El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) alcanzó hasta mayo de este año 760,499 afiliados activos, y si se compara con lo acumulado al cierre del año pasado (723,206), los registros administrativos reportan que la institución tiene ahora 37,293 nuevos inscritos, lo que se traduce a un incremento del 5.15 por ciento.
Comparado con igual mes del año pasado, hasta mayo de este año hay 51,854 afiliados más, es decir un crecimiento acumulado de 7.3 por ciento. En mayo del año pasado la base de contribuyentes del instituto ascendía a 708,645 trabajadores activos.
Los nueve sectores que registra el INSS son: agropecuario, silvicultura, caza y pesca; minas y canteras; industria manufacturera; electricidad, gas y agua; construcción; comercio; transporte, almacenamiento y comunicaciones; financiero; servicios comunales, sociales y personales.
De estos segmentos, solo electricidad, gas y agua reporta una reducción de afiliados en el quinto mes del año (-7.8 por ciento), mientras el resto ganó asegurados.
Por ejemplo, el sector que reporta un mayor crecimiento es la industria manufacturera, que logró recuperar 17,378 afiliados, pasando de 153,277 en diciembre del año pasando a 170,655 en mayo del corriente, lo que equivale a un aumento del 11.3 por ciento.
Servicios comunales, sociales y personales también refleja un aumento del 3.01 por ciento, puesto que en diciembre tenía 260,197 afiliados y en mayo de este año alcanzó los 268,054.
En tercer lugar se encuentra el sector comercio, el cual engloba a hoteles y restaurantes, en mayo se registraban 108,134 asegurados, frente a los 104,410 que captó en diciembre de 2020. La diferencia equivale al 3.56 por ciento.
En el caso del sector financiero, en el mismo periodo de referencia ganó 2,503 nuevos afiliados. Mientras, construcción logró captar 2,342 asegurados.
Por su parte, agropecuario, silvicultura, caza y pesca registró en mayo a 2,192 nuevos cotizantes. En tanto, el sector transporte captó en el mismo lapso a 1,743 afiliados. Minas y canteras recuperó a 302 asegurados.
Aún no será fácil acelerar contrataciones
Pese a ello, el INSS es una de las instituciones de las más afectadas por los choques de la crisis sociopolítica, iniciada en 2018, y por la pandemia de Covid-19, debido a la significativa caída del empleo a nivel nacional, lo que provocó una disminución de afiliados. Según las estadísticas divulgadas por el máximo emisor bancario, en mayo de 2021 el INSS captó 5,737 nuevos asegurados con respecto al mes anterior, cuando la institución cerró con 754,762.
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Asimismo, entre marzo de 2018 y mayo de 2021, el INSS acumula una pérdida de 136,370 empleados y recuperar esas plazas no será tan fácil, tomando en cuenta que la llegada de inversión desde el exterior y la privada están semiparalizadas, ante la incertidumbre que aún genera la crisis sociopolítica y las elecciones presidenciales previstas a realizarse el 7 de noviembre próximo.
Una fuente especializada en el tema, que prefirió el anonimato por temor a represalias, explicó a LA PRENSA que el crecimiento anual que traía el Seguro Social antes del estallido de la crisis sociopolítica en abril de 2018, “era mucho más fuerte que lo que se está recuperando. El ritmo hubiera sido bueno si la gente no se hubiese ido (desde la crisis política 2018)”, señaló.
A criterio del especialista, si el INSS “viniera con el mismo ritmo que tenía antes de abril de 2018, ahorita debería estar llegando a 1.5 millones de asegurados activos, aproximadamente”, expresó.
También compartió que la cobertura del Seguro Social en Nicaragua es de 21.73 por ciento, “es muy baja, más si se compara con la cobertura que tienen en Costa Rica, que supera el 80 por ciento o la de Panamá, que ronda el 90 por ciento”.
“Actualmente nuestra cobertura es muy baja, de seguir con ese crecimiento de nuevos asegurados, es probable que hasta el 2026 recuperemos lo que teníamos antes de 2018. En ese año, con este ritmo, seríamos 970 mil cotizantes”, enfatizó.
Pero, el especialista sostiene que el Seguro Social no va a crecer de esa forma si no se cambia a “un nuevo Gobierno, con una nueva política para mejorar la inversión nacional y extranjera para lograr que en menos de cinco años lleguemos otra vez a la cobertura que tenía antes del estallido de la crisis sociopolítica”. Además, proyectó que para el final de 2021 es probable que la institución cierre con 790 mil o 798 mil asegurados.
Déficit creciente
Aunque en el primer trimestre de 2021 la economía despuntó 3.4 por ciento, esta recuperación no logró aliviar la agonía financiera del instituto, el cual se encamina a su octavo año consecutivo de crisis. En ese mismo periodo, el déficit global del INSS se incrementó 110.7 por ciento, al situarse en 635.5 millones de córdobas a marzo, superior a los 301.6 millones de córdobas en igual lapso de 2020, informó el Ministerio de Hacienda y Crédito Público en su reporte sobre Finanzas Públicas a marzo.
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De hecho, el déficit global del INSS este año no está tan alejado de lo registrado en 2019 (629.1 millones de córdobas), cuando el régimen de Daniel Ortega tuvo que optar por reformar el Seguro Social para cubrir los gastos que dicha entidad demanda, entre ellos el pago a los pensionados.
Un análisis de The Economist Intelligence Unit (EIU), correspondiente a julio pasado, señala que este año el Gobierno tendrá que absorber los grandes déficits que seguirán registrándose en el INSS y otras empresas estatales.
The Economist prevé que el próximo año se aplique una nueva reforma al Seguro Social, pero estas serían insuficientes si no hay una solución a la crisis sociopolítica, la cual genera incertidumbre y desmotivación en las empresas e inversionistas.
“Es probable que el Gobierno se embarque en una nueva ronda de reformas de la seguridad social, que ayudarán a reducir el déficit del SPNF al 2.1 por ciento del PIB en 2022. Sin embargo, es probable que la mejora de las finanzas del INSS sea de corta duración; creemos que en la ausencia de una resolución al conflicto político y mejoras significativas para el negocio medioambiente, el INSS no podrá ampliar su base de contribuyentes a un ritmo sostenible”, expresaron los analistas de EIU.
Donald Soza, exfuncionario del INSS y asesor independiente en Seguridad Social, había comentado anteriormente a LA PRENSA que la situación de esta institución es la misma de hace varios años, y no se va a resolver mientras no haya una recuperación en sus cifras, similares a las registradas a finales del 2017.
“Cualquier otra cosa que se haga al respecto, en tanto no se llegue a ese punto, está caminando hacia la salida, pero no hay cambios importantes que se puedan hacer notar”, dijo en su momento.
Soza también descartó que se pudiese realizar una futura reforma a la institución y que la situación “se va a tener que sostener hasta que haya una definición política. En tanto no haya una, la situación económica no va a tomar rumbo”.
“La variable política está pasando sobre la economía y los seguros sociales se fundamentan en la economía, entonces es difícil que haya un cambio así tan drástico. Incluso, si todo fuera bien hasta las elecciones, difícilmente en el 2022 el Seguro Social estaría recuperando sus niveles del 2019”, enfatizó.
