La audiencia preliminar en contra de Juan Francisco Obando Pérez, de 41 años, señalado por el Ministerio Público de haber asesinado a su madre, Bonifacia Jarquín Pérez, fue suspendida por una jueza de Siuna, Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN), tras comprobarse que la condición mental del hombre no es coherente con la realidad. Además, se supo, sufre demencia severa.
Este crimen ocurrió el pasado 2 de septiembre, cuando la víctima estaba en su vivienda, ubicada en la comunidad Bocana de Asa Yuluwas. El sujeto le propinó varios machetazos y ella murió de shock hipovolémico, dijo el forense que la examinó.
La judicial Yelba Lino Macario, del Distrito Penal de Audiencia de ese municipio, argumentó que ella, como garante de los derechos humanos, el debido proceso y garantías del acusado desde que inicia el proceso hasta su finalización, le preguntó a Obando Pérez si entendía sobre la celebración de la audiencia, sin embargo, este contestó que no.
“De igual manera, tengo a la vista el dictamen psicológico en donde se determina que el acusado tiene demencia severa. Asimismo, existe un dictamen médico forense que en la parte conclusiva determina que debe ser valorado por un especialista psiquiátrico, quien es el único que puede decir el grado de la afectación mental que tiene el señalado”, manifestó la jueza.
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Asimismo, ordenó que de manera urgente se hiciera la coordinación con el médico forense y la Policía de Siuna, para que el hombre fuera trasladado bajo la custodia de oficiales a Managua y así se le asignara un médico especialista, quien determinará la condición de su salud mental. Solo así se conocerá si el hombre amerita ser ingresado en el Hospital Psicosocial por su condición, para que pueda mejorar y de esta forma enfrentar el proceso. O bien, de estar estable, será regresado de manera inmediata a la celda preventiva de Siuna para reanudar el proceso penal en su contra. La Fiscalía lo acusa por el delito de parricidio.
Procesado fue a la vela
Tras haberle quitado la vida a su madre, Juan Francisco Obando Pérez, casado y de oficio agricultor, se presentó en la vela al día siguiente por la madrugada, momento en que familiares aprovecharon para amarrarlo y entregarlo a las autoridades.
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Se conoció por otros hijos de la víctima que el hombre horas antes de cometer el atroz crimen la había amenazado con quemarle la casa, si ella no llegaba a visitarlo a su vivienda, ubicada a unos 500 metros de distancia. Pese a que para ella el sujeto ya representaba un peligro, fue a acompañarlo. Momentos después todo terminó en tragedia.