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Por qué Enrique Bolaños dijo a Daniel Ortega que le dejó la “mesa servida” tras reunirse con Carlos Slim

El exmandatario dejó a Nicaragua un legado económico que asentaron las bases para el crecimiento que entre el 2007 y 2017 experimentó el Producto Interno Bruto. LA PRENSA te explica el origen de la frase: "la mesa está servida"

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Fue después de un viaje a México, cuando el exmandatario nicaragüense Enrique Bolaños Geyer inmortalizó su recordada frase antes de entregar la banda presidencial el 10 de enero de 2007 a Daniel Ortega, que en 1990 había dejado un país en ruina económica. “La mesa está servida”, afirmó Bolaños a principio de diciembre del 2006, luego de sostener una reunión con uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim, a quien le pidió que viniera a invertir a Nicaragua.

“Después de evaluar con estos grupos (de inversionistas en México) lo que se ha hecho en Nicaragua (…), ellos estiman que el período siguiente de cinco años podría llegar a ser el más brillante de Nicaragua, todo está listo, la mesa está servida”, dijo Bolaños, pese a los duros obstáculos que enfrentó durante su administración, incluida la hostilidad del partido que lo llevó a la Presidencia, y las asonadas que desde abajo protagonizaron Ortega y el Frente Sandinista, que no lo dejaron gobernar en paz y estabilidad entre 2002 y 2007.

Bolaños, que durante su administración destapó casos de corrupción y que pusieron tras las rejas al exmandatario Arnoldo Alemán (luego liberado en la administración de Daniel Ortega), había ido a México a participar en la toma de posesión de Felipe Calderón. En esa ocasión, el gobernante propuso a Slim  fortalecer la  inversión en educación a distancia y lograr mayores líneas de comunicación en Nicaragua.

“Ellos me han agradecido el haber dejado todo preparado para que Nicaragua siga avanzando”, relató Bolaños, según una publicación de LA PRENSA del 5 de diciembre de 2006. El exmandatario falleció este 14 de junio y fue enterrado ayer en Masaya. Las redes sociales se volcaron a recordar su legado democrático, en momentos difíciles por el que transita el país.

Detrás de esa icónica frase, había una realidad innegable: un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (DR-Cafta) en vigencia, un superávit en las finanzas del Seguro Social, un proceso culminado de perdón del 80 por ciento de la deuda externa, que además de generar incentivos a la inversión extranjera permitió un crecimiento económico sostenible para el país en los siguientes años, hasta el 2018, previo al estallido social.

Para el gremio empresarial los logros en materia económica del gobierno de Bolaños Geyer, que antes de ser presidente, estuvo al frente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), fueron grandes, puesto que aún siguen teniendo un efecto, aunque menor debido a que la economía está desgastada por la crisis en la que ha sumergido al país Ortega, quien reformó la Constitución Política de Nicaragua al finalizar su primer período de cinco años desde el 2007, para permanecer en el poder durante casi 15 años consecutivos.

Marcos Pierson, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), manifestó que la lucha de poder desgastó el gobierno de Bolaños Geyer, que debió lidiar tanto con liberales como con sandinistas, tras el pacto que estableció Alemán con Ortega, de tal manera que Bolaños se enfrentó a una desestabilización política causada por continuas asonadas de sindicatos, estudiantes y transportistas, que llegaron a paralizar al país.

“El gobierno de Bolaños tuvo muchos logros a pesar que muchos políticos trataron de bloquearlo, definitivamente yo creo que la mesa quedó servida porque estaban todas las condiciones para que el país siguiera creciendo, había estabilidad, reservas y estaba el camino hecho para el desarrollo económico, por eso vemos que Ortega arrancó bien”, sostuvo Pierson.

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Para el expresidente del Cosep, Erving Kruger, el fallecido mandatario fue un ejemplo, puesto que se esforzó mucho para empujar a Nicaragua hacia el desarrollo. “En materia económica Bolaños dejó ordenadas todas las variables macroeconómicas, puso las cuentas en orden y cuando llegó Ortega continuó con el mismo programa, durante su primer mandato, pero luego todo cambió y ahora estamos en esta crisis política que no sabemos hacia dónde nos lleva”, lamentó Kruger.

De igual forma Avil Ramírez, que fue ministro de Defensa en el gobierno de Bolaños, señala que evidentemente Bolaños dejó todo listo para que Ortega gobernara.  “El presidente Bolaños dejó al INSS con reservas de más de mil millones de córdobas; unos 1,800 millones de dólares contratados con organismos financieros internacionales para ejecución de proyectos, un DR-Cafta que generó centenares de miles de empleos, incluyendo zona franca”, dijo Ramírez.

Firmó el tratado DR-Cafta

Bajo la administración de Bolaños, se concretó el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica con Estados Unidos (DR-Cafta), que le ha permitido a Nicaragua —con problemas de competitividad— ingresar al mayor mercado del mundo, como es Estados Unidos, con aranceles cero o reducción en los mismos, lo que ha permitido un incremento sustancial en los ingresos por exportaciones.

Además que el mismo tratado abrió una puerta para que el país incrementara el número de empleos a través de Inversión Extranjera Directa (IED) y la creación de zonas francas.

Y aunque los beneficios del Cafta se han extendido hasta la actual administración, lo cierto es que el Frente Sandinista fue uno de los férreos opositores en Nicaragua a la aprobación y participación del país en este acuerdo comercial.  En ese momento, Ortega dijo: “Eso (la no aprobación) no va a significar el derrumbe de la economía nicaragüense, sino muy al contrario, tomarnos ese tiempo para encontrar una respuesta, alternativas a esas debilidades que tiene el tratado, y que afectan a sectores que son de alta sensibilidad de la economía nicaragüense y que no son grupos reducidos”.

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Pese a ello, el DR-Cafta fue aprobado y puesto en vigencia y desde entonces  las exportaciones hacia Estados Unidos han crecido más de 170 por ciento. En el 2005 el país vendía a EE. UU. un poco más de 1,200 millones de dólares y en más de una década estas han rebasado los 3,200 millones de dólares, lo que muestra el impacto positivo de este acuerdo, especialmente durante la administración de Ortega.

Otra evidencia del impacto del tratado es el aumento de las empresas de zona franca, puesto que al momento de recibir el gobierno de Bolaños existían en el país 43 empresas (2001) y al final del mandato, en el 2006, esta cifra había aumentado a 99. El crecimiento en ese lapso fue de 130 por ciento.

La llegada de empresas en el marco del DR-Cafta continuó en ascenso durante el gobierno actual, tanto así que los parques de zonas francas hoy emplean a más de 120 mil trabajadores y hay 192 empresas bajo este régimen arancelario especial, según datos del Banco Central de Nicaragua.

Cuando Bolaños, se abrieron parques de zonas francas en muchos lugares del país, esparciendo las oportunidades de empleos en León, Diriamba, Masatepe, Granada, Chinandega, El Viejo, San Marcos, Mateare, Ciudad Sandino, Estelí, Chinandega, Tipitapa, León, entre otros. En consecuencia, las exportaciones de zona franca pasaron de 296 millones de dólares en el 2001 a 900 millones de dólares en el 2006. Ahora estas superan los 3,000 millones de dólares.

Pero tras casi 16 años de entrar en vigencia el DR-Cafta que firmó Bolaños, la permanencia de Nicaragua dentro del mismo está en riesgo. Ya que en Washington crece la presión para que el presidente Joe Biden reconsidere la estadía de Nicaragua dentro de ese acuerdo comercial, debido a las continuas violaciones de derechos humanos efectuadas por el gobierno de Ortega desde el estallido de la crisis sociopolítica en 2018.

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Dejó en superávit las finanzas del INSS

Bolaños también heredó a Ortega un superávit de 1,183.23 millones de córdobas en las finanzas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), institución que luego se volvió la caja chica del régimen, lo que sumado a la crisis política dejó a la institución viviendo de las transferencias.

Incluso, el INSS pudo resistir a la corrupción del gobierno de Arnoldo Alemán y después volvió a recuperar la solvencia financiera con la administración de Edda Callejas, que impulsó estudios que advertían a la nueva administración de Ortega sobre la urgente necesidad de hacer cambios estructurales porque se avecinaban dificultades financieras para la entidad debido a transformaciones demográficas.

Ahora el INSS está en agonía y cada año aumenta fuertemente el déficit; por ejemplo, al término del 2020 cerró con déficit de 3,597.2 millones de córdobas, pese a que en el 2019 se aplicó una brutal reforma, mucho más dura que la que desató la crisis del 2018. El INSS acumula ocho años de crisis consecutiva y ha sido señalado por Estados Unidos de ser usado por funcionarios del FSLN para lavar dinero y otras actividades ilícitas.

Deuda externa sostenible

En el campo macroeconómico, Bolaños dejó a Ortega un país con una deuda pública externa en descenso y en el 2007 esta se situó en 3,415.3 millones de dólares, la cual hasta en el 2020 llegó a 6,956.8 millones de dólares, es decir 3,541.5 millones más, lo que implica un aumento del 103 por ciento.

“La reducción de la deuda externa fue el avance más importante de las últimas décadas, con Bolaños se le condonó al país el 80 por ciento de la deuda externa. Alivio de más de seis mil millones de dólares de deuda”, dijo Ramírez.

En enero del 2004, durante la administración de Bolaños, se culminó el proceso de condonación del 80 por ciento de la deuda externa, lo que permitió que Ortega recibiera un país con más de 6,000 millones de dólares liberados para invertir y además se reactivaron las fuentes de financiamiento externo para aumentar la inversión pública. Además el riesgo país disminuyó, lo que atrajo la confianza de los inversionistas.

Asimismo, el déficit presupuestario después de donaciones se redujo de 1,756 millones de córdobas en el 2001 a 127 millones de córdobas en el 2006, según datos del Banco Central.

Tras la decepción que experimentó la comunidad de donantes por la falta de transparencia en el manejo de sus recursos durante la administración de Alemán, Bolaños logró recobrar la mirada de esta hacia Nicaragua, al punto que se crearon mesa de cooperantes para cubrir los déficits presupuestarios. Al llegar al poder, Ortega se lanzó contra esta hasta lograr disolverla tras negarse a cumplir con exigencia de institucionalidad, respeto a los derechos humanos y democracia en el país.

Las Reservas Internacionales Brutas pasaron de 211 millones de dólares a 859 millones de dólares.

Inversión en educación y salud

Y pese a los ataques constantes del FSLN y el Partido Liberal Constitucionalista, Bolaños dejó sustanciales mejoras en el gasto social. Ramírez explica que en el 2001, el gasto total en salud, educación, vivienda y servicios sociales ascendía a 4,247.7 millones de córdobas, que representaban un 7.7 por ciento del Producto Interno Bruto y para el 2006, el gasto social se había multiplicado por 2.4 veces hasta alcanzar la cifra de 10,110.6 millones de córdobas.

Con el gobierno de Bolaños se elevó el gasto en educación de 29 dólares por habitante en el 2001 a 43 dólares en el 2006, eso significa un aumento del 48 por ciento.

En el caso de la salud, el gasto en el 2001 con el gobierno de Alemán era de 22 dólares por persona y en el 2006 ascendió a 29 dólares, al final del período de Bolaños.

Mayores ingresos del gobierno central

Los ingresos del Gobierno crecieron anualmente 15.5 por ciento en promedio, pasando de 7,600 millones de córdobas a 17,500 millones de córdobas, lo que equivale a un incremento de 129 por ciento, lo cual fue heredado a Ortega.

Además el gasto público en vivienda pasó de 11 dólares por habitante a 24 dólares entre el 2001 y 2006. El gasto público social pasó de 8.5 por ciento del Producto Interno Bruto a 11.1 por ciento.

La tasa de desnutrición en la población cayó de 27 por ciento al finalizar la era de Alemán a 21 por ciento al término del gobierno de Bolaños.

La diferencia de Bolaños y Ortega

Para Kruger la gestión de Bolaños fue un ejemplo de honestidad y resistencia, “promovió valores fundamentales como es la democracia y la honradez en el servicio público y elevó la productividad de Nicaragua, muy distinto a lo que ha hecho Ortega”.

Al respecto, Pierson considera que desde que tomó posesión Bolaños estaba claro de lo que quería hacer: “Todo su esfuerzo estuvo enfocado en levantar al país y vimos que al principio de la gestión de Ortega el país quedó creciendo producto de la gestión de Bolaños, pero el crecimiento va de la mano de la libertad y democracia, cosa que no sucedió con la administración de Ortega y eso inhibe el crecimiento económico”.

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