CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.La precandidata presidencial de la Alianza Cívica, María Asunción Moreno, lleva nueve días en la clandestinidad, resguardándose de la Policía Orteguista, tiempo durante el cual ha cambiado en cuatro ocasiones de casas de seguridad.
En entrevista con LA PRENSA, Moreno aclara que ella no es una prófuga de la justicia, sino una “perseguida política” de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y decidió ocultarse desde el lunes 12 de julio, cuando se dirigía a la Fiscalía porque había sido citada, pero decidió no asistir a esa cita cuando se dio cuenta que todo el camino que recorrió hacia la sede de la Fiscalía estaba militarizado.
“Por querer una Nicaragua libre me he convertido en una perseguida política, no soy prófuga de la justicia, no se por qué se me citó a la Fiscalía, solo sé que la lucha por la democracia vale la pena pensando en las víctimas que perdieron su vida en el contexto de las protestas de abril y en un pueblo que resiste en medio del dolor, la cárcel, la tortura, el hambre, el exilio y la persecución sin piedad”, expresó Moreno.
La precandidata presidencial explica que han sido días angustiantes, de soledad, sin poder comunicarse con su familia, sin poder hablar por teléfono para que no la detecte la Policía.
Lea también: Alianza Cívica propone a la abogada María Asunción Moreno como precandidata presidencial
“Me disponía a ir a la Fiscalía, pero me di cuenta por el despliegue policial y paramilitar que había en el recorrido que no me iban a dejar llegar a la ‘supuesta entrevista con el fiscal departamental’, por lo que decidí pedir reprogramación de la entrevista, solicitud que fue condicionada solo si revelaba mi ubicación. La búsqueda no ha cesado, en esta semana he vivido momentos de angustia y ansiedad, al punto de casi no poder respirar, he cambiado cuatro veces de refugio. La presión es tanta que las personas que me han acogido no duermen de miedo. Pero mayor miedo tiene esta dictadura, porque se sabe derrotada, sabe que la mayoría de los nicaragüenses deseamos un futuro cercano sin Ortega-Murillo”, dijo Moreno.
La persecución
Moreno empezó a sonar como precandidata presidencial hace pocos días. Ell 11 de julio pasado la Alianza Cívica denunció que ella estaba siendo asediada.. Ella explica que se fue a vivir a otra casa tras la captura de los estudiantes Lesther Alemán y Max Jerez, ocurrida el 6 de julio.
El sábado 10 de julio le llegó una cita de la Fiscalía a una casa donde ya no habita.
Moreno narró así ese hecho: “Aproximadamente a las 8:30 de la noche (del 10 de julio) llegaron un par de personas a una casa en Veracruz, donde yo había vivido hace algún tiempo. La persona que atendió a los dos individuos preguntó qué deseaban y ellos preguntaron por mí. La persona les dijo, como no podría ser de otra manera, que yo no vivía ahí desde hace mucho tiempo y ellos le dijeron que andaban una cita del Ministerio Público para que me presentara el día lunes siguiente a las 11:00 de la mañana. Ellos, después de hacer algunas consultas telefónicas, manifestaron que debían dejar la cita. La persona que les atendía les dijo: bien, si ustedes me dicen ‘que debo recibirla lo haré, aunque ella no vive aquí’. Ellos dejaron la cita y dijeron que buscara cómo entregármela”.
Lea también: Policía mantiene bajo vigilancia la vivienda de la doctora María Asunción Moreno
Desde ese mismo sábado, la casa adonde llegó la citatoria de la Fiscalía, y otras dos casas que Moreno frecuentaba, fueron puestas bajo vigilancia y a sus habitantes se les vigila permanentemente por policías y personas de civil. “Hay al menos tres lugares militarizados desde esa fecha, a pesar de que se sabe que yo no resido en la casa donde se dejó la notificación, esa y otras dos casas más son vigiladas las 24 horas”, indicó Moreno.
Persiguen a sus familiares y amistades
La situación no solo está afectando a Moreno, sino también a amistades y familiares, quienes están sufriendo el mismo asedio y persecución que ella.
“Son seguidos por motos y carros, todo movimiento que dan está siendo vigilado. Quiero dejar claro que personalmente ya venía sufriendo acoso y asedio policial y paramilitar desde meses atrás, cada vez que iba a reuniones a la sede de CxL se me pedía mi cédula y me tomaban fotografías, me hacían esperar a veces por algunos minutos, en mis constantes viajes al interior del país con la Alianza Cívica, ya se había convertido en una rutina convivir con el asedio, la requisa de vehículos, fotografías, amenazas e insultos e incluso golpes junto a los hermanos de lucha con quienes hacía estos viajes y sufrían lo mismo, nos gritaban que “éramos unos terroristas, que queríamos destruir el país y que no nos iban a dejar”, incluso en varias ocasiones nos impidieron movilizarnos a lo interno del país por “ órdenes superiores”, manifestó Moreno.
La lucha de María Asunción Moreno
Moreno dice que aceptó ser precandidata porque lo único que desea es servir a Nicaragua.
“Yo solo quiero servir a mi país. Acepté este desafío teniendo presente el dolor de quienes perdieron a sus hijos, de quienes tienen a sus seres queridos encarcelados injustamente y secuestrados de forma arbitraria. En la Alianza Cívica hay un mandato de relevo en esta lucha cívica y pacífica que nos dejaron nuestros líderes hoy secuestrados en el Chipote, pero desde entonces lo que vivo es el infierno de ocultarme, del encierro, de perder mi libertad al no ponerme mover libremente por mi país”, expresa Moreno.
La precandidata añade: “Mi única aspiración personal es una Nicaragua con justicia, libertad y democracia. Una Nicaragua en la que todos tengamos oportunidad de vivir con nuestras familias sin violencia y represión, y para eso es necesario derrotar a la dictadura por la vía electoral con la participación de la mayoría de los nicaragüenses que desean un cambio de la dictadura a la democracia, de la represión a la libertad, de la impunidad a la justicia”, finaliza diciendo Moreno.
