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CONTENIDO EXCLUSIVO.El 28 de mayo de 2018 fue presentado como un terrorista el militar en retiro Tomás Maldonado, de 64 años. Con la frente en alto y mirando al sol muy pensativo daba una sensación de tranquilidad, pese a los graves delitos de los que fue acusado.
Meses antes Joao Maldonado, su hijo, había escapado de la Policía y los grupos parapoliciales que arrasaron con la “operación limpieza” el municipio de Jinotepe. Asegura que de haber sido capturado lo hubieran “eliminado”.
A Joao lo acusaron de participar en el asesinato del militante sandinista Bismarck Martínez en 2018. Además, ha circulado una fotografía donde supuestamente aparece él cargando un fusil de guerra. Aquí responde sobre estas acusaciones, lo ocurrido en los tranques en Carazo y las decisiones que están tomando los exiliados en Costa Rica de cara a las posibles elecciones de este año.
Usted creció en un hogar muy sandinista.
Nosotros fuimos formados con otros principios y no con los actuales que tiene el Frente Sandinista. Antes había otros elementos y el Frente era un partido democrático en cuanto a que se hacían elecciones internas. También están los valores que mi papá me inculcó, que por los mismos principios y valores nos sentimos completamente inconformes con el accionar de la dictadura. Esto terminó en el involucramiento directo en abril.
¿Actualmente qué piensa del sandinismo?
Ha sido un cáncer que se estableció más de 2006 en adelante. Ha venido a destruir y ser totalmente dañino con Nicaragua y con su historia. Debe ser erradicado de raíz y desaparecer por completo.
¿Antes de abril de 2018 a qué se dedicaba?
Yo soy ingeniero en computación. También fui atleta de alto rendimiento en judo y sambo. Además, era presidente de la federación de sambo, que es un deporte ruso. Y básicamente a eso me dedicaba y a mi profesión de informática.
¿Qué le hizo dejar esa vida?
Recuerdo que yo venía llegando del extranjero cuando una noche me fui a cenar y en las noticias pude ver que estaban agrediendo a los adultos mayores en León. Cuando miré esas imágenes, fue que tomé la decisión de involucrarme directamente en las protestas. Ya venía viendo el totalitarismo y siendo víctima de los abusos de autoridad dentro de las instituciones del Estado, como el mismo Instituto (Nicaragüense) de Deportes, en el Comité Olímpico, en Aduana y en otras instituciones en las que yo tenía que hacer gestiones. Así fue como tomé la decisión de insurreccionarme también, a como lo comenzó a hacer la población en Nicaragua.
¿Cuál fue su papel en las protestas?
En Managua nos reunimos un grupo de exalumnos de la Universidad Nacional de Ingeniería y nos organizamos con un movimiento que se llama Fuerza Ciudadana de Unidad Nacional, donde me nombraron como coordinador. Comenzamos a ir a las marchas y protestas. Luego nos fuimos a las protestas en la Universidad Nacional de Ingeniería, después a la UCA y después nos atrincheramos en la UNAN, y luego ya directamente nos involucramos en los tranques. Como soy de Carazo y vivía en Jinotepe, decidí quedarme en el tranque de Carazo.
¿Cree que hubo especial ensañamiento en contra de estas barricadas?
Carazo fue uno de los departamentos más abatidos por la dictadura. También fue una trinchera de protesta bastante fuerte. Los tranques del departamento y todos sus municipios fueron unos de los que más golpearon a la dictadura, porque eran más de 800 furgones que teníamos paralizados. Eso se miró cuando la dictadura decidió ingresar al departamento frente a un pueblo desarmado. Solo estábamos respaldados por la bandera y no teníamos con qué responder. Porque si hubiésemos tenido nosotros con qué responderle, le puedo asegurar que la dictadura se hubiera acabado en ese mismo 2018.
Hay una fotografía en la que supuestamente aparece usted cargando un fusil AK-47.
Sí, lo que pasa es que a estas alturas la tecnología es increíble. Sin embargo, nadie puede comprobar que esa persona que ellos dicen soy yo. Nadie lo puede comprobar. Hablando de todas las acusaciones que esta gente hace en mi contra, nosotros sabemos de que el Frente Sandinista es especialista en crear mártires, culpables y especialistas en crear mentiras porque ellos son hijos de la mentira. Ellos asesinaron al fundador del Frente Sandinista, Carlos Fonseca, y luego lo crearon mártir, ellos asesinaron a Alexis Argüello y lo crearon mártir y así andan. Son especialistas en crear mártires para levantarle la moral a sus súbditos.
¿Pero realmente es usted, y le pusieron en la foto el fusil o es alguien que se parece a usted?
Fíjate que realmente ese es un montaje. Ahora a como está la tecnología quién puede decirme que ese soy yo o asegurar que ese soy yo. Nadie. Con la única arma que defendimos al país fue con el valor, el coraje y la bandera azul y blanco.
Hablando de mártires, a usted también lo acusan de asesinar a Bismarck Martínez.
Es correcto. Como te digo, ellos pueden acusar de lo que ellos quieran porque son los que están en el gobierno y tienen todas las instituciones del Estado bajo su mando. Ellos son los que pueden crear expedientes falsos en los juzgados, recordemos que a todos los capturados en 2018 se le imputaron cargos que ni siquiera existían.
¿Estuvo involucrado en el asesinato de Bismarck Martínez?
Negativo. Eso es totalmente falso. Como te repito, son especialistas en crear mártires. Ahora a estas personas les prenden velas y las usan como excusa o estrategia del Frente Sandinista para tratar de empañar la lucha de los jóvenes nicaragüenses. Eso queda sin efecto porque ya todo mundo conoce quién es el Frente Sandinista, que es un partido terrorista, criminal y genocida.
¿Entonces no estuvo involucrado?
Ni siquiera sé quién era. Ni siquiera nos dimos cuenta y ya estando nosotros en el exilio fue que empezaron con toda una campaña para hacer mártir a una persona que ellos mismos asesinaron.
¿Había armas en los tranques donde usted estuvo?
La única arma era nuestra bandera y el valor que teníamos para atrincherarnos para defender a un pueblo que quiere ser libre.
Después de que apareció la foto con el fusil de guerra, incluso hubo quien dijo que usted se iría a la opción armada contra la dictadura. ¿Qué opina de esto?
Nosotros somos fieles defensores de la democracia y queremos que Nicaragua sea libre. Siempre apoyamos en un ciento por ciento la salida pacífica. Eso tenelo por seguro.
¿Cómo vivió la “operación limpieza” en Jinotepe?
Inició a eso de las cuatro y cuarenta de la mañana. Ingresaron por todos los puntos cardinales, creando un círculo. Eran más de tres mil efectivos, incluyendo miembros del Ejército, la Policía y los paramilitares. El pueblo opuso resistencia con el valor, pero sin embargo ellos utilizaron armas de guerra. Solo les faltó llegar con los tanques.
Se dice que su hija fue concebida en esos tranques.
Sí, viene con la esencia nacionalista y patriótica.
¿Por qué decidió exiliarse?
Yo, en lo particular, decidí salir al exilio en mayo de 2018 debido a las amenazas y que se me impuso una orden de captura a nivel nacional. Yo sé que en esa etapa de 2018 si me hubiesen capturado, me hubieran eliminado. Porque la dictadura se ensañó con todas las personas que protestaron y lucharon en los tranques en el departamento de Carazo.
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¿Se siente perseguido estando en Costa Rica?
Aquí estamos en un país democrático y estoy agradecido por la oportunidad de aceptarnos aquí por el momento. Esto no es permanente, nosotros estamos dispuestos a regresar, siempre que existan garantías. Aquí estamos organizados en la Unidad de Exiliados Nicaragüenses.
Pronto cumplirá tres años de estar exiliado, ¿cómo sobrevive allá?
Este es uno de los países más caros. He logrado subsistir con trabajos que me han salido. Estoy haciendo un emprendimiento para desarrollarme en mi profesión con una asistencia en tecnología de la información. Pero me han salido varios trabajos, incluso de Uber o en seguridad y aquí se busca de cualquier manera.
¿Cómo se mira la oposición de largo?
Vimos que las organizaciones dentro de Nicaragua perdieron la brújula. Y los actores que han retrasado la caída de la dictadura, como es el gran capital y como es la empresa privada que nos dieron la espalda en el 2018, cuando la dictadura estaba de solo darle el tiro de gracia. Al parecer se salieron con la suya, buscando un aterrizaje suave y nos tienen actualmente en un escenario electoral que no era el propósito ni la demanda de abril de 2018. La demanda era que se fueran. En este año estamos a la expectativa y no podemos sacar conclusiones ahorita mismo porque hay mucho que ver todavía. Si vemos que hay condiciones y la comunidad internacional presiona, vamos a apoyar unos comicios, de lo contrario no vamos a apoyar.
¿Se siente traicionado por la oposición?
Hasta la fecha el exilio sigue buscando una incidencia dentro de Nicaragua. Esto significa que no hemos sido tomados en cuenta en las decisiones políticas. Sí ha sido decepcionante el accionar de las organizaciones dentro de los territorios, donde actualmente muchos están buscando el protagonismo y los intereses personales. Sí hay decepción, pero no solamente yo, sin embargo no perdemos la esperanza de que a estas alturas ya hayan madurado.
¿Ha valido la pena todo lo que ha hecho?
Creo que sí ha valido la pena. Nos metimos a esta lucha con el deseo de que Nicaragua sea libre. Hay una frase muy bonita que me gusta que dice que lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada.
¿Se ha planteado la posibilidad de que la oposición vaya dividida y Ortega cometa un fraude?
Se necesita que estos actores que están dentro de Nicaragua depongan sus intereses. No podemos presentarnos a unos comicios con una oposición fragmentada, a menos que salga una propuesta que se gane la confianza de la gente. Estamos creando una plataforma con todos los grupos que están exiliados para elaborar un plan de nación conjunto. Estamos claros que debemos estar preparados para todos los escenarios posibles y eso está sobre la mesa.
Se dice que si la oposición en Nicaragua está dividida, en el exilio los distintos sectores también están divididos.
A estas alturas para serte honesto y tras dos años, nos hemos sentado con organizaciones que jamás en la vida nos habíamos imaginado sentarnos. A estas alturas te lo puedo decir con toda propiedad, ya hemos madurado. Los exiliados y los excarcelados fueron de los sectores más golpeados y creo que por eso hemos madurado más rápido. Eso que dicen que estamos divididos es falso y hemos logrado un común denominador de que nuestro único enemigo es Daniel Ortega y el sistema.
Su padre estuvo encarcelado y acusado de delitos graves por la dictadura, ¿cómo está en la actualidad?
Dependemos de Dios y somos una familia cristiana. Gracias a Dios mi padre está bien de salud, siempre con el amor a Nicaragua, pendiente de lo que pasa y con el ánimo y espíritu de libertad. Pero sobre todo con el espíritu de abril porque mi familia se entregó a la lucha de abril y por eso estamos excarcelados, exiliados y seguimos activos.
¿Siguen siendo asediados?
Siempre están las amenazas. Hice una entrevista y los comentarios eran de amenaza, sin embargo, yo le voy a decir a estos simpatizantes sandinistas que no hay miedo. En su momento nos vamos a ver las caras. Nosotros nos preparamos para todos los escenarios y eso incluye la defensa del voto, siempre y cuando existan condiciones y garantías reales. Nosotros como exilio estamos dispuestos a defender el voto. De lo contrario, estamos dispuestos a crear acciones contundentes contra la dictadura. A los disidentes nos tiran con más odio.
¿Cómo se defiende el voto si en contra se tienen armas de guerra?
Hay muchos mecanismos para defender el voto. Esto no quiere decir que nos vamos a prestar a unos comicios sin garantía. La defensa del voto también es la defensa de la integridad humana del pueblo nicaragüense y eso se puede hacer de diferentes formas. Incluso desde ahorita estamos elaborando un plan en conjunto para demandarle a los organismos internacionales que sigan presionando al régimen. Que lo sigan sancionando y que se exijan todos los cambios sustanciales en las reformas electorales. Desde ahorita estamos elevando nuestras voces, como exilio demandando estos cambios. Somos los principales que queremos una salida pacífica y cívica. Acuérdense que no hay mal que dure cien años y Nicaragua no está dispuesta a darle más años a este dictador. Esto es una olla de presión y nos estamos preparando para todos los escenarios y estamos dispuestos a garantizar una democracia y una libertad para el país cueste lo que nos cueste.
¿Por qué cree que a los exsandinistas les tiran con más odio?
Hay un dicho que dice que no hay peor cuña que la del mismo palo. Ellos piensan de esa forma y ellos saben que nosotros los conocemos bien. Ellos nos ven como una alta traición que no es permitida dentro de las filas del Frente Sandinista.
Plano personal
Joao Ismael Maldonado Bermúdez tiene 31 años y es originario del departamento de Carazo.
Su padre es Tomás Ramón Maldonado Pérez, exmilitar que pasó a retiro en los años 90.
Tomás Maldonado era secretario político del Frente Sandinista en Carazo, pero se alejó del partido en 2009.
Joao se considera un disidente del Frente Sandinista.
Está exiliado en Costa Rica y asegura que allá no tiene ratos libres.
Ha abandonado la práctica del judo, pero dice que quiere poner una academia en Costa Rica.
Su comida favorita es el arroz a la valenciana y el picadillo.