Casi tres horas antes del inicio de la serie entre Frente Sur Rivas y Costa Caribe, entraba al estadio Yamil Ríos Ugarte, Adolfo Álvarez. El único pelotero a nivel nacional que ha conquistado un título de picheo y uno de bateo; miembro del Salón de la Fama de Nicaragua desde 2009. El integrante, a día de hoy del cuerpo técnico del equipo sureño, atendió a LA PRENSA para recordar un poco su destacable etapa como jugador.
¿Lo que más extraña como pelotero?
Jugar. Siempre mi pasión fue el juego. Tras mi retiro, jugaba softbol, pero hoy en día, con mi trabajo en el Frente Sur Rivas o con los Gigantes no me da tiempo, pero siempre mantengo “el rigio”, tanto así que muchas veces durante las prácticas me pongo a batear. Extraño mucho jugar.
¿Cuál etapa considera más valiosa en su carrera? ¿Lanzador o bateador?
Siento que como bateador. Antes era pícher y estuve siete años en esa faceta, solo dos años después fui campeón bate, con una marca nueva de .377 y siendo el primer zurdo en el Pomares en conseguirlo. Yo como lanzador me sentía bien, pero el adaptarme a una posición nueva y desarrollarme, siento fue más difícil para mí y por eso tiene un poco más de valor.
¿Qué tan complicada fue la transición de pícher a primera base y por ende, también bateador?
Trabajé bastante. Adaptarme a un nuevo sistema, a una nueva posición. Al comienzo me costó, entrenaba de manera intensa, y lo tuve que redoblar. Ahora, como bateador me ayudó bastante mi etapa previa como lanzador. Hubo momentos que estaba bateando pero pensaba como pícher y anticipaba el siguiente lanzamiento.
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Como conocedor de ambas facetas, ¿quién tiene mayor presión durante la parte baja del último inning, con un partido empatado, bases llenas y dos outs? ¿pícher o bateador?
Ambos. El lanzador tiene la presión de tirar el lanzamiento preciso en el momento justo para dominar al bateador. Lo mismo el bateador, carga con la obligación de pegar un batazo. Quien falle termina triste. Yo tuve la oportunidad en mi carrera de protagonizar ambas y es muy difícil decir que un papel tenga mayor presión que el otro. Es una pregunta muy difícil.
¿Qué recuerda de su relevo en el último inning ante Estados Unidos en Venezuela, donde dominó la entrada y ganó el encuentro?
Son juegos muy recordados. Ganamos medalla de plata, pasando encima de Estados Unidos. Saqué buen inning, habían bases llenas y el bateador conectó un roletazo a segunda. También recuerdo que enfrenté a grandes peloteros que al año siguiente estaban en Grandes Ligas, por ejemplo Mark McGwire, quien me pegó jonrón. Historias que nunca olvidaré.
¿En el beisbol moderno Adolfo Álvarez hubiese sido mejor pelotero?
No solamente yo, todos hubiésemos sido igualitos. Muchas veces los muchachos nos dicen “ustedes batearon con bate de aluminio”. Pero también lo hubiéramos podido hacer con bate de madera como ellos. Es más, como lanzador, hubiese sido tal vez más fácil, porque antes, como se bateaba con aluminio, teníamos que esconder más la bola y eso complicaba muchas veces al lanzador.
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¿En dónde se vive con más intensidad el juego? ¿Cómo jugador o entrenador?
Ahorita estoy gozando más el juego, como jugador, a veces ganaban por mí, pero también perdían por mí, se siente diferente. Como entrenador preparamos a los jugadores para que salgan al campo de la mejor manera. No somos psicólogos, pero tratamos de aconsejarlos de la mejor manera y siempre estar presentes para ellos. Como jugador, entre mejores equipos iba enfrentando, y por supuesto con la experiencia, fui normalizando muchas partes del juego.