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Cacao y Robótica, futuro de la región

Niños, padres de familia, comunidad educativa y actores sociales ven en la robótica educativa el boleto hacia un mejor futuro y desarrollo económico de Waslala

Hace un año Sheryl era una niña muy calladita, tímida e introvertida. Su tono de voz era muy bajito y nunca participaba en clase. Hoy habla un poco más, su tono de voz es fuerte, participa, opina, aporta ideas y se ha convertido en una pequeña coach de robótica para niños más pequeños que ella. El proceso de cambio de Sheryl ha sido posible mediante la robótica educativa, dice Linda Treminio, trabajadora social y docente del Centro Cenalkawas, del municipio de Waslala, en el norte del país.

Sheryl es una de las niñas y niños que reciben robótica educativa en tres centros educativos de este municipio: Colegio Rubén Darío, Colegio Cristiano Estrella de Belén y Centro Cenalkawas, en donde se ha implementado esta herramienta de aprendizaje desde el año 2019, cuando inició el proyecto piloto con 480 niños, indicó Marlon González, director de Fundación Madre Tierra (Fumat), la cual ha impulsado la robótica educativa en Waslala con el apoyo de la cooperación de organismos como Ayuda en Acción y de la mano con WRO Nicaragua y Comtech.

Tres años después de haber incorporado robótica educativa en el proceso de enseñanza aprendizaje, el impacto en la niñez ha sido profundo: mejoró al 100% la permanencia educativa, disminuyó la deserción escolar, mejoró la comprensión lectora, las matemáticas y las habilidades blandas. Así está demostrado en el Estudio de Impacto que Fumat realizó recientemente con un consultor. “Eso no lo teníamos hace tres años. La educación de Waslala era una educación típica, corriente, lo mismo en la pizarra, ahora estamos hablando de aulas invertidas, de gamificación, la educación de calidad está trascendiendo”, afirma el director de Fumat.

Considera que “la educación en Waslala estaría cinco puntos abajo si no hubiera dado el paso por la robótica”, afirmación que basa en el estudio realizado, elementos de comparación e indicadores que fueron medidos. “La apuesta por la robótica es totalmente pertinente para nuestro municipio. No tenemos duda que nos hace un aporte grande”, dice Marlon, para quien la robótica representa que los niños mejoren sus habilidades blandas como pensamiento crítico, trabajo en equipo, solidaridad e igualdad de género.

Ampliarán cobertura

 

Waslala celebra su olimpiada regional de robótica
Comtech entregó un reconocimiento a Fumat y Ayuda en Acción por sus esfuerzos por implementar la robótica educativa en Waslala. La Prensa / Cortesía

Es por eso que a las tres escuelas que ya tienen robótica en el municipio, se sumarán dos más en las comunidades rurales San José Dipina y Angostura Dudú, en donde se atenderán 100 niños más, con el propósito de acercar esta educación de calidad a niños en situación de vulnerabilidad y que no tienen acceso a tecnología. Para ello, se capacitará y certificará a 15 nuevos docentes y se trasladará la experiencia que han dejado tres años de robótica en el casco urbano de Waslala. Se espera que estos dos centros ubicados a unos 60 kilómetros de Waslala estén habilitados con robótica el próximo mes de octubre. Asimismo, dentro de dos años, esperan incorporar robótica en las escuelas de secundaria.

“Valoramos que nuestro sujeto de cambio, nuestro centro de energía es la niñez”, dice el director de Fumat, desde donde se ha fomentado una serie de programas que incluyen robótica educativa, promoción de lectura a través de rincones cuenta cuentos y aulas tecnológicas mediante  tecnologías de la información y comunicación.

La contribución de la robótica ha sido tan relevante en Waslala, que los sectores involucrados buscan incluirlo en la currícula educativa. “Estamos en la lucha de que lo incluyan en la currícula durante las horas de clase, que no sea una carga extra, que se vincule a las asignaturas”, y esperan que pueda ser posible para el año 2022, ya que el Ministerio de Educación lo ve como algo muy positivo, indicó González.

“Estamos en Waslala aumentando el número de escuelas, vamos a continuar trabajando en esta línea, fortaleciendo capacidades con el personal docente y en las capacidades instaladas de las escuelas, no solo con robótica, sino con el componente de tecnologías educativas”, dijo Martha Lorena Mora, directora país de Ayuda en Acción.

Adelantó que el próximo año se aumentará la cobertura de robótica. “Existe un compromiso de avanzar. Tenemos dos estrategias priorizadas a nivel global. Nicaragua debe cumplirlo en términos de  lo que tenemos como plan de trabajo en todos los países: la educación y el desarrollo económico a través de empleabilidad y emprendimiento. En educación, la innovación y tecnología es la prioridad con la que estaremos trabajando… en Nicaragua nuestro compromiso tiene que ver con innovación tecnológica, en este caso, educación digital, robótica, uso responsable de redes sociales, rincones cuenta cuentos orientados a poder mejorar o deleitarse del hábito de la lectura, mejorar las capacidades ludopedagógicas en la comunidad docente”, dijo la directora país.

Indicó que la robótica “permite contribuir a muchos indicadores de calidad educativa, porque esos niños a la hora de volver a clase son generadores de cambio, difusores de buenas prácticas”, lo que implica un impacto de gran importancia porque los niños y niñas son agentes de cambio. Destacó que la robótica ha despertado una actitud positiva en las madres de familia, autoridades locales como el delegado municipal de educación y hasta la mesa de educación que se conforma en el municipio, la cual es liderada por el alcalde. “Es un trabajo muy coordinado, parte de un plan de trabajo de la cooperación que desarrollamos con el Ministerio de Educación”, dijo.

Una asignatura todavía pendiente

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Waslala ha logrado una importante articulación entre organismos que trabajan en pro de la niñez, como Fundación Madre Tierra y Ayuda en Acción, la municipalidad, el Ministerio de Educación, WRO Nicaragua, Comtech, padres de familia y docentes, lo que se traduce en una experiencia de éxito que puede ser un modelo para replicarse en otros centros y comunidades, lo cual es algo muy significativo.

Sin embargo, todavía hay mucho por hacer. Waslala cuenta con 234 escuelas, de las cuales Fumat atiende a 36 y la robótica educativa ha llegado a dos escuelas y el centro Cenalkawas, que atiende a niños en riesgo social.

“Nicaragua todavía tiene asignaturas pendientes. Hay avances. Hace diez o cinco años ni siquiera teníamos planes como país, dentro de un plan nacional  de que hubiera una temática como robótica en la educación primaria y secundaria”, dice  Martha Lorena Mora, Directora País de Ayuda en Acción. Para ella, “que el Ministerio de Educación priorice un tema de tecnología dentro de la currícula educativa es un cambio importante”.

No obstante, considera que “nos hace falta mucha más inversión”, lo cual es responsabilidad tanto del sector privado, la cooperación, como del Ministerio de Educación y el gobierno. “La formación de capital humano es de todos. Estos recursos que se forman van a parar, en términos de empleo, al sector privado, van a ser parte de ese sector privado, sea porque vayan a emprender o porque vayan a integrarse al equipo de colaboradores. En la medida que el sector privado invierta, la cooperación internacional invierta, el gobierno facilite e invierta, vamos a progresar en esas metas, a equiparnos en lo que otros países pueden estar más adelantados”, manifestó.

González coincide en que hay elementos en los que hay que trabajar: “La sensibilización a la empresa privada, a las instituciones del Estado, cooperativas y asociaciones para que comprendan, entiendan e inviertan en la educación”. Agregó que “falta la incorporación de la empresa privada”, que se involucre el sector productivo. “Las lecheras, las queseras, las cacaoteras no han despertado a invertir en este proceso, destinar recursos a las escuelas”, criticó.

Para él, la mirada de las empresas debería estar puesta en la educación de calidad, proyectando poder cambiar ciertos elementos productivos en el municipio, porque la base productiva de Waslala está trabajada por cooperativas, asociaciones y organizaciones de productores, pero con una lenta inversión en el tema de tecnología.

Una inversión para el futuro

“La robótica es costosa, pero es una inversión a futuro y si la hacemos en la niñez, que es el centro de energía y sujeto de cambio principal, vamos a tener la retribución a largo plazo”, agregó. En ese sentido, González visiona a los niños de hoy invirtiendo su conocimiento en el municipio y no fuera, ya que las organizaciones trabajan un plan de desarrollo que implica arraigo territorial.

Cuando el director de Fumat habla de inversión en el futuro, se refiere a que estos niños estarían “cubriendo la demanda de talento humano que inversionistas extranjeros pudieran hacer en la comunidad para el proceso de automatización en la cadena de producción y comercialización de productos como el cacao. Que la base productiva de nuestro municipio se automatice con tecnología, que se mueva desde la propia formación de nuestros niños en un futuro no muy lejano”, añadió.

Martha Lorena destacó que la robótica ha permitido que estos niños y niñas se miren en el futuro como ingenieros y en ellos hay un cambio de ideas y mentalidad. “Para la comunidad es un activo social importantísimo, son niños que tienen un pensamiento en función de profesionalizarse, tecnificarse, piensan que es posible hacerlo estando en Waslala, que es posible contribuir en su comunidad desde un rol distinto”, opinó.

“Lo más importante es que esos cambios, una vez que se dan, no hay vuelta atrás. Es un niño que ya se retiene en el sistema, que querrá seguir estudiando. Un recurso formado, tecnificado, profesionalizado, solamente tiene un resultado y es mayor desarrollo humano y económico para este territorio y para el país. Lo que se está formando son capacidades en un capital social para el territorio, para la gestión del territorio”, añadió.

En ese sentido, González expresó que fortalecer las capacidades de la niñez mediante la robótica y vincularlos al eje del motor económico del municipio, que es el cacao, se traduciría en el impulso al desarrollo económico que el territorio necesita.

“Todo Waslala gira alrededor del cacao, pero tenemos poca inversión tecnológica, poco conocimiento, las cooperativas trabajamos de manera antigua, se sigue vendiendo la materia prima y tenemos que trascender a dar valor agregado a nuestra producción, porque los productores no adquieren los ingresos correctos,   o mejoran su economía porque seguimos haciendo agricultura arcaica, vendiendo el grano, cuando deberíamos estar procesando pasta, procesando otros elementos y creemos que ahí viene una inversión en el área de robótica para mejorar la productividad”, analiza.

Robótica, motor de cambio social e igualdad de género

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La robótica educativa también ha permitido trabajar la igualdad de género. En Waslala, el 50% del estudiantado que recibe robótica son niñas. “Nuestra apuesta es poder abrir  opciones para que las niñas participen en igualdad de condiciones en ejercicios como los que ofrece robótica. Eso es una categoría de inclusión de género. Por otro lado, robótica para nosotros es una ventana que nos ofrece desarrollar otras habilidades blandas: trabajo en equipo, lenguaje no sexista, respeto dentro de la distribución de tareas, capacidad de liderazgo en las niñas y niños”, dijo Martha Lorena.

De manera que la robótica permite romper barreras de acceso al desarrollo tecnológico para las mujeres e impacta en la prevención de la violencia de género y el empoderamiento de las mujeres desde temprana edad. “Que en un grupo de trabajo ellas tengan voz, participen, lideren un proceso de trabajo, que estén en las diferentes etapas del proceso contribuye no solo a visibilizarlas como un sujeto de cambio, sino con todo lo que ello implica”, manifestó. En ese mismo grupo de trabajo el niño aprende que a la niña se le respeta como persona, que no se le violenta, que se le escucha, que ella tiene opinión propia, capacidades y habilidades igual que él, que son complementarios, aprende nuevas formas de masculinidades positivas, agregó.

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