14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Los Chamorro y los Ortega-Murillo

En un reciente monólogo frente a sus medios de comunicación, Rosario Murillo se refirió a mi primo Juan Sebastián Chamorro y a mi persona como “vendepatrias”, todo porque ambos de una u otra forma le hemos dicho sí a Nicaragua en caso se requiera de nuestra entrega y servicio.

Dijo también que pertenecemos a una “familia que de patrimonio heroico no tiene nada”. Ante tal ofensa, que incluye a mis padres quienes entregaron, uno su sangre y mi madre su vida por tener un país con libertad, desarrollo con futuro para todos, no puedo callar. Injurias de ese tipo no justifican, ni siquiera la pasión política más encendida.

Si algo se puede decir de Chamorro, como Violeta Chamorro, es que cuando les ha tocado servir a la patria, han asumido el poder de manera limpia, con la fuerza de los votos y nunca se les pegó un córdoba en el bolsillo.

Combatieron a sus adversarios con decencia, algunos en el campo de batalla y fue tan limpia su actuación que una vez que salieron del gobierno, volvieron a su casa como ciudadanos comunes, permanecieron en su patria, y cuando murieron, recibieron el homenaje multitudinario de un pueblo que los reconoció como patriotas.

La evidencia histórica de esta familia está escrita en la república de papel, que era como mi tío, el poeta Pablo Antonio Cuadra, llamó a LA PRENSA. Si algo nos enorgullece es el trato digno que mantuvieron hacia nuestros semejantes, a ninguno se le ocurrió dar la orden de asesinar, encarcelar y torturar a sus adversarios. Por el contrario, esta familia ha sufrido asesinatos, encarcelamientos, cárcel, exilio forzoso y torturas crueles por defender la libertad de Nicaragua.

Uno de mis libros de consulta permanente es Estirpe Sangrienta: Los Somoza, que publicó mi padre hace 64 años, en el que narra las inhumanas torturas a las que él y demás presos políticos fueron sometidos por la dictadura de turno.

La vicepresidenta designada y el gobierno de Ortega, si algo no pueden borrar con palo, plomo y monólogos es la historia de Nicaragua y menos aún obviar que los Chamorro constituyen uno de los capítulos más honrosos de la misma. Los llamaron patriotas porque al igual que mis padres pensaron primero en el bien común de Nicaragua, pospusieron sus planes personales por la patria y supieron manejar situaciones complejas de manera cívica.

Fruto, Fernando, Pedro Joaquín, Emiliano, Diego, todos ellos junto a Sandino, con sus proclamas, ocupaban espacios privilegiados en las paredes de la biblioteca de mi padre, donde siempre recibimos con mucho respeto y consideración a Rosario Murillo, quien se desempeñaba como secretaria del Director de LA PRENSA.

“Mis viejos generales”, nos decía mi padre cuando nos daba clases de historia. Entre esas reliquias figuran Pedro Joaquín Chamorro, su bisabuelo y Presidente de Nicaragua en 1875, el que con todo y bastón, levantó a su pueblo contra el extranjero. A la par, su hermano, don Fernando de uniforme verde oscuro, vencedor del filibustero en “El Jocote”, murió de un lanzazo que le encontró con mucha facilidad el corazón, porque —decía mi padre— lo tenía tan grande que no pudo aceptar, junto a su hermano, la amnistía que le ofrecían porque no cubría a don Máximo Jerez.

Y de cómo los Chamorro se rebelaron siempre contra los tiranos era otra de las lecciones que nos enseñaron desde niños y las aprendimos muy bien. Murillo lo sabe perfectamente y le molesta en lo profundo que nos mantengamos firmes, con la frente en alto y decididos, como nuestros antecesores, de acompañar al pueblo en sus anhelos democráticos y el restablecimiento del honor en el servicio público.

Esa es nuestra educación y nuestro patrimonio histórico.

La autora es periodista.

COMENTARIOS

  1. Hace 3 años

    La Historia de Nicaragua contada por una Chamorro…

    1. Hace 3 años

      No es la historia de Nicaragua, señor, son pasajes de lo que la familia Chamorro con su actuar ha demostrado, a traves del tiempo, y es su interes genuino por Nicaragua. Que mas se puede entregar por un pais, si no es la vida, la sangre misma. El no renunciar a ver un pais verdaderamente democratico, una republica.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí