Los Rojos de Cincinnati han encontrado un refugio en Alex Blandino cada vez que son agarrados a palos. El superutility jugador de origen nicaragüense fue utilizado como lanzador de emergencia por tercera vez en la temporada y volvió a funcionar con 1.1 entradas de un hit, una carrera sucia, dos bases por bolas y un ponche, manteniendo una resplandeciente efectividad de 0.00. Además, conectó un doblete en cuatro turnos como bateador.
Blandino ponchó a Curt Casali en el octavo inning con una bola rápida de 90 millas por hora, muy diferentes a otros bateadores que son utilizados en este rol y que prácticamente llegan a pasar tanda.
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El nica dejó atrás a los venezolanos William Astudillo, Asdrubal Cabrera y Hernán Pérez, quienes tienen dos apariciones como relevista este año. Solamente Shohei Ohtani, quien cubre el doble rol de bateador y tirador, ha sido más versátil que el pinolero. El japonés ha sido lanzador abridor en seis de los 40 partidos que ha jugado esta temporada.
Además, Blandino es uno de 13 lanzadores de las Mayores con efectividad de 0.00 en tres o más salidas en la campaña. En este grupo hay tiradores del calibre de Aroldis Chapman.
Alex lanzó en la derrota de los Rojos 19-4 ante los Gigantes de San Francisco. Apareció en la colina en el octavo inning con el encuentro 18-2 y tras ser recibido con sencillo del hondureño Mauricio Dubón, luego retiró en orden a Steven Duggar, quien conectó un Grand Slam más temprano; ponchó a Casali con tres bolas rápidas, la última de ellas de 90 millas por hora, el lanzamiento más veloz de su carrera; y cerró la entrada dominando a Austin Slater en rola al campo corto.
En el noveno perdió el control con par de bases por bolas, pero con el marcador desproporcionado obtuvo un voto de confianza y neutralizó a Brandon Crawford, quien empujó seis carreras en el juego, en un elevado al jardín derecho, antes que Evan Longoria dieron otro fly por esa misma zona, pero Marl Payton perdió la pelota, provocando la carrera sucia que permitió el nica.
Para sacar los últimos dos outs del noveno, Blandino fue relevado por otro bateador, Max Schrock, y esta fue la primera vez desde 1902 que los Rojos utilizaron a dos jugadores de posición como relevistas en un mismo encuentro.
Como bateador, Blandino, que inició el juego como octavo bate y a cargo de la primera base, conectó un doblete en el segundo episodio contra Johnny Cueto y después falló en tres turnos consecutivos, dejando su promedio de bateo en .231.
En cambio, como lanzador tira para 0.00 en tres juegos y 2.2 entradas, con un hit, una carrera sucia, tres bases y un ponche.