La unidad opositora es un clamor nacional. Solo unidos tenemos oportunidad de lograr el objetivo de alcanzar libertad, justicia y democracia. Sin embargo, surgen demandas de excluir de la unidad a determinadas organizaciones, bajo el argumento de que han colaborado con el establecimiento de la dictadura. Mi opinión es que en esta unidad cabemos los que compartimos el objetivo mencionado al inicio, y que tengamos al menos dos características: A) Sentido de humanidad, y B) Firme compromiso con la unidad.
Llamo sentido de humanidad a velar por la vida y dignidad de las personas; mostrar compasión por los demás; evitar causar sufrimiento injustificado. Un signo de humanidad es rechazar la comisión de actos inhumanos. En este sentido, cabe tomar muy en cuenta las reacciones a los actos inhumanos que presenciamos a partir de abril de 2018: disparos y garrotazos a participantes en manifestaciones pacíficas; tortura, encarcelamiento de personas inocentes, injusticia notoria. Estos impactaron sobre las conciencias de muchos, haciendo despertar la humanidad, e induciéndoles a cambiar. Considero que todos los que entonces repudiamos tales actos inhumanos, debemos unirnos ahora, dejando solos, del otro lado, a los que ordenan, ejecutan y los aplauden.
El firme compromiso con la unidad implica disposición a seguir el camino que, por consenso, o al menos por amplia mayoría, se decida seguir para alcanzar la democratización del país, aunque eso signifique sacrificios personales o para una organización en particular.
Con estas premisas, podemos analizar la situación particular de algunas personas y organizaciones. ¿Caben los empresarios? Por supuesto que sí. Antes de 2018, la dirigencia empresarial, no es que no reclamara por la pérdida de la institucionalidad del país, sino que no lo hacía con la firmeza necesaria. Cuando se dan los graves abusos gubernamentales, salieron a protestar. Una de las mayores marchas en Managua fue convocada por el Cosep. Hicieron paros. Algunos de sus dirigentes han pasado a integrar organizaciones opositoras. En estos momentos, tienen pendiente mostrar disposición a estar en una gran unidad en que las decisiones se tomen en forma democrática. Que hayan inducido a la Alianza Cívica a salirse de la Coalición Nacional y pasar a formar una segunda alianza, es desalentador. Esperamos que futuros pasos sean dados en base a un mayor patriotismo.
¿Caben los sandinistas? Caben los que consideran inhumanos los atropellos a la población a partir de 2018, y por lo tanto, se han pasado a la oposición. Son miles y miles en esta situación. La posición de esos sandinistas inconformes con la actuación de su partido la refleja la frase de una joven: “Debemos de volver a ser humanos y mantener los principios de la revolución”. Con mayor razón, caben los que desde antes estaban en la oposición, como los MRS (ahora UNAMOS).
¿Cabe el PLC? Cumplen con la primera condición: Muchos han mostrado su rechazo a los actos inhumanos, participado activamente en las protestas. El doctor Alemán, cuando fue presidente, no ordenó disparar ni garrotear a las manifestaciones en su contra, a pesar de que eran violentas. La cuestión entonces es: ¿Están dispuestos a mantener la unidad, aunque pudiera significarles pérdida de sus privilegios? Solo ellos pueden responder. Muchos, de manera individual, ya han expresado su compromiso con la unidad. Como organización, podrían dar un inmenso aporte si los que están a favor de la unidad asumieran la dirección del partido, y todos los cargos que tienen en la estructura electoral, los compartieran en función de la unidad.
En la unidad opositora no hay que exigir que solo ángeles participen; basta con excluir a los demonios, a los inhumanos.
El autor es médico leonés.