión de regresar a Nicaragua cuando supo que su madre estaba enferma y con síntomas de Covid 19.

Yasuri Yamileth, madre soltera y se fue para Costa Rica. LAPRENSA/ÓSCAR NAVARRETE
Yasuri Yamileth, madre soltera estuvo exiliada en Costa Rica. LAPRENSA/Óscar Navarrete

Flavio admite que en algún momento llegó a sentir miedo de volver.

“Mis propios seguidores me cuestionan y me dicen que cómo es posible que regresara a Nicaragua y nada me pasó. Yo les digo que a los únicos que les va a hacer daño, si me pasa algo, es a mis padres”.

Cuando se supo que había vuelto una montaña de regalos llegaron a su casa. Vestidos para la Yasuri, obsequios de sus seguidores y hasta de empresas queriendo que promocionara sus productos.

El 31 de octubre se presentó en una famosa discoteca de Managua y lo hizo con un lleno total. El éxito que tuvo primeramente fuera de Nicaragua lo pudo replicar aquí y asegura que esa noche sintió el cariño de la gente.

“No sé cuántas fotos me tomé esa noche. La gente hacía filas”, recuerda.

Pero ha tenido que pagar un precio. Además de que ahora la gente lo reconoce en las calles, también admite que ha venido modificando sus parodias y sátiras.

“Yo de la política no vivo”, dice directamente. Ahora Yasuri ya no usa camiseta de la Juventud Sandinista, inclusive en uno de los videos dijo que “Ortega y Somoza son la misma cosa”, pero luego los temas de su contenido fueron tomando otro rumbo, pero sigue estando de parte “del pueblo”.

Yasuri Yamileth, en una de sus presentaciones. LAPRENSA/Tomada de redes sociales
Yasuri Yamileth, en una de sus presentaciones. LAPRENSA/Tomada de redes sociales

“Siempre trato de que mis videos tengan un mensaje más social que político, pero si no entendés el mensaje, al menos quiero hacerte pasar un buen momento y hacerte reír”, explica.

Ahora en Nicaragua asegura que la Yasuri no ha perdido la esencia y sigue “lista y preparada para darlo todo, pero si se meten con Yasuri Yamileth corren el riesgo de que les saque la gillette”.

La Prensa Domingo

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