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Santos Jarquín, de tan solo 21 años de edad, consiguió cifras sorprendentes. LA PRENSA

Santos Jarquín, el chavalo más dominante desde Antonio Chévez

Por primera vez cinco lanzadores podría compartir el liderato de victorias, mientras que otros dos empataron el récod nacional de derrotas

Santos Jarquín, el enigmático tirador del Bóer, de tan solo 21 años de edad, tuvo una de las temporadas más dominantes para alguien de su edad, al ganar las coronas de efectividad y ponches, en una macabra combinación de fineza y poder.

Jarquín terminó con 1.58 en efectividad, con un promedio de bateo en contra de .191, mientras “fusilaba” a 142 bateadores en 119.1 episodios, para una frecuencia ponchadora de 10.7 cada nueve episodios, con el agregado de dos juegos sin hit ni carrera. No obstante, por alguna razón las victorias no fluyeron de la forma que se esperaría con semejante labor, al terminar con balance de 10-6 en 24 aperturas en la temporada.

Ese tipo de dominio para un tirador tan joven, no se miraba en nuestro beisbol desde 1973, cuando el leonés Antonio Chévez, con 20 años de edad, ganó la triple corona de picheo con cifras asombrosas de balance de 20-1, con 172 ponches y 0.92 de efectividad en 186 innings. Algo fuera de serie que lo llevó a firmar con los Orioles de Baltimore y eventualmente llegar a las Grandes Ligas.

Jarquín no tuvo tanta suerte en el asunto de las victorias y tuvo que “conformarse” con dos de las tres principales coronas del picheo, además de ser el lanzador más difícil de descifrar al tener el promedio de bateo más bajo en su contra.

Todavía muchos se preguntan cual es el secreto de su enorme dominio. Algunos apuntan a la rotación o spin de sus lanzamientos, otros a la mezcla de su bola rápida de 90 millas por hora combinada con una curva, y también está que todos sus disparos salen del mismo ángulo del brazo. Seguramente es la suma de todo lo anterior, pero lo más importante es que podríamos estar en presencia de alguien especial.

Además de los cuatro ganadores de la triple corona de picheo (Chévez, Porfirio Altamirano, Julio Moya y Diego Sandino), Jarquín es el único ganador de los títulos de efectividad y ponches uniéndose a Oscar Danilo Torrez (2001) y Devern Hansack (2005).

El liderato de victoria en este momento es compartido por Gustavo Martínez y Samuel Estrada, de Matagalpa, además de Ronald Medrano, de los Dantos, y Esteban Pérez y Félix Carrasco, de Estelí. Sin embargo, Estelí tiene aún un juego extra pendiente con Boaco y ahí se podría romper este hermanamiento.

De persistir el empate, sería la primera vez que cinco brazos se reparten ese liderato. La marca es de cuatro en 2005, cuando Amauri Sanit, Cairo Murillo, Chico Rayo y Jairo Pineda ganaron seis partidos cada uno.

Como contraparte, Norman López, de Estelí, y Harvin Talavera, de Jinotega, empataron el récord nacional de derrotas con 17, impuesto por Roberto Reyes en 1990 y repetido en 1991.

Wilber Bucardo, el taponero del Bóer, fue líder de salvamentos con 25 y esta representa la segunda mejor marca de la historia de nuestro beisbol, únicamente superada por los 32 de Francisco Valdivia en 2016.

Samuel Estrada, quien ganaría el premio de retorno del año si se otorgara aquí, encabezó los juegos completos con 13 y las blanqueadas con seis, este último rubro empatado con el leonés Junior Téllez.

Junior fue el que más innings recorrió con 162.2 y Jimmy Bermúdez, del Bóer, el de más apariciones con 48, todas como relevista.

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