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Dipilto-Jalapa

Centenares de tucas de pino salen a diario en pesados camiones de varios bosques de pinares de zonas de Mozonte, Dipilto y Jalapa, en Nueva Segovia/LA PRENSA/W.ARAGÓN

Lanzan SOS ante avance de la tala de pinares en bosques de cordillera Dipilto-Jalapa

La tala en la cordillera de Dipilto-Jalapa está dejando daños irreversibles a la flora, fauna y su impacto en las fuentes hídricas lo resienten también los habitantes.

La tala de grandes hectáreas de pino que se encuentran en los bosques protegidos de la cordillera de Dipilto-Jalapa, en Nueva Segovia, está dejando daños irreversibles a la flora, fauna y fuentes hídricas de los poblados, lo que ha motivado a las familias campesinas a lanzar un SOS a las autoridades y organismos.

Al adentrarse a las profundidades de las montañas de pinares de las comunidades El Chancho, La Piedra, El Gato, Las Huellas, Los Arados y El Avión, del municipio indígena de Mozonte, en Nueva Segovia, se encuentran numerosas trochas (caminos rurales abiertos como atajos o rutas paralelas) donde se observan camiones cargados con tucas de madera.

En la zona se escuchan las motosierras que van tumbando árboles en lugares donde habían caudalosos ríos, convertidos ahora en riachuelos que van dejando al descubierto las piedras en el lecho que antes eran cubiertas por los mantos de agua.

La tala de pinares lleva años en estas zonas del departamento de Nueva Segovia, los mismos años que las familias comunitarias llevan denunciando el despale y los daños ambientales causados por esta práctica ante las autoridades municipales y funcionarios sandinistas de las instituciones estatales del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) y el Instituto Nacional Forestal (Inafor), sin obtener respuesta alguna que ponga fin al arrase de los bosques de pino.

A diario unos 12 pesados camiones son conducidos a las profundidades de las montañas de pinares de los municipios de Santa María, Macuelizo, Mozonte, Dipilto y Jalapa, zonas del departamento de Nueva Segovia, para ser cargados y luego extraer enormes tucas de árboles de pino, supuestamente afectados por el gorgojo descortezador, cortadas y con rumbo a los aserríos de la ciudad de Ocotal, Somoto y Estelí.

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Dipilto-Jalapa
Familias campesinas luchan por detener el despale indiscriminado de sus zonas de Mozonte, en el departamento de Nueva Segovia. LA PRENSA/W.ARAGÓN

Montañas desiertas y ríos agonizando

“Dan ganas de llorar al ver como nuestras montañas de pino van quedando como desiertos por el despale que realizan las empresas madereras con los avales de los funcionarios del Marena, el Inafor y las alcaldías, mientras familias de la mayoría de los barrios de la ciudad de Ocotal (cabecera del departamento de Nueva Segovia) claman por agua de consumo, ya que los pozos de Enacal (Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados) no abastecen las redes de tuberías que llegan a los hogares”, expuso Alfredo Mondragón, del barrio Sandino de esta localidad ocotaleana.

Fernando Mejía López, del municipio de Mozonte, dice que es alarmante la situación de las familias usuarias del agua del pueblo, ya que en los sectores El Chanco, La Piedra, El Gato, Las Huellas, Los Arados y El Avión, se extraen centenares de tucas de pino, “a diario entran camiones a cargar pino, lo que genera dudas porque a veces se quedan estacionados por largo tiempo, como si estuvieran evadiendo el puesto de control de madera del Marena, y por eso esperan a que llegue la noche o la madrugada para poder salir”, indicó.

Agregó que las cisternas o pipas de Enacal y de las alcaldías llegan a cargar agua de los ríos de esta zona para abastecer a los habitantes de los barrios afectados por la falta de agua en la ciudad de Ocotal, “pronto se darán cuenta que nos vamos a quedar sin ríos para suplir las necesidades no solo de la gente ocotaleana sino también de los habitantes de Dipilto y Mozonte”, señaló.

Mientras que Eliazar Torres Florián, de la comunidad Los Arados, hizo un llamado a las autoridades locales, incluyendo a su dirigencia del Pueblo Indígena de Mozonte, a que se preocupen por la situación crítica que atraviesan las zonas que están siendo despaladas. “Nos estamos quedando sin agua porque los ríos se están secando. Nos preocupa porque somos una comunidad pobre que necesita agua para sembrar”, afirmó.

Sin guías ni permisos

Bismark Francisco Gómez, habitante de una comunidad de Mozonte, manifestó que los comunitarios de los lugares afectados conformaron una comisión de vigilancia con el conocimiento de las autoridades policiales, Marena, Inafor, Alcaldía y de los líderes del Pueblo Indígena de esta localidad, “habíamos acordado que se estaría controlando la extracción de madera que estuviera afectada por el gorgojo y vemos que el despale sigue incontrolable hasta con los árboles que están sanos y ahora van sin guías y sin permisos”, apuntó.

Gómez dijo que ya no hay preocupación de las autoridades del Gobierno ni de las alcaldías por los daños que se están causando a los bosques en las tierras de las comunidades indígenas, “hay un total desprecio por conservar los bosques que le pertenecen a los comunitarios de este pueblo indígena, más cuando estamos hablando de la cordillera de Dipilto-Jalapa que es un área protegida y que debería de conservarse”, agregó.

Por su parte, Ian Alfonso Gómez, poblador de la comunidad de Los Arados, en Mozonte, reconoció que se sienten alarmados porque el despale no para en las zonas afectadas, “están acabando con los bosques y nos están dejando despalado y como desierto las comunidades, donde ya nos estamos quedando hasta sin agua porque ya se nos están secando los ríos”, manifestó. Además reveló que habían sostenido reuniones con las autoridades locales, pero que estos ya ni se asoman para ver los daños que va dejando el despale.

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Las zonas despaladas de pinares están atravesando por serios problemas de daños ambientales que ya afectan a sus pobladores. LA PRENSA/W.ARAGÓN

Torres Florián es un joven productor que junto a otros muchachos han logrado en varias ocasiones detener el paso de los pesados camiones para que no ingresen a las zonas de los pinares, “estamos dispuestos a defender estas tierras que nos heredaron nuestros antepasados. Vamos a seguir manteniendo retenes a la entrada de las comunidades para que no entren los camiones y las motosierras a saquear nuestros pinos”, aseguró.

“Hemos ido a reuniones y ahí las autoridades se han comprometido con nosotros, pero no hacen nada, y les hemos dicho que les íbamos a conseguir un técnico y después se echaron para atrás. Yo le hago un llamado a la presidenta del pueblo indígena de Mozonte que tome cartas en el asunto y respete lo que es del pueblo”, finalizó Torres Florián.

La poca lluvia que ha caído en los últimos días en las zonas del municipio de Mozonte, en Nueva Segovia, no ha ayudado a elevar el nivel de los caudales de los ríos afectados su crecimiento por el despale de pinos por unas 26 empresas madereras que cuentan con los avales de la alcaldesa y delegados del Marena e Inafor de ese municipio para cortar árboles y extraer la madera en rollos o tucas que son llevadas a aserríos de la ciudad de Ocotal, según denuncias de organizaciones ambientalistas y campesinos organizados.

Nacionales Dipilto archivo

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