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marcha Nicaragua

Imagen de la Marcha Azul y Blanco. LA PRENSA/ARCHIVO

¿Es bueno o malo para la unidad que dos bloques opositores busquen precandidatos?

Los opositores más optimistas tienen la esperanza de que tarde o temprano la Alianza Ciudadana y la Coalición Nacional se unirán

El tiempo avanza. La existencia de dos bloques opositores, que convocan a la inscripción de precandidaturas presidenciales, es positiva para algunos, siempre y cuando el siguiente paso sea consolidar una alianza electoral unificada. Pero, para los menos optimistas, la separación entre la Alianza Ciudadana (AC) y la Coalición Nacional (CN) confirma que los intereses particulares de algunas organizaciones son más fuertes que la necesidad de unirse y enfrentar a Daniel Ortega en las elecciones generales del 7 de noviembre.

Los más críticos culpan a la AC, conformada por el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), la Alianza Cívica y el Partido Movimiento Unidad Costeña (Pamuc).

Esta plataforma busca la unidad de los sectores opositores, pero no ha aceptado reunirse con otros grupos que también tienen ese propósito. La AC ni siquiera aceptó la invitación de Carlos Tünnermann, Fabio Gadea y el reconocido deportista Dennis Martínez, que representan a la Comisión de Buena Voluntad (CBV), cuyo principal objetivo es ser puente entre los opositores que aún están divididos.

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La otra plataforma que llama a la unidad es la Coalición Nacional (CN), la cual ha hecho reiterados llamados a la Alianza Ciudadana para que tengan un encuentro, sin que hasta ahora haya contestación de la otra parte.

La presidenta del partido CxL, Kitty Monterrey, reconoció que no quieren conversaciones con la CN en su conjunto, sino con los partidos políticos con personería jurídica y particularmente con el Movimiento Campesino.

Luis Fley, coordinador rotativo de la CN, manifestó que el partido CxL es el que está frenando el proceso de unidad entre la AC y CN.

“CxL no quiere sentarse con la Coalición Nacional y eso ha traído unas fisuras internamente. Tenemos entendido que la Alianza Cívica está interesada en llegar a la conformación de una alianza electoral fuerte y CxL no quiere ser parte de eso”, dijo Fley a LA PRENSA.

Lea además: Comisión de Buena Voluntad advierte a opositores sobre consecuencias de división

La AC y la CN se han puesto como meta, por separado, seleccionar a un candidato presidencial único de la oposición. La organización Hagamos Democracia dio a conocer el pasado 17 febrero, una iniciativa para que todos los precandidatos opositores firmen un compromiso de someterse a un mecanismo de selección del candidato presidencial único, para evitar ir divididos en los comicios.

Cuatro precandidatos de la CN y dos precandidatos de manera independiente firmaron ese documento. El precandidato Arturo Cruz, asesor del partido CxL y afín a la Alianza Ciudadana, es el único que rechazó firmar el compromiso.

Luciano García, presidente de Hagamos Democracia, y quien promueve la iniciativa de un candidato único de la oposición, dijo que todavía está por verse si estos dos procesos de inscripción de precandidatos, establecen la anuencia a una alianza electoral más amplia, dando oportunidad a la unidad entre los dos bloques, para luego pasar a negociar el tema de la casilla.

Sobre la situación particular de la Alianza Ciudadana, a García le parece que esta organización tiene la intención de imponer la casilla de CxL.

“Si los proceso que se utilizan excluyen la anuencia a tener una alianza electoral, entonces no sirve el mecanismo, porque realmente lo que querés es imponer la casilla, y lo que estamos buscando es que la casilla única sea del consenso de la negociación de los sectores más importantes de oposición. En este caso, la Alianza Ciudadana y la Coalición Nacional deben sentarse a buscar una salida, pero no veo yo de parte de la Alianza Ciudadana una anuencia a negociar el uso de otra casilla que no sea la de ella. Entonces, por lo tanto, su planteamiento es totalmente excluyente y no anda buscando la unidad, lo que anda buscando es: únanse a mí. Esa es una actitud meramente arrogante, impositiva y a lo único que abona es a la desunión y al triunfo de Ortega”, manifestó García.

Julio Icaza Gallard, exdiplomático y opositor en el exilio, también valoró como positivo el proceso de inscripción, el cual “deberían conducir a una alianza electoral con candidatos unificados en una sola boleta y bajo una sola casilla”.

Cristiana Chamorro optimista

Por su parte, la precandidata presidencial Cristiana Chamorro celebró que haya dos procesos de inscripción de precandidaturas presidenciales, como parte de los procesos internos en la AC y la CN.

Particularmente sobre la Alianza Ciudadana, Chamorro dijo que no conoce el mecanismo de inscripción, así que no puede opinar hasta que lo revelen. Lo que le parece más importante es que la AC y la CN logren concretar la unidad y no duda que lo harán.

“Creo que los nicaragüenses tenemos que apostar a que sí se van a encontrar y que van a llegar a un consenso”, dijo Chamorro. La precandidata insistió en la importancia de conocer primero la forma de inscripción de la Alianza Ciudadana, porque así ella podrá valorar su participación como precandidata independiente.

¿Pero bajo qué organización participará como candidata Cristiana Chamorro? Ella responde que no tiene prisa para decidir eso.

“Estoy manteniendo una posición firme y decidida de no aceptar las presiones para inscribir a un lado o a otro. Estoy proponiendo que nos juntemos y encontremos un lugar donde los precandidatos puedan competir en la selección, para saber cuál va a ser el elegido”, dijo la precandidata.

Las elecciones generales de Nicaragua se realizarán el domingo 7 de noviembre de este año. Sin embargo, la mayor expectativa de los opositores es el plazo que le dio la Organización de Estados Americanos (OEA) al régimen de Daniel Ortega, para que haga cambios al sistema electoral “antes que el Estado convoque elecciones o a más tarde en mayo”.

Julio Icaza dijo que “debemos entender que el plazo incluye todo el mes de mayo”, porque la Resolución de la OEA, que estableció el plazo, no especifica fecha.

El Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua está bajo el control de los militantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que encabeza Ortega y su esposa, Rosario Murillo. Por eso una de las principales demandas de los opositores es que se reforme con base en las recomendaciones de la OEA.

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