Si hay una selección que ha sobrepasado las expectativas es Italia. La fase de grupos de la Eurocopa es solo un tránsito en su paso hacia la conquista del título. Es la primera clasificada a octavos. A pesar de no ser la favorita para levantar el título, ha sido capaz de cambiar ese panorama por sus dos partidos iniciales. Goleó 3-0 a Turquía y repitió la misma dosis frente a Suiza este miércoles. Italia es más que un equipo defensivo, tiene fluidez de la pelota, creatividad en su mediocampo y una mirada ofensiva precisa. No obstante, aparte de anotar seis goles en sus últimos dos juegos, su línea defensiva con Bonucci, Chiellini, Spinazzola y Di Lorenzo no reciben ninguna anotación. A tal punto que Donnarumma juega fumándose un puro sobre una hamaca.
El mediocampista Barella, de 24 años, fue la novedad en el primer juego y se hizo adulto, graduándose por su influencia en el juego y ahora le tocó a Locatelli con dos de los tres goles. Su entrenador, Roberto Mancini, está en palco y necesita un empate o un triunfo sobre Gales para culminar la primera fase en la cima del grupo A.
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Por su parte, Bale revivió con su selección de Gales y será un hueso duro de quebrar. Curiosamente el jugador del Madrid ha tenidos pésimas temporadas en el club blanco y Tottenham, pero jugando en su selección es otro. Cambia de chip y su juego se incrementa. En el triunfo 2-0 ante Turquía hizo de Kroos y acumuló dos asistencias, una de ellas magistral y de larga distancia para Aaron Ramsey. Aunque falló un penalti se nota con una confianza desbordada.
Francia al ritmo de Mbappé
Si Italia asusta, Francia da miedo con solo presentar la alineación. Con todo y las críticas recibidas por haber derrotado 0-1 a los alemanes gracias al autogol de Hummels, los franceses lucieron su armamento. Es como esos amagos de conflictos bélicos que solo prueban armas para hacerle saber al rival de lo que son capaces de hacer. Eso ocurrió con los “Blues”. Dos goles anulados, uno con un quiebre y rosca exquisita de Mbappé y otro por la sociedad Mbappé y Benzema. En ambas jugadas estuvieron en posición prohibida, pero cuando tomen ritmo desnudarán a cualquier defensa. Pogba tomó la estafeta en el mediocampo con Rabiot y Kanté, mientras Varane y Kimpembe en la zaga.
Portugal tiene pegada
Si buscamos una selección que no impresiona con su juego es Portugal. Para Fernando Santos no importa el cómo, sino el ganar. En la última Euro llegó a la final empatando todos sus encuentros y ganó el decisivo contra Francia por el gol de Éder. Y más allá si Hungría es un oponente para medir realmente a Portugal, es la pegada que tienen. Con Ronaldo, Diogo Jota, Bruno Fernandes y Bernardo Silva parecen estar blindados adelante. William hace de Kanté en el mediocampo y Pepe con Rubén Días sostienen la defensa. Si buscan a un equipo que juegue bonito y enamore no es Portugal, pero a quién le importa si tienen gol y eficacia.
El caso de España
España pasó semanas inciertas por el Covid-19 y el positivo de Sergi Busquets. Eso alteró las emociones. También recibieron muchas críticas por la no convocatoria de Sergio Ramos. Y en el duelo inaugural contra Suecia no hubo gol. No obstante, España mostró todo lo demás: juego, cohesión, fluidez y solidez, llegadas de peligro. Faltó brújula para Morata y Saravia, pero es cuestión de tiempo para que rompan esa barrera y caigan los goles. Después de Italia, Francia y Portugal, España debe ser la cuarta favorita.