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Cómo los millonarios préstamos de los multilaterales salvaron a Ortega de “comerse” sus depósitos en el BCN

Economistas explican por qué los depósitos del Gobierno en el BCN se estaban alejando de su máximo registrado en marzo pasado.

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Aunque los niveles de depósitos del Gobierno se mantienen aún en crecimiento con relación al saldo del 2019, los registros del Banco Central muestran que a medida que la pandemia ha impactado la economía y por ende las finanzas públicas, el Ejecutivo se ha visto obligado a hacer retiros masivos de las arcas del máximo emisor bancario, una tendencia que sin embargo podría empezar a revertirse en los próximos meses cuando se concrete el proceso de desembolso de los más de 1,000 millones de dólares frescos que consiguió desde noviembre.

Según las cifras oficiales, en marzo de este año el Gobierno había logrado rebasar los 20,000 millones de córdobas en depósitos en el Banco Central, un nivel no visto desde enero del 2018, antes del estallido sociopolítico. Sin embargo, una vez que se presentó el Covid-19 ese saldo ha estado fluctuante hasta ubicarse a octubre en 16,537.3 millones de córdobas.

Es decir que comparado con marzo de este año, cuando se llegó a acumular el máximo anual de 20,235.3 millones de córdobas, hasta octubre el Gobierno se había visto obligado a retirar 3,698 millones de córdobas, equivalentes a una merma de 18.27 por ciento en el periodo comparado.

No obstante, cabe aclarar que con respecto a diciembre 2019, los depósitos del Gobierno hasta octubre de este año han crecido 2,362.2 millones de córdobas (16.6 por ciento más).

Un economista que prefiere no ser citado, señala que antes de noviembre el Gobierno de Daniel  Ortega estaba usando sus depósitos porque no tenía de dónde agarrar dinero, de tal manera que el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 186.8 millones de dólares, aprobado recientemente vino a salvar  sus reservas.

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Pero ¿adónde se estaba yendo ese dinero extraído de los depósitos del BCN, si el Presupuesto General de la República 2020 se mantenía relativamente financiado?  Es la creciente necesidad de recursos en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS)  lo que mantenía en jaque los saldos a favor del Gobierno en el Banco Central.

De hecho en una reciente reforma al Presupuesto General de la República del 2020, el régimen reveló que utilizará 2,084.6 millones de córdobas (alrededor de 73.3 millones de dólares) del préstamo que consiguió del FMI para inyectárselos al INSS.

“El préstamo del FMI les vino a salvar la vida, porque la única manera que ellos tenían para financiar el déficit del INSS, era retirar depósitos, no sé hasta dónde habría llegado retirando depósitos este año (sin los fondos del organismo), con este préstamo del FMI y los otros préstamos ya tienen un respiro el próximo año, pero en el 2022 la cosa va ser más complicada, por eso lo más probable es que se haga una nueva reforma (al INSS)”, dijo el economista.

Eso sí, las cifras del BCN muestran que estos depósitos se han recuperado poco a poco desde el 2018, cuando producto de la crisis sociopolítica cerraron en 12, 303 millones de córdobas en ese año, es decir 5,283.5 millones menos en comparación con lo alcanzado en 2017. Esto ha permitido al Gobierno convertirse en la administración con más dinero depositados en el BCN respecto a las administraciones anteriores, según reflejan las cifras oficiales.

Pandemia y huracanes oxigenaron al régimen

Para el economista Róger Arteaga, exgerente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE),  la pandemia y el paso de los huracanes Eta y Iota están oxigenando al gobierno, puesto que los depósitos han crecido por la entrada de préstamos atados a proyectos de las multilaterales para asistir la emergencia del Covid-19 y los huracanes Iota y Eta.

“Qué sucede, Han habido desembolsos de préstamos de organismos multilaterales y el gobierno no puede tener eso en caja fuerte, tiene que depositarlo en el Banco Central y hacer uso de esos fondos como se ha convenido en los contratos de préstamos”, dijo Arteaga.

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Añadió que en noviembre y diciembre va a haber mayor entrada de depósitos, tomando en cuenta que fueron meses que se contrataron nuevos préstamos condicionados,  muchos de los cuales ya están aprobados por la Asamblea Nacional y otros en proceso de diseños de proyectos para empezar ejecución.

“Posiblemente vamos a ver que van a seguir entrando y saliendo fondos porque se van a dar desembolsos y se va a ir ejecutando también, los organismos van a depositar a las cuentas del Banco Central y el gobierno va a utilizar esos fondos para la ejecución presupuestaria”, expresó Arteaga.

Puede usarse ese dinero para activar la economía

¿Puede este dinero utilizarse para la reactivación económica? Arteaga explica que todos los fondos que se han aprobado están designados para propósitos específicos, algunos de los cuales inclusive serán ejecutados por organismos humanitarios de Naciones Unidas.

“Todos los fondos que están aprobados, en el lenguaje bancario internacional se le llama oreja marcada, para propósitos específicos, no es libre utilización, es decir que no pueden usar estos fondos para otras cosas”, añadió.

Pero además el economista que prefiere no ser citado señala que estos fondos no se pueden utilizar para la reactivación económica, puesto que  este dinero se usa para mantener la paridad cambiaria, en el caso específico de los más de 16,000 millones de córdobas que ya están depositados en el BCN y que no necesariamente están atados a proyectos.

Pero el economista y sociólogo Óscar René Vargas señala que ese dinero podría usarse para reactivar la economía, siempre y cuando se haga de forma responsable.

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“Con los préstamos que va a recibir en el 2021, les da un margen para utilizar ese dinero sin afectar notablemente la estabilidad económica. Evidentemente que las perspectivas de la economía en el 2021 apuntan a que puede haber un crecimiento limitado, frágil. En el mejor de los casos, en el 2021, vamos a conocer un posible mejoramiento macroeconómico, pero no habrá mejoramiento microeconómico del 80 por ciento de la población”, dijo Vargas.

Cuidado con la situación de las empresas públicas

Pero Mario Arana, extitular del Ministerio de Hacienda y expresidente del Banco Central, advirtió que una de las amenazas de esas reservas de dinero que el Gobierno aún acumula son los crecientes déficits de las empresas públicas y el propio INSS.

“Este año se proyectaba un déficit incluyendo las empresas públicas de más o menos 600 millones de dólares, en parte esa plata la van a tener que utilizar para apoyar al INSS entre otras instituciones deficitarias, el problema es que esto es insostenible, lo que hemos visto es incremento de déficit de estas instituciones, como el INSS, Enatrel, Enacal, que a su vez se explica por la crisis política y la pandemia, y la solución a estos problemas de fondo es buscar una salida política, pero hasta el momento no hemos visto la voluntad”, dijo Arana.

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