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Ortega se “pelea” con sus cooperantes claves este año y arriesga más de 4,000 millones de córdobas

La cooperación bilateral ha ido decreciendo desde que Ortega retomó el poder en 2007. En ese momento el país recibía ayuda bilateral de 21 gobiernos en concepto de donaciones, pero Ortega ahora cuenta con seis gobiernos, incluida la UE.

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Mientras el régimen de Daniel Ortega responde con exabruptos a Estados Unidos y la Unión Europea por la demanda de democracia en Nicaragua y la liberación de los presos políticos, en el Presupuesto General de la República tiene contemplada la llegada de significativos recursos en forma de préstamos y donaciones para ejecutar proyectos este año, procedentes de esas fuentes, según reflejan cifras del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.

Además, la disputa de Ortega se extiende contra la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo brazo de financiamiento para la región es el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que comprometió para este año para Nicaragua casi 4,000 millones de córdobas.

Los analistas han explicado que una eventual suspensión de Nicaragua del seno de la OEA implicaría un cierre del grifo de los fondos, inclusive, los ya pactados con el Gobierno.

UE, segundo mayor donante

Solo en forma de cooperación no reembolsable, la Unión Europea, que analiza más sanciones para el régimen de Ortega, se coloca como la segunda fuente más importante para este año, con 490.4 millones de córdobas, superado solo por Taiwán que prometió 554.5 millones de córdobas.

Los eurodiputados están presionando a las autoridades de la Unión Europea para que analicen acciones, incluidas las económicas, para presionar a Ortega a que permita elecciones transparentes y justas en noviembre, así como la liberación de los opositores.

El régimen ha sido especialmente agresivo con España, de cuyo gobierno espera una cooperación bilateral este año de 18.88 millones de córdobas en donaciones, así como otros 2.19 millones de córdobas que entrarían vía la Agencia Española de Cooperación, es decir un poco más de 20 millones de córdobas.

Los números muestran que la cooperación de España está a niveles muy inferiores desde el 2017, cuando por ejemplo en ese año el gobierno de Ortega recibió 91.58 millones de córdobas en donaciones atadas a proyectos.

Pero además, Ortega en estos tres años de inestabilidad política ha perdido gradualmente otras fuentes importantes de ayuda desde Europa como el Fondo Nórdico, Holanda y Luxemburgo, para este año esas fuentes de cooperación ya no están dentro de lo planificado en el presupuesto.

La cooperación de la Unión Europea está ligada a sectores como proyectos de agua y saneamiento, educación, producción, entre otros. En el 2017 su aporte fue de 502 millones de córdobas y el año pasado ascendió a 500 millones, pese a tres años de ataques que el Gobierno mantiene con el bloque de los 27.

Los analistas no solo consideran que las donaciones del bloque como UE peligran, sino la de otros países que la integran, que de forma bilateral podrían cancelar sus paquetes de cooperación, a como ocurrió con Holanda que suspendió por tres años su ayuda que iba dirigida a la construcción del Hospital Regional del Caribe Norte, en Bilwi. Solo en el 2017 este país aportó 195 millones de córdobas, para este año ya no hay fondos frescos.

La cooperación bilateral ha ido decreciendo desde que Ortega retomó el poder en 2007. En ese momento el país recibía ayuda bilateral de 21 gobiernos en concepto de donaciones, pero Ortega ahora cuenta con seis gobiernos, incluida la UE.

Otro país europeo que canceló su ayuda fue Luxemburgo, que en el 2017 ascendió a 70.82 millones de córdobas, que fue dirigido para el Programa de Cooperación Técnica y Financiera. También Nicaragua ya no cuenta con la cooperación de Alemania y Canadá.

EE. UU. no se queda atrás

Situación similar ocurre con Estados Unidos, que por años ha sido un socio clave para Nicaragua, no solo en materia comercial sino también de recursos para ejecutar proyectos. Si bien este año ese país tiene comprometido 40.96 millones de córdobas, en el 2017 eran 54.16 millones de córdobas en donaciones.

A criterio del economista y sociólogo Óscar René Vargas, esto responde a un estilo propio de los partidos de izquierda. “Las exportaciones, remesas, IED, préstamos y donaciones provienen, en alrededor del ochenta por ciento de EE. UU. y Unión Europea y el discurso confrontativo de Ortega pone en peligro ese ochenta por ciento. La pregunta es: ¿por qué lo hace? Puede haber dos explicaciones: Ortega tiene la tendencia a negociar al borde del abismo o al filo de la navaja. Ese discurso confrontativo está dirigido a sus bases para demostrar que él va a resistir hasta el final con el fin de evitar fisuras al interior de su base social. Y la segunda hipótesis es creer que tendrá el apoyo de Rusia, China, Turquía, Irán, etcétera; al jugar a la contradicción de las grandes potencias”, dijo Vargas.

“Sin embargo, el comercio, la IED, los préstamos y donaciones de esos países no llegan ni siquiera a representar el diez por ciento del PIB de Nicaragua. Lo que nos indicaría que Ortega está desesperado, no tiene estrategia, solamente se basa en acciones tácticas con la esperanza que le dé algún resultado positivo a sus intereses”, expresó.

El economista Marco Aurelio Peña coincide con Vargas al señalar que la actitud de Ortega es irresponsable y que responde a sus intereses políticos. “El comportamiento de estos líderes es irresponsable, es característica de los gobiernos de izquierda mantener esa actitud única, de entrar en enemistad con países donantes o potencias económicas, pasó con Fidel Castro, Hugo Chávez, Maduro y Daniel Ortega, lo cierto es que estos políticos prefieren arrastrar al país a una situación de precariedad económica, de ruina, porque detrás de sus acciones vienen sanciones y bloqueos adoptados por grandes países”, dijo Peña.

El economista explica que lamentablemente Nicaragua es un país que depende mucho de la cooperación internacional. “Lo cierto es que economías como las nuestras, en vías de desarrollo, dependen en gran medida de la cooperación externa, de los préstamos y donaciones, en otras palabras, nuestra economía se sostiene de estas grandes economías. Entonces al depender en gran medida de la cooperación externa no es recomendable romper relaciones con estos países, ni tampoco mostrar hostilidad, eso es un descaro, eso no es diplomacia, eso no conviene porque afecta a toda la economía nacional. Recordemos que este tipo de ayuda es condicionada y así debe de ser, pero estos líderes critican que sea condicionada”, expresó.

No hay margen para peleas

El economista Luis Murillo señala que Nicaragua no se puede dar el lujo de pelearse con los cooperantes. “Ningún país en vías de desarrollo se puede dar el lujo de no permitir la cooperación internacional, esa es una cuestión de carácter político. Pero además la mayor parte de la cooperación que era gruesa ha venido desapareciendo y el problema es que no han establecido políticas públicas para crear condiciones adecuadas para no depender tanto de la cooperación externa”, señaló Murillo.

Para Vargas es evidente que Ortega se siente acorralado y por eso muestra una actitud confrontativa. “Mientras se debilita de cara a la comunidad internacional, Ortega incrementa la represión al interior del país sin estrategia de salida de la crisis; ya que la represión y los discursos contra EE. UU. y Unión Europea no representan salidas positivas para él. Ha perdido la brújula política estratégica”, dijo.

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