En menos de tres minutos Félix “el Gemelo” Alvarado había devorado a su oponente. Quería seguir destruyendo cuerpos y hacerlos cenizas, pero el réferi se apiadó y detuvo las acciones. Lejos de saciar su hambre, el más pequeño de los Gemelos bajó del ring pensando en un oponente: Julio César “Rey” Martínez, verdugo de Cristofer “el Látigo” González y monarca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Tras una efímera plática con Robert Díaz, concertador de peleas de Golden Boy, aclararon el futuro. “Quedamos en que plantearíamos la opción de unificar en las 108 libras. Si Kyoguchi, Soto o Shiro se niegan a pelear conmigo voy a saltar directamente a las 112 libras para ser campeón y me gustaría enfrentar a Rey Martínez, quiero medirme con los mejores”; explicó.
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“Mi cuerpo desde el primer asalto me decía: 112 libras, a pesar que en ese round salí decidido y con contundencia, no me sentí bien y no era por falta de calentamiento. Hice lo que siempre se hace, pero también eso influyó para que terminara la pelea temprano cuando olfateé la muerte por la vía rápida”, agregó Alvarado.
René no se lo cree
René Alvarado aún no ha terminado de digerir la derrota contra Róger Gutiérrez. “Las manos de él son de mucho cuidado y sentí que me podía llevar al piso, pero tampoco entiendo ese fallo, sentí que había dominado la mayor cantidad de asaltos de la pelea, pero finalmente no me la dieron a mí. Probablemente no hice mi mejor presentación, pero fue suficiente para ganar. Él me amarró mucho. Debí tirar más golpes. No sé por qué esas tarjetas. Sentí que dos o tres asalto cerró mejor. Ahora voy a descansar y disfrutar con la familia y luego a esperar lo que pase”, concluyó el Gemelo de las 130 libras.