Violeta Granera, miembro del Consejo Político de la Unidad Azul y Blanco (UNAB) y coordinadora de la Coalición Nacional (CN), lamentó en una entrevista con 100% Noticias los comentarios de la presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), Kitty Monterrey, quien afirmó el miércoles pasado que la UNAB y la CN no existen como bloque opositor.
En sus respuestas, Granera sostuvo que van a seguir buscando la unidad nacional, porque tienen bien claro su propósito, que es sacar del poder al régimen de Daniel Ortega.
“Me dio tristeza, porque siempre he dicho que hay que buscar la coherencia entre lo que se dice o lo que se escribe, y lo que piensa y expresa. A la Unidad Nacional no nos afecta para nada las declaración de doña Kitty, porque ha sido una constante esa actitud que para mí es arrogante, descalificadora y no abona a lo que el pueblo de Nicaragua está exigiendo con toda justicia, que es la unidad para mandar al traste a la dictadura de Ortega”, dijo Granera.
El miércoles, la organización opositora Alianza Cívica y el partido CxL anunciaron un acuerdo de unidad de cara al contexto político que se avecina con las elecciones generales del domingo 7 de noviembre.
Monterrey, al ser cuestionada por los periodistas sobre la posibilidad de hacer también una alianza con la Coalición Nacional, para formar un frente opositor unificado, contestó con otra pregunta: “¿Quién decidió que la Coalición Nacional es la oposición?”. También dijo que para ella no existen la CN ni la UNAB como fuerzas políticas vigentes, unas declaraciones que han dado mucho de que hablar en el entorno político de la oposición.
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“El pueblo de Nicaragua está clarísimo de que para luchar con esta terrible dictadura tenemos que estar todos unidos, sobre todo cuando aparentemente no hay grandes contradicciones y debemos seguir luchando por eso. Repito, nosotros esperamos que vaya entrando la sensatez a estos grupos, que vayan tomando conciencia de que todo el que no abone a la unidad con palabras y actitud le está haciendo el juego de manera consciente o inconsciente a la dictadura, y eso no lo va a perdonar el pueblo de Nicaragua”, subrayó Granera.
“No se trata de decir véngase conmigo, nosotros no le hemos dicho véngase a la Coalición, pero sí creemos que hay que encontrar un lugar de encuentro por Nicaragua”, sostuvo.
Hay que “juntar fortalezas”
Aunque Granera mencionó que no valía la pena responder a los comentarios de Kitty Monterrey, afirmó en esa entrevista que el régimen de Ortega tiene poder sobre todos los partidos políticos y que lo que se debe buscar es la unidad.
“Todos estamos claros que, si Ortega ha decidido tener poder sobre la vida de los nicaragüenses, más poder, o igual poder, ha decidido tener sobre la existencia de los partidos políticos. Y no vayamos muy lejos. En 2016, que yo participé en esa alianza de entonces, dos meses antes (de las elecciones) nos quitaron la personería jurídica”, argumentó Granera.
Uno de los argumentos de CxL para erigirse como plataforma política de cara a las elecciones de noviembre de este año es que es uno de los 18 partidos políticos que cuentan con personería jurídica.
“Es decir, aquí todo mundo tiene fortalezas y todo mundo tiene debilidades, y si no entendemos que hay que juntar todas las fortalezas, especialmente las fortalezas de la gente. Y ¿cómo se logra eso? Con coherencia. Ganándonos la confianza. No es promoviendo exclusiones que la gente va a confiar en nadie”, indicó la integrante de la UNAB y coordinadora de la Coalición Nacional.
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Entre el miércoles y el jueves, los opositores se han enfrentado en las redes sociales en torno a las cuestionadas declaraciones de la presidenta de CxL.
Mario Arana, miembro de la Alianza Cívica, escribió en su cuenta de Twitter que la “Alianza y CxL acordaron hoy (miércoles) trabajar por una Alianza Electoral amplia e incluyente”, pero que “la narrativa que buscaban los medios era otra. La de profundizar la división. Si este país sigue así, acá no va a cambiar nada”.
Por su parte Guillermo Íncer, miembro del consejo político de la UNAB, dijo también a 100% Noticias que en estos momentos los líderes de la oposición deben tener el máximo nivel de madurez política y de tolerancia, y demostrar en los hechos que Nicaragua es primero.
Íncer refirió que la UNAB no necesita demostrarle nada a nadie (en referencia a lo que dijo la presidenta de CxL), ni prestarle atención.
“Sabemos lo que somos. Lo podemos demostrar (con nuestra) fortaleza territorial, nuestra presencia en más 10 países, en tres continentes, nuestra legitimidad ante la población, nuestra relación histórica con las organizaciones de víctimas, nuestro trabajo movilizativo a lo largo de estos dos años. No necesitamos demostrarle nada a nadie, de organizaciones políticas. A quien le debemos rendir cuentas y nuestro compromiso es a la población”, expresó.
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Íncer señaló que la propuesta de CxL y la Alianza Cívica, contenida en seis puntos que presentaron el pasado miércoles, no tienen ninguna novedad con respecto a la unidad que se propone la UNAB y la Coalición Nacional.
“No hay nada de novedad en lo que se está planteando. Nosotros hemos dicho nuestra prioridad es luchar por los presos políticos y las reformas, ya lo habíamos dicho antes y lo vamos a seguir haciendo; nuestra prioridad es trabajar alrededor de un plan de nación, ya lo habíamos dicho y lo vamos a seguir haciendo; nuestra prioridad es organizarnos en todo el país y lo hemos venido haciendo y lo vamos a seguir haciendo. No hay nada. Nada cambió. Lo único diferente es que ya por lo menos se establece la posición política de unirse alrededor de ellos. La propuesta nuestra es unámonos alrededor de un proyecto de nación, dejando al lado este tipo de posiciones mezquinas y groseras con las necesidades del pueblo”, opinó opositor.
Ciudadanos por la Libertad, presidido por Kitty Monterrey, es un partido conformado en 2016 con la base de seguidores del excandidato presidencial y político opositor Eduardo Montealegre. Recibió su personería jurídica en medio de críticas en mayo de 2017, pero sus dirigentes se han mantenido firmes en su oposición al régimen de Daniel Ortega. Por su parte, la Alianza Cívica nació de la unidad de los sectores opositores en la mesa de diálogo nacional con régimen orteguista, en el marco de la violenta represión contra las protestas civiles de 2018.
Este miércoles anunciaron un acuerdo político, pero era una alianza que ya se esperaba desde el año pasado, cuando la AC se retiró de la Coalición Nacional.