Desde hace 11 días, la preocupación embarga a la familia de Julio Ampié Machado, originario de Boaco. Él, junto a su esposa Maribel Chavarría y sus dos hijos —de 15 y 4 años—, fueron secuestrados por un cartel mexicano mientras esperaban cruzar hacia Estados Unidos.
El viaje lo emprendieron a mediados de junio, pero fue el 3 de julio que la familia en Nicaragua recibió la llamada de un conocido, que también viajaba hacia Estados Unidos, avisándoles de que a Julio y a su familia los habían detenido en Reynosa, Tamaulipas, México.
Jorge Ampié Machado, hermano del secuestrado, aseguró a LA PRENSA que en ese momento no sintieron tanto temor, pues si era la Policía que los había detenido, tenían dos opciones: o los liberaban, porque el coyote les había conseguido una credencial mexicana y podía ser un documento de valor allá, o los deportaban a Nicaragua.
“A él lo llegaron a sacar al apartamento donde estaba hospedado (junto a su familia), porque él tenía como tres días de estar esperando que lo tiraran para el otro lado (Estados Unidos)”, relató el hermano, quien aseguró que el coyote les había cobrado 18 mil dólares por cruzar a los cuatro miembros de la familia y el apartamento estaba ubicado cerca del río Bravo.
Es excarcelado político
Julio Ampié fue reo político del orteguismo. Estuvo en la cárcel casi un año después de ser declarado culpable por los delitos de lesiones y exposición de personas al peligro en perjuicio de activistas del partido Frente Sandinista en Boaco, en 2018. Ampié, junto a otros tres hombres, se desempeñaban como promotores de derechos humanos de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) en esa ciudad y fueron procesados juntos.
Fue puesto en libertad bajo la Ley de Amnistía y tras huir durante unos meses y recoger el dinero para irse, logró viajar a España, donde permaneció más de un año. “No tenía ni un mes de que había venido (a Nicaragua), se quedó sin trabajo allá y decidió venir, recoger a su familia y darle para allá (EE. UU.)”, dijo su hermano.
“Me piden rescate”
Jorge relató que la familia estaba “ahuevada” por no saber el paradero de sus familiares y el domingo 4 de julio recibieron una llamada en el teléfono de su hermana: era Julio avisándoles que estaba secuestrado y que le estaban pidiendo 22 mil dólares para liberarlos a todos.
Desde el inicio, comentó Jorge, la familia se negó a entregarles dinero a los secuestradores, pero los amenazaron e incluso le escribieron a su cuenta de WhatsApp para advertirles que no era “jugarreta”. “Que si los queríamos volver a ver, que si no empezábamos a enviar dinero, que no le iban a dar de comer y que entre más tiempo pasaba se iba a ir aumentando la cuenta. Esa es la forma con que ellos han presionado”, contó.
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Jorge es el contacto entre los secuestradores y su hermano, ya que les pidieron el número de una persona “a quien en verdad le interesara la familia”. Según Jorge, Julio lo ha llamado tres veces más desde ese domingo, pero los secuestradores monitorean la llamada y lo que hablan.
Ya entregaron 14 mil dólares
Jorge asegura que ya le entregaron una parte del dinero a los secuestradores, hasta la fecha, 14 mil dólares, según él. “Lo hemos hecho en varios envíos porque no se pueden hacer envíos de más de 1,500 dólares. Se han hecho un poco de envíos, si eso ha sido un relajo, hay que mandar ese dinero para los Estados porque ellos (secuestradores) no dan identificación, solo dan un dato y un número de cuenta y esa transacción solo se puede hacer de allá”, afirmó.
El dinero lo han recogido entre la familia de Julio, la de su cuñada y gracias al apoyo de vecinos, amistades y ciudadanos, ya que han dispuesto de forma pública los números de cuenta para recibir la ayuda.
La familia puso a disposición dos cuentas en caso de que la población desee colaborar con el resto del dinero que piden los secuestradores:
Lafise, en córdobas: 130047090
Lafise, en dólares: 117288203