14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

¿Trumpismo o Nueva Derecha?

El “trumpismo” es un concepto que se está utilizando mucho en estos días. Un “nuevo” Partido Republicano de algún tipo es generalmente a lo que se refiere esta idea, uno que se adhiere a las políticas y la persona de Donald J. Trump.

Esta caracterización que busca encapsular el seguimiento popular que goza el presidente 45º, está errada y es una simplificación defectuosa de un acontecimiento mucho mayor. Dentro de EE.UU., se ha estado realizando un cambio de paradigma sociopolítico. Esta corriente conservadora desafía la visión de la izquierda, elitista y globalista, que predomina en el mundo hoy. Esta superestructura ideológica contradice los principios fundamentales de EE.UU. Lo que estamos presenciando es la consolidación de un importante movimiento popular de masa.

Thomas Kuhn en su clásico, La estructura de las revoluciones científicas (1962), planteó la noción de los cambios de paradigma. El filósofo y físico estadounidense destacó, conceptualmente, que la alteración consumada de los patrones, los entendimientos y las prácticas dentro de una disciplina científica, establece un cambio en el modelo de funcionamiento. Aunque Kuhn limitó su postulación a las ciencias naturales, el principio ha sido aceptado y referenciado ampliamente también dentro de las ciencias sociales y las aplicadas. Así pues, estructuralmente, en lo que respecta a los sistemas sociopolíticos y las cosmovisiones, los cambios de paradigma han sido una constante histórica. Uno de realineamiento está teniendo lugar en ahora en EE.UU.

Una “Nueva Derecha” se ha estado formando antes de 2016 y ha ido aumentando. En términos generales, esta es profundamente conservadora con un trasfondo de liberalismo clásico en la esfera económica. En términos más específicos, es nacionalista, creyente popular (antielitista), constitucionalista, defensora de la ley y el orden, individualista, pro “Segunda Enmienda”, provida, anticomunista, centrada en la libertad, tradicionalista y capitalista. Pese a que la mayoría de los miembros de este movimiento se identifican con el Partido Republicano, los independientes y los demócratas centristas (Blue Dogs) también forman esta coalición abstracta. Al estar sustentada en fundamentos ideológicos bien definidos, su atractivo amplio se explica el porqué trasciende los factores de la raza, la etnia, la categorización de los trabajadores, el nivel de los ingresos o el currículo educativo. Genuinamente, la Nueva Derecha sobrepasa los límites de la afiliación a un partido u otros mecanismos de estratificación.

Dado que la Nueva Derecha se encuentra enmarcada dentro de una cosmovisión general y comparte principios fundamentales de un sistema de creencias, es importante entender exactamente esa composición. Las ideologías típicamente contienen tres componentes que nos ayudan a entenderla mejor. Estas son sus fundamentos epistemológicos, éticos y económicos. En el caso de la Nueva Derecha, su epistemología está claramente conectada con el entendimiento de que hay un orden trascendental superior que interactúa con la existencia temporal. En otras palabras, abraza una primacía sobrenatural con parámetros claros dentro de la fe cristiana con sus valores judeocristianos. La “Ley Natural” y los derechos naturales están en el centro de cualquier arreglo político convencional o esquema de contrato social que promueva. El factor de la religiosidad inherente en ella no excluye a otras religiones u otros caminos a Dios. La defensa de la libertad religiosa sólida, por parte de la Nueva Derecha, es integral, plural e inclusiva de otras creencias.

La deferencia al derecho natural y los fundamentos bíblicos colocan a la libertad, su existencia y su preservación como un ideal ético primario a defender. Una gran parte de las políticas preferenciales de la Nueva Derecha están, consecuentemente, orientadas a proteger la libertad y asegurar que tanto la sociedad como los individuos sean y permanezcan libres. La igualdad, claramente otro principio ético primordial que sostiene su precepto ideológico, impregna su sistema de creencias. Así también, la igualdad ante la ley, la igualdad de oportunidades y de protección, se entienden como aplicables para todos por igual. No corta dosis de ella de manera discriminatoria para acomodar los programas de grupos particulares de identidad que fomentan la desigualdad y censuran la libertad de expresión y los pactos de la protección jurídica igualitaria. La Nueva Derecha desafía seriamente las interpretaciones marxistas de “igualdad” que arman las nociones de justicia para promover precisamente las aplicaciones desiguales de la ley, desnaturalizando las normas de la igualdad y aplastando las libertades públicas.

El componente económico del formato ideológico generalizado de la Nueva Derecha es el liberalismo clásico. Aunque algunos libertarios pueden sentir molestia cuando se asocia a Adam Smith con el proteccionismo y la imposición de impuestos a las mercancías importadas (aranceles) como instrumento de política para proteger la seguridad nacional, promover el comercio equitativo y combatir las prácticas comerciales injustas es un hecho que el acreditado padre del libre mercado justificó esas medidas en La riqueza de las naciones (1776). Este campeón escocés del capitalismo fue, sobre todo, un filósofo moral. La adopción por la Nueva Derecha de las prácticas económicas liberales clásicas se ve atenuada por la preeminencia de los principios morales y los objetivos de política que pudieran exigir en determinados momentos limitaciones a una aplicación absolutista laissez-faire, si esas políticas llegaran a poner en peligro factores fundamentales como es la libertad o la seguridad nacional. El apoyo de la Nueva Derecha a la política de Trump en China es un ejemplo de esto.

La “Nueva Derecha” va más allá del Partido Republicano, o la importante figura de Donald J. Trump. Es un cambio de paradigma en gestación. Ni siquiera una elección malversada puede detenerlo.

 

Opinión Donald J. Trump Thomas Kuhn archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí