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Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa. LA PRENSA/ARCHIVO

Monseñor Rolando Álvarez: “El Estado es una institución que debe estar al servicio nuestro”

El obispo también mencionó que la soberbia y el afán por el dinero es "el origen de todos los males"

En su homilía de este domingo, el obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, expresó que “el Estado es una institución que debe estar al servicio nuestro, al servicio del pueblo”.

El obispo continuó diciendo que todos los funcionarios públicos “deberían concebirse y entenderse como servidores, al servicio nuestro. Al servicio del pueblo”, y también dijo que “quien no vive para servir, no sirve para vivir”.

Por otro lado, monseñor Álvarez, quien ofició la misa usando doble mascarilla en una clara medida de prevención contra la covid-19, dijo que “debemos asumir el desafío de grandes proporciones que supone educarse en ciudadanía”, y “abandonar radicalmente la idea que somos súbditos del poder, sino ciudadanos, con derechos y libertades”.

Monseñor Álvarez también mencionó que los funcionarios públicos deberían estar orientados a dar respuesta a los problemas más sensibles de la población como el hambre, la pobreza, la salud, la educación “y a respetar la institucionalidad propia de un Estado auténtico. Esto es realmente hacer patria”.

LEA TAMBIÉN: El virus infernal contra la Iglesia católica

El mensaje del obispo llega en un momento de continuos ataques del régimen de Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, contra la Iglesia católica, que se ha posicionado a favor de las víctimas de la represión y ha demandado el cese de la misma.

Afán del dinero: “Origen de todos los males”

De igual manera, el obispo de la Diócesis de Matagalpa mencionó que está “muy bien” sentir temor de la soberbia y el afán del dinero, porque “el origen de todos los males es el afán del dinero”.

En su mensaje, el obispo explicó que la Cruz y la humillación son parte de la vida de todos los cristianos, porque “el que quiera ser el primero debe ser el último y el servidor de todos”, como narra el Evangelio del día.

Es por ello que Álvarez invitó a trabajar, no por querer ser aplaudidos, y no sentirse el más importante solamente por ser consultados.

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