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CONTENIDO EXCLUSIVO.La lógica empresarial indica que si caen los costos, la opción que tienen los empresarios es trasladar parte de ese alivio a sus productos finales, lo que beneficia directamente al consumidor. Pero en Nicaragua todo apunta a que eso no ocurrirá tras el 10.6 por ciento de rebaja en la tarifa eléctrica que se espera entre en vigencia para el comercio, industria y otros servicios a partir de enero. Lo que sí estará garantizado es que los precios permanezcan más estables.
Eso echaría a tierra las expectativas del presidente del Instituto de Defensa de los Consumidores (Indec), Marvin Pomares que cree que con el anuncio de la baja en la tarifa por lo menos esperarían una reducción de entre 5 y 7 por ciento en varios productos de la canasta básica.
“Creo que todos los empresarios que tienen negocios donde se utiliza energía, como el pollo, la carne, los sorbetes, la leche, todo lo que usa refrigeración debe bajar, porque las grandes industrias van a sentir ese alivio del 10.6 por ciento, por lo tanto nosotros creemos que los usuarios y consumidores deben ser beneficiados con precios más bajos, por lo menos la canasta básica debe bajar entre un 5 y 7 por ciento”, sostuvo Pomares.
No es para menos la esperanza de Pomares si se echa una mirada a la evolución de la canasta básica. Hasta noviembre de este año la cesta de 53 productos alcanzó los 14,491 córdobas, siendo lo más caro los productos del hogar, lo que significa 9,673 córdobas, revela el informe del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).
La reforma fiscal empujó la canasta desde 13,564.66 córdobas al cierre de 2018 a 14,287.56 córdobas al cierre del 2019. Es decir que sobre los consumidores recayó una alza de 723 córdobas en 12 meses, principalmente por los cambios fiscales.
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Pero los planes empresariales apuntan a otro objetivo tras el anuncio en la rebaja de la tarifa, más que rebajar precios. Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio y Servicio de Nicaragua (CCSN) señala que la reducción tarifaria que se va a aplicar el próximo año solo será un paliativo, por consiguiente será difícil trasladar eso al consumidor.
“Primero tenés que ver que se empiece a implementar, pero acordate que el sector ha estado muy mal y esto solo es un paliativo, porque ahorita el sector ha venido cargando muchas cosas que si se les pasará al consumidor no se venderían prácticamente”, señala.
Hilleprandt hace referencia del impacto que tuvo la reforma fiscal, que aumentó brutalmente los precios de algunos productos, lo que provocó una merma en las ganancias de los empresarios, los que también se vieron afectados por las alzas discrecionales en la energía en el 2019, que casi rozan el 20 por ciento.
“La Ley de Concertación nos afectó mucho y los empresarios para no perder comenzaron asumir costos y sus ganancias mermaron, ahora con el tema de la energía, comercio es el más castigado y eso se debe considerar, yo creo que si se revisa la ley (fiscal) sí se podría trasladar el alivio a los consumidores, porque realmente ahorita el sector empresarial está bien topado”, dijo Hilleprandt.
Actualmente, el comercio paga 29 centavos dólar por el precio del kilovatio hora y la industria paga 23 centavos dólar, siendo tarifas mucho más caras que en el resto de países de Centroamérica.
El expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri, también consideró que la rebaja en la tarifa eléctrica solo vendrá a aliviar los golpes severos que las empresas han experimentando en los últimos dos años, pero además se quita la presión sobre los precios en el 2021, es decir que tenderán a estar más estables.
Pero Aguerri llamó a los sectores a estar en alerta y vigilar que la rebaja que anunció el Gobierno se vea reflejada en la factura y para ello instó a tener sus recibos en mano y cuando salga la factura de febrero comparen si hay alivio en la misma proporción que se informó en diciembre.
“Si se mantiene el mismo consumo debería claramente reflejarse ese porcentaje (el de rebaja anunciado) en la factura… lo que la gente debe ver es si el consumo por kilovatio no salta a partir del mes de enero, no es que estoy diciendo que se vaya a hacer, pero lo importante es estar atentos para descartar cualquier situación en ese sentido”, dijo.
Aguerri cree que todos estos ajustes que se han venido anunciado seguramente fueron vistos con autoridades del Fondo Monetario Internacional, al que el Gobierno le prometió impulsar reformas estructurales en el mediano plazo.
Sobre la mesa está pendiente una eventual reforma a la Seguridad Social, para evitar que el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social se vaya a la quiebra, por ejemplo. Se esperaría que se haga en el 2022.
Además Aguerri considera que aún hay espacio para continuar rebajando la tarifa eléctrica, principalmente si se lograra revisar los pliegos tarifarios, los que están obsoletos y diseñados para un contexto de país en guerra. Recuerda que ellos, como Cosep, desde mediados del año pasado habían pedido 17 por ciento de rebaja tarifaria para todos los sectores, incluido el domiciliar. La Cámara de Industrias y Cámara de Comercio pedían 20 por ciento.
Pymes: habrá baja
Los que sí creen que la rebaja en la tarifa eléctrica se debe traducir en abaratamiento de precios son las micro, pequeñas y medianas empresas
Leonardo Torres, presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimpyme) manifestó que evidentemente la reducción en la tarifa eléctrica se debe traducir en una baja en la canasta básica de los nicaragüenses.
“Una reducción en la tarifa energética impacta positivamente en los precios al consumidor, como mínimo se debería esperar una baja del 5 por ciento en la canasta básica”, expresó Torres.
Asimismo señaló que el precio de la canasta fluctúa, porque hay productos que en algún momento suben de precio porque no están en temporada de cosecha.
Pero a diferencia de las mipymes, lo cierto es que los ajustes que se han aplicado en los últimos dos años han recaído principalmente en las empresas grandes y las medianas, es decir los que están en la formalidad.
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“La canasta básica se mueve mucho, hay productos que en cosecha bajan y si no suben, por ejemplo cuando está en cosecha el frijol baja y luego vuelve a subir, pero en términos globales sí podríamos ver una mejora sustantiva en la canasta”, dijo Torres.
Pueden venir más medidas de alivio
El expresidente del Cosep no obstante cree que posiblemente en el 2021 en Nicaragua se verán por parte del Gobierno más medidas de alivio como la anunciada en la tarifa, pero no con la intencionalidad de mejorar la competitividad y los precios, sino para consolidar el voto duro de cara a las elecciones presidenciales en noviembre.
“Hay que recordar que estamos entrando al año electoral, entonces aquí también indistintamente a lo que se esté acordando con el Fondo Monetario, aquí también hay un componente político, porque aquí se pretende consolidad voto duro con este tipo de políticas, que se están haciendo justo de cara a ese año electoral, entonces eso no se debe descartar en que ese año van a ver más medidas de este tipo, más con una intencionalidad electorera, que en realidad con una visión de competitividad en el objetivo final de las mismas”, afirmó Aguerri.