No existe el pícher perfecto y el relevista nicaragüense de los Yanquis de Nueva York, Jonathan Loáisiga, lo comprobó por segunda vez en esta temporada, con un tenebroso relevo de dos outs, ambos ponches, pero con cinco hits y cuatro carreras limpias ante los Royals de Kansas City, que le asestaron su tercera derrota del año, al mismo tiempo que su efectividad se infló a 2.52.
“Fue una noche frustrante. Boté el juego de Gerrit Cole. El comando de mis picheos no estaba bien. Son cosas que van a pasar y de las cuales debo aprender”, declaró Loáisiga después del partido.
El nica cortó una hilera de 11 salidas sin permitir carrera, un recorrido de 12.2 entradas que le permitió bajar su efectividad de 2.59 a 1.63. Estaba en su mejor momento de la temporada, con todos hablando de él y entrando a la conversación por un espacio en el Juego de las Estrellas.
Sin embargo, el beisbol es cruel con los relevistas cuando no llegan en su día. Una mala salida arruina cualquier racha. Loáisiga había cumplido un mes completo sin permitir carrera y de pronto su efectividad se dispara.
El derecho pinolero de 26 años de edad cargó la derrota de los Yanquis 6-5. Entró en el octavo inning en relevo de Cole, quien dejó el partido ganado 3-2.
Loáisiga tenía el poder en sus disparos, alcanzando las 100 millas por hora en tres lanzamientos y otros tres fueron de 99, pero aún soltando fuego, si no hay comando de los picheos no es fácil sacar out en el mejor beisbol del mundo.
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Whit Merrifield inició la emboscada con un sencillo y Carlos Santana pegó un doblete. Ambos conectaron sobre sinkers de 98 millas por hora cada uno. Salvador Pérez abanicó la brisa ante un sinker de 99.5 mph, pero entonces al nica también le faltó un poco de suerte.
Ryan O’Hearn dio una rola que parecía meterse de hit al central, pero Tyler Wade hizo una buena jugada en la segunda base y el tiro a la inicial de un bount no pudo ser atrapado por DJ LeMaheiu, acreditándose el bateador un infield hit, además de impulsar una carrera.
Luego, Jarrod Dyson dio una rola por la segunda y Wade quiso poner fuera en el plato a Santana y no pudo, multiplicando el peligro.
Loáisiga volvió a meter el brazo ponchando a Kelvin Gutiérrez, sin embargo Hunter Dozier y Michael Taylor dieron hits consecutivos impulsadores de una carrera cada uno, para explotar al pinolero.
Fue el relevo 31 de Loáisiga en el año. Quedó con balance de 7-3 y su efectividad se movió a 2.52. En 39.1 entradas permite 33 hits y 13 carreras, 11 de ellas limpias, con nueve boletos y 33 ponches.
Esta fue su segunda salida terrible. El 7 de mayo ante Washington solo sacó un out y permitió cinco carreras, cuatro de ellas limpias, con cuatro imparables, incluyendo un jonrón.