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vacuna, Nicaragua, vacuna contra Covid-19

Ayer inició la jornada de vacunación voluntaria en Nicaragua, pero el Ministerio de Salud da información de su esquema un día después. LA PRENSA

Nicaragua inicia vacunación contra Covid-19 en el Hospital Cruz Azul de Managua

Desde el Hospital Cruz Azul en Managua se identificó a Marco Antonio Arauz como el primer nicaragüense en recibir la vacuna contra el Covid-19

El régimen de Daniel Ortega inició este martes la “vacunación voluntaria” contra el Covid-19, en el Centro de Hemodiálisis del Hospital Cruz Azul, parte del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, y en una de las unidades de hemodiálisis (sin precisar nombre) del Ministerio de Salud (Minsa), reportaron los medios oficialistas que tuvieron acceso al comienzo de la jornada de vacunación en ese centro hospitalario.

Desde el Hospital Cruz Azul, en Managua, se identificó a Marco Antonio Arauz, de 62 años, originario de Masaya —paciente con insuficiencia renal crónica e hipertensión y quien recibe terapia de hemodiálisis— como el primer nicaragüense en recibir la vacuna contra el Covid-19 en el país. A él se aplicó el antídoto SputnikV, que llegó como parte de la donación que hizo el pasado 23 de febrero la Federación Rusa.

Pasadas las 11 de la mañana los medios oficialistas reportaron también que se activó el proceso de vacunación contra el Covid-19 en la sala de diálisis y hemodiálisis del Hospital Lenín Fonseca. En las imágenes de Canal 8 se observó a una doctora dando indicaciones a pacientes que aguardaron en camillas antes de recibir el antídoto ruso: “Se van a quedar ahí, unos 30 minutos en observación y vamos nosotros a darles la vigilancia adecuada a cada uno de ustedes”.

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Según la información brindada por la médico a la periodista de Canal 8, serían 30 pacientes inicialmente a los que estarían vacunando en esa sala, un número que podría aumentar a lo largo del día, según la demanda y capacidad de atender a quienes llegan por su tratamiento renal y soliciten ser vacunados. Luego de esa explicación, la médico interrumpió a la periodista para hacer la aclaratoria: “No le pongás el número 30, por favor, no vaya a ser luego me van a … (inaudible)”.

Las vacunas permanecen congeladas y luego de “25 minutos exactos” fuera de refrigeración quedan en un estado “lechoso” y se prepara todo para su aplicación. A los 21 días de la primera dosis se les debe aplicar una segunda vacuna para cumplir el esquema que establece este fármaco.

“Ojalá que toda Nicaragua pueda tener la oportunidad de vacunarse”

Alis Marcela Reyes, originaria de Granada, fue la primera paciente en ser vacunada con el antídoto ruso en la sala de diálisis y hemodiálisis del Hospital Antonio Lenín Fonseca.  “Primeramente Dios que no tengamos ningún efecto secundario, ya los doctores nos explicaron cuáles pueden ser las reacciones, confiando en que podamos salir bien de esto. Nos dijeron que íbamos a quedarnos (en observación) para ver si tenemos efectos secundarios”, dijo Reyes en declaraciones a los medios oficialistas.

“Ojalá que toda Nicaragua pueda tener la oportunidad de vacunarse, para así bajar los números de las personas que puedan estar infectadas”, alcanzó a decir la paciente antes de que los comunicadores oficialistas le apartaran los micrófonos. Luego mostró la tarjeta que le es entregada a todos al recibir la dosis, el certificado de vacunación contra el SARS- Cov2 del Minsa.

“Como es voluntario, yo le dije a mi familia que yo iba a aceptar (vacunarme) para darme una oportunidad  y Dios quiera nos sirva (…) Gracias a Dios nos ha protegido bastante del Covid y no me he contagiado, porque aquí se han muerto muchos compañeros, aquí se han muerto muchos compañeros que vinieron a su sesión (de diálisis), salieron graves, los dejaron internados y ya al día siguiente fallecieron…”, declaró José Antonio Rojas, paciente del Lenín Fonseca que esperaba su vacuna.

Las personas que recibieron la vacuna debieron firmar un documento donde asegura que la recibieron con su libre y espontánea voluntad. En el mismo documento, el paciente compartió sus datos de contacto para que en 21 días se le aplique la segunda dosis. Es decir, el próximo 23 de marzo estarían completando las dosis.

Población desinformada

Pero mientras el Minsa celebraba en el Lenín Fonseca el inicio de la vacunación en el país, afuera de la unidad de salud las personas estaban ajenas a la noticia. En un recorrido que realizó LA PRENSA por ese hospital se constató que en el portón de ingreso —fuertemente vigilado por los guardas de seguridad— los familiares de los hospitalizados y pacientes que llegaban a su cita médica entraban y salían como de costumbre.

Desconocían que este proceso iniciaría en dicho hospital, y ni los pacientes crónicos que realizaron su cita médica sabían de las vacunas. “Yo vine a consulta con el doctor que mira los riñones, pero no miré nada, no sé nada”, dijo una señora que llegó este martes a ese centro hospitalario.

Las personas que llegaban al Hospital Lenín Fonseca no se percataron que en esa unidad iniciaron la vacunación contra el Covid-19. LA PRENSA/L. LÓPEZ B.

Otra señora que visitó el hospital para ver a su hija internada, expresó que solo miró los medios de comunicación y a la ministra, pero “no sé qué andaban haciendo”. Al momento de preguntarles qué sabían de la vacunación, mencionaron: “Es voluntario, dicen”.

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En el Cruz Azul, afuera de la entrada principal —igualmente reforzada por vigilantes— aguardaban los familiares de los pacientes que llegaban a realizarse la hemodiálisis. Esa unidad de salud fue la primera en vacunar, por lo que las personas se mostraban inquietas para conocer más detalles, sin embargo no los obtuvieron.

Un grupo de cuatro personas —de entre 40 y 55 años de edad— se preguntaban entre sí cuándo les tocaría vacunarse. “No dicen nada”, murmuró uno de los hablantes.

El hospital Cruz Azul vacunó a sus primeros pacientes crónicos contra la Covid-19. Afuera de la unidad de salud, familiares querían conocer más detalles del proceso pero fue imposible. LA PRENSA/JADER FLORES

Mientras otro grupo, más alejado del portón, hablaron libremente, refiriendo que conocían que ese hospital solo vacunará a sus pacientes afiliados que son de hemodiálisis u otra enfermedad crónica. “Me imagino que van a habilitar otros centros (de vacunación), pero no han dicho nada más”, dijo una de las familiares que esperaba afuera del hospital.

Lo que dijo la ministra

Hasta ahora, el Minsa no ha dicho con cuántas dosis de vacuna rusa cuenta para inicio de la inmunización, y tampoco ha presentado el plan de vacunación oficial, ni se conoce con exactitud cuáles son los centros de vacunación habilitados en el país.

La ministra de Salud, Martha Reyes, solo manifestó —durante el inicio de la vacunación en el hospital Lenín Fonseca— que la vacunación se extenderá a 16 hospitales más, pero sin especificar los nombres o ubicación de los mismos, y que por ahora, el personal de salud que está en primera línea combativa del virus estarán en espera hasta que las demás vacunas lleguen al país.

“Se va a continuar en dieciséis hospitales donde atendemos pacientes con enfermedades renales. Continuaremos con pacientes que presentan cardiopatías y cuadros relaciones con aspectos oncológicos y conforme los días vamos a ir informando cuáles son los otros grupos que vamos a proteger”, afirmó.

Conforme las vacunas vayan ingresando al país vamos a ir protegiendo a los diferentes grupos de prioridad, incluyendo los trabajadores de salud de primera línea y de otras instituciones que están en primera línea”, agregó la ministra de salud.

Hasta la fecha, el país solo cuenta con la vacuna Sputnik V y se espera que este 6 de marzo lleguen 200 mil dosis de vacuna procedentes de la India; más las 135 mil que llegarían a finales de este mes por parte del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de la Salud.

Según el régimen, en todo este año se prevé recibir 2.6 millones de vacunas a través del mecanismo Covax  para proteger al 20 por ciento de la población nicaragüense, es decir, a 1.3 millones de personas. Además, apunta a inmunizar a un total de cinco millones de nicaragüenses con la aplicación de las vacunas Sputnik V, AstraZeneca, Covishield y Moderna.

Jornada de vacunación sin plan público

Este 1 de marzo, la vicepresidenta designada, Rosario Murillo, anunció —en su habitual discurso a los medios oficialistas— el inicio de la “vacunación voluntaria” para los grupos vulnerables: cardiópatas, oncológicos y enfermos renales.

“Se vacuna a la persona que quiera vacunarse en estos días iniciales, a las personas que estén en los programas priorizados como insuficiencia renal, hemodiálisis, programas oncológicos, programas radiológicos, no hay obligatoriedad para la aplicación de la vacuna”, aseguró Murillo.

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Según datos oficiales del Minsa, en Nicaragua se han contagiado 6,445 personas con el virus y han muerto 173 por la misma causa. Las cifras, de acuerdo con el Observatorio Ciudadano Covid-19, distan de la realidad pues su reporte independiente señala que hasta el 24 de febrero se habían reportado 13,140 casos sospechosos y 2,976 muertes sospechosas de Covid-19.

A diferencia de otros países de la región y del mundo, el régimen orteguista no contempló iniciar la vacunación con el personal de salud que ha estado al frente de la batalla contra la pandemia en el país y es el grupo que tiene mayor exposición al virus. Según aseguraron algunos médicos consultados por el Diario LA PRENSA, desconocen si recibirán la vacuna, cuándo y qué contempla el plan de vacunación del régimen.

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