Desde el inicio de la pandemia, contraviniendo las órdenes gubernamentales, la jerarquía católica ordenó el cierre de los templos y la suspensión de actividades masivas; entre ellas las procesiones y otras celebraciones propias de la Semana Santa y fiestas patronales. Sin embargo, la labor pastoral de los sacerdotes los ha mantenido expuestos al contagio y ya son 20 los que han muerto bajo sospecha de covid-19, ya que sus funerales se han realizado de forma inmediata después del fallecimiento y sin ninguna ceremonia.
Mientras desde mayo pasado, el Ministerio de Salud (Minsa) ha reportado únicamente una muerte por covid-19 cada semana, la Arquidiócesis de Managua ofreció los Ejercicios Espirituales del Clero 2021 para el descanso eterno de los 20 sacerdotes que han fallecido entre enero de 2020 y agosto de 2021, es decir, desde el inicio de la pandemia hasta agosto de este año. Dicha actividad religiosa se celebrará entre el 7 y el 10 de septiembre.
El obispo de Siuna, monseñor David Zywiec, encabeza la lista de sacerdotes por los que se ofrece la actividad religiosa. Él falleció el 5 de enero de 2021 por complicaciones provocadas por un tumor cerebral. Del grupo, solo él y el obispo emérito de León, Bosco Vivas, tenían más de 60 años. El resto eran sacerdotes más jóvenes y sus muertes han sido confirmadas o se han asociado al covid-19.
Los sacerdotes fallecidos
La Arquidiócesis de Managua comprende los departamentos de Managua, Carazo, Masaya, incluye 115 parroquias en las que prestan servicio 230 sacerdotes. Incluso, hace pocos días su líder, el cardenal Leopoldo Brenes, anunció su contagio, y se supone que está hospitalizado recuperándose. Es la más afectada, ya que entre enero de 2020 y agosto de 2021 ha perdido a siete sacerdotes:
- Walter Lacayo: murió el 10 de enero del 2020 y era párroco de la iglesia El Calvario de Masaya. No se revelaron las causas de la muerte.
- Javier Antonio Reyes Treminio: era párroco de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, del barrio Loma Linda en Managua y falleció el 26 de septiembre de 2020. La Arquidiócesis pidió a sus feligreses unirse a los actos fúnebres desde sus casas, orando por su descanso.
- José Modesto López Calero: tenía 59 años y era el rector del Santuario Nuestro Señor de Esquipulas, en el municipio de La Conquista, Carazo. Falleció el 1 de marzo de 2021 y según comunicado emitido por la Arquidiócesis su deceso fue provocado por una enfermedad terminal.
- Orlando José Mendoza: era el titular de la parroquia Santa Rosa de Lima, del barrio Santa Rosa, en Managua y según fuentes allegadas a la parroquia, su muerte fue provocada por padecimientos crónicos.
- Félix García: era presbítero de la parroquia Santa Ana, en en barrio Santa Ana, en Managua y murió el 18 de junio del 2020.
- Juan Domingo Gutiérrez: falleció el 14 de junio de 2021 y se desempeñaba como vicario parroquial de la iglesia San Agustín, de residencial Altamira, en Managua.
- Uriel Sandi Gutiérrez: el 11 de agosto de 2021 se anunció su muerte, él era párroco de la iglesia María Inmaculada, en Managua y su funeral se realizó de forma privada.
- Julio Dávila Calero: prestaba sus servicios en la parroquia Monte Tabor, Managua y falleció el 15 de agosto de 2021.
La segunda más afectada es la Diócesis de León
Esta Diócesis abarca los departamentos de León y Chinandega, con el deceso de cuatro sacerdotes, entre ellos su obispo emérito:
- Monseñor Bosco Vivas Robelo, obispo emérito de León: falleció el 23 de junio de 2020 y pese a su investidura tuvo un funeral privado.
- Harold Venerio: estaba a cargo de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Chacraseca, León y la Diócesis de León informó a través de un comunicado que murió el 10 de octubre de 2020 en Estados Unidos, donde durante varios meses batalló contra una enfermedad.
- Monseñor Francisco Leiva Sánchez: era vicario parroquial del municipio de Nagarote, en León. Murió el 13 de mayo del 2020 y las autoridades de salud ordenaron que fuera enterrado de inmediato.
- Monseñor Bismark Acevedo: era el párroco de la iglesia Santiago Apóstol, del municipio de Telica, León y murió el 21 de mayo del 2020.
Diócesis de Estelí reporta cuatro sacerdotes fallecidos:
En esta Diócesis los que han perdido la vida en el periodo mencionado son:
- Julio Denis Reyes: por más de veinte años estuvo a cargo de la parroquia del municipio de Santa Rosa del Peñón, en León, pero sus últimos meses de vida los pasó como párroco del municipio de San Nicolás, Estelí. Falleció el 30 de marzo de 2021 por problemas respiratorios.
- Jaime Valdivia Pinell: murió el 30 de julio de 2021 por complicaciones provocadas por el covid-19, fue enterrado en el monasterio de la orden de los Monjes Contemplativos Albertinianos de Estelí, de la que era fundador.
- Francisco Valdivia Lazo: era párroco de la iglesia San Juan Bosco y director de Cáritas Diocesana de Estelí. Murió el 18 de agosto y fuentes cercanas a la Arquidiócesis de Managua confirmaron que su deceso fue provocado por el covid-19.
- Julio César Melgar: era titular de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Estelí, murió el 9 de agosto por complicaciones provocadas por el covid-19 y antes de enterrarlo le celebraron una breve misa especial afuera de su parroquia.
Diócesis de Matagalpa reporta dos fallecidos:
- Pablo Espinoza: era el titular de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el municipio de Rancho Grande, en Matagalpa, estuvo hospitalizado varios días y fue enterrado de forma inmediata.
- Dámaso Suazo: tenía 66 años y era vicario de la parroquia San Juan Bautista, del municipio de Muy Muy, Matagalpa. Falleció el 30 de agosto y a través de un comunicado la Diócesis de Matagalpa pidió a sus feligreses “posibilitar que únicamente la familia acompañe el responso” previo a ser sepultado horas después del deceso.
La Diócesis de Ganada reporta un sacerdote fallecido:
- Francisco Solano: tenía 55 años y era párroco de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe y director de Cáritas Diocesana en Granada, estuvo varios días ingresado en un hospital de Managua con respiración artificial.
Como ocurre con el resto de muertes registradas en el país, las de estos sacerdotes son atribuidas a diversas causas, pero no al covid-19, aunque los síntomas sean evidentes e incluso se ordene a los familiares que sus cuerpos sean enterrados inmediatamente y sin ningún rito religioso masivo, sino únicamente con la presencia de sus familiares más cercanos.