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Maynor Curtis, abogado de presos políticos. LA PRENSA/ Óscar Navarrete

Maynor Curtis, abogado de presos políticos: “Al menos siete colegas se han tenido que ir del país porque dijeron que tenían amenazas”

Son pocos los abogados dispuestos a defender presos políticos. Maynor Curtis es uno de ellos. Nos cuenta cómo son las audiencias en El Chipote y cómo han sido los interrogatorios en la Fiscalía contra periodistas

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Maynor Curtis habla en voz baja y hace pausas para toser. Aún se recupera de las secuelas que le dejó el Covid-19. Es de los pocos abogados dispuestos a defender a los presos políticos.

La represión del régimen de Daniel Ortega ha hecho que algunos juristas tengan temor de involucrarse en estos casos, y algunos hasta han salido del país por amenazas en su contra, dice el abogado en esta entrevista.

Curtis es defensor de los presos políticos Pedro Joaquín Chamorro Barrios, Hugo Torres Jiménez, Víctor Hugo Tinoco, el periodista Miguel Mendoza, y el precandidato presidencial Juan Sebastián Chamorro.

También acompañó al menos a 27 personas citadas por la Fiscalía en el caso contra la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, la mayoría eran periodistas. En esta entrevista, nos habla sobre esos interrogatorios y también sobre las audiencias en las cárceles del “nuevo Chipote”.

¿Cuál es la situación de sus defendidos?

Por el momento ha sido admitido el documento de intercambio de información y pruebas, y el proceso fue elevado a la causa. También se les negó el cambio de las medidas cautelares que habíamos solicitado de prisión preventiva a detención domiciliar con custodia de policías. Eso fue negado. También fue negado el cese de la tramitación compleja. Esa es la situación jurídica legal de ellos.

¿Cómo están ellos físicamente?

Los he visto delgados. Han perdido mucho peso. Yo les pregunté y me expresaron que han perdido varias libras. No me dijeron exactamente cuánto, pero andaban entre 18 y 22 libras menos durante el tiempo en que han estado bajo detención judicial.

¿Cómo son las audiencias en El Chipote?

Unas se celebran en un auditorio que hay ahí en el complejo policial y que es bastante amplio. En cuanto a las medidas de seguridad por el Covid-19 pues hay bastante distanciamiento entre la defensa y los reos, la defensa y el Ministerio Público, con el judicial también. Sin embargo, a la par de cada reo están miembros de la Policía Nacional. Una vez que termina la audiencia, se requiere que autoricen a los miembros de la Policía Nacional para que nos trasladen en un vehículo hasta la entrada del Complejo Policial.

¿Solo en el auditorio se realizan las audiencias?

Otras audiencias se realizan en una sala más pequeña que está en el mismo edificio donde están las celdas de los detenidos. Nosotros entramos a esa salita por el costado sur y a ellos los traen del otro lado. Al costado norte deben estar las celdas de los detenidos. No están en forma de galerón, sino que son como edificios, como complejos de oficinas y no se nota desde afuera que ahí están las cárceles si no es porque los mismos detenidos te lo dicen.

Cuando llegamos a las audiencias nos toman fotocopias a nuestros carnés de abogados, y cuando estamos en la sala de audiencia se nos vuelve a fotocopiar por oficiales de la Policía. Empiezan a tomarnos fotografías. Es importante señalar que mi bolso personal no me lo revisan, pero obviamente nunca ando nada ilegal en mi bolso.

¿Se pueden celebrar audiencias en un Complejo Policial?

No, de hecho, viola el artículo 121 del Código Procesal Penal, como también artículos y el reglamento de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en los cuales se establece que las audiencias se tienen que hacer en la sede, o en los despachos de los judiciales, en este caso, en el Complejo Judicial de Managua.

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Realmente no sabemos por qué las audiencias se están celebrando ahí (Auxilio Judicial), lo único que sí puedo asegurar es que se están violando las reglas procesales porque el juez puede o tiene que celebrar la audiencia en su propia sede. La sede del juez no es el departamento de Managua, esa es su jurisdicción, pero no la sede. El Código Procesal Penal establece que los tribunales actuarán en sus propias sedes.

¿Cuántas audiencias se han celebrado hasta el momento?

A cada persona se le han realizado dos audiencias. La audiencia inicial y la preliminar, excepto a la señora Cristiana Chamorro que se le han realizado tres audiencias. Una preliminar, luego una ampliación de la acusación y luego la audiencia inicial. Yo he participado en cinco audiencias iniciales en cinco procesos diferentes.

Cristiana Chamorro está detenida en su casa, pero los demás acusados en el mismo caso de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, como su defendido Pedro Joaquín, están en El Chipote ¿Cómo se están llevando las audiencias en ese caso que los acusados están en diferentes lugares?

Lo que hizo Auxilio Judicial fue trasladar a la señora Cristiana de su casa a las instalaciones del Complejo Policial donde están las oficinas de la Dirección Nacional de Auxilio Judicial (El Chipote) y en el momento de la audiencia la ingresan al auditorio y luego ingresan a los demás acusados que están ahí detenidos. Posterior a la audiencia, me imagino que la regresan a ella a su casa.

¿Habrá una tercera audiencia en el Complejo Policial?

Todavía no se ha programado una nueva audiencia. Los jueces dijeron que no iban a dar fecha probable, pues iban a dejar que el juez de juicio señalara la fecha de la audiencia, sin embargo, en la fecha de la audiencia inicial celebrada en los diferentes casos que participo, solicité y también las otras defensas solicitaron que se girara oficio a Auxilio Judicial para que nos permitiera entrevistarnos con nuestros defendidos de forma privada. En el caso de la Fundación se pidió eso el 2 de septiembre y hasta el momento no nos han notificado de que el juez haya girado ese oficio. Ya son más de 15 días que se celebró esa audiencia donde hicimos la solicitud y todavía no tenemos respuesta.

¿Cómo es el trato de los agentes policiales cuando llega a las audiencias?

El trato de los oficiales es bastante amable. Realmente ellos hacen lo que debería hacer cualquier oficial o cualquier funcionario público, tratar a los usuarios con amabilidad y a nosotros nos tratan con bastante amabilidad y respeto.

¿Sus defendidos han podido recibir atención médica y visitas de sus familiares?

Mis defendidos me comentaron que los mira un médico del hospital de la Policía. En el caso de don Pedro Joaquín Chamorro, no le están dando su tratamiento conforme a lo que su médico, previo a su detención, le prescribía. Creo que él padece de tres enfermedades distintas. Y visitas, casi los tres meses que tienen ahí detenidos solo han tenido una visita familiar.

¿No sabe si van a poder recibir una segunda visita?

No, desconocemos. Recientemente la esposa de uno de los detenidos me expresó que diario pregunta cuándo será la segunda visita, pero solo les responden que ahí les van a avisar. Todavía no saben cuándo.

¿Cuáles son las pruebas que ha presentado el Ministerio Público contra sus defendidos?

Las pruebas que ellos tienen en el caso de la Fundación (Violeta Barrios de Chamorro) son un montón de cheques, testimonio de 13 personas civiles y testimonios de como 30 oficiales de la Policía, peritos. Y los otros casos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, pues cuentan con los peritos de la Policía que hicieron los allanamientos, las detenciones, las órdenes de detenciones, los actos de convalidación de esas órdenes, y tienen publicaciones en Twitter y en Facebook.

¿Cuándo prevé que se conozca la conclusión de estos procesos?

Todos tienen tramitación compleja, al menos en los que yo estoy de defensa. Eso significa que tenemos hasta como el 15 de octubre para presentar nuestro intercambio de información y prueba. A partir de ahí, digamos fines de octubre, el juez dispone hasta principios de febrero para programar la audiencia a juicio ya que la tramitación compleja duplica los plazos y el juez tiene la obligación de dictar un veredicto o sentencia a más tardar a los seis meses desde que se les hizo la audiencia preliminar. Si empieza el juicio en noviembre o diciembre, ya no vamos a llegar hasta febrero. Es legal que el juez, de acuerdo a su agenda y su carga judicial, fije el juicio entre el 20 de octubre a los primeros días de febrero. Él va a calcular que el juicio termine antes de que se terminen esos seis meses.

Maynor Curtis, abogado de presos políticos: “No sabemos por qué las audiencias se están celebrando ahí (en El Chipote), lo único que sí puedo asegurar es que se están violando las reglas procesales porque el juez puede o tiene que celebrar la audiencia en su propia sede”

¿Cuántos abogados son los que están defendiendo a los actuales reos políticos?

Yo creo que más o menos somos como unos ocho o diez abogados. Yo defiendo cinco, otra abogada defiende cinco. Hay un abogado que defiende a cuatro. Y así estamos.

Parecieran pocos abogados para la cantidad de defendidos

Yo considero que es bastante real porque, a decir verdad, con siete abogados se podría defender a las 35 personas detenidas. Ya si hubiera más detenidos, se va a requerir de más abogados porque en mi caso y en los que también tienen cinco detenidos, se complica la situación al tener más gente por cuando te llegan las audiencias.

Por ejemplo, yo tuve dos audiencias el 2 de septiembre, dos audiencias el 3 (de septiembre) y una audiencia el 6. Las primeras dos audiencias eran con el mismo juez, entonces no tuve problema. Las otras dos audiencias eran con diferentes jueces, entonces la juez de la primera le comunicó al otro juez que me esperara y eso es bueno cuando te encontrás con jueces que entienden esa situación. Hay otros jueces que te esperan 15 minutos y si ya no llegaste, te la reprograman. Entonces por esa razón uno no se puede llenar de tantos casos que estén en el mismo proceso inicial. Ya cuando estás en juicio si podés tomar otros casos porque no se te van a dar audiencias de juicios juntas.

¿No tiene temor por estar defendiendo a opositores en casos políticos?

Bueno, yo llevo poco más de tres años de defender a presos políticos. De hecho, inicié en la audiencia preliminar del caso de Ángel Gahona que fue a inicios de mayo del año 2018, y hasta la fecha, gracias a Dios nunca he sido amenazado, ni hostigado, ni tampoco me han dicho algo o me han enviado algún mensaje a través de las redes, pero trato de andar con el mayor cuidado posible.

De los colegas que yo conozco que estábamos defendiendo presos políticos, tengo conocimiento de al menos siete de ellos que se han tenido que ir del país porque dijeron que tenían amenazas. Con todos ellos compartí defensa en casos de reos políticos, pero ninguno de ellos nunca me manifestó cuáles fueron exactamente las razones de las amenazas, simplemente cuando me di cuenta ya habían salido del país y me dijeron que temían por su seguridad y que por eso se habían ido.

¿Cómo ha estado usted de salud? Supe que tuvo padecimientos relacionados al Covid-19

Yo no tuve padecimientos relacionados al Covid-19. Yo tuve Covid-19. Me hice un examen y salió positivo. Estuve en una cuarentena en mi casa como de unos 25 días donde solamente salía para consultas médicas. Solo había una persona más en mi casa y nadie entraba y salía. Cuando alguien me llegaba a buscar, desde las ventanas se les informaba que estaba con Covid-19.

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Me quedaron fuertes secuelas del Covid-19 porque me atacó fuertemente el sistema respiratorio y el corazón. Adquirí un hongo y estoy gracias a Dios con tratamiento. El hongo se pudo descubrir cuando recién había entrado en el sistema y se pudo combatir a tiempo. Todavía estoy con secuelas. Tengo un poquito de problemas para hablar y me encuentro con mis defensas bastantes bajas. Si camino una cuadra bastante rápido me canso o si me pongo a hacer una actividad normal, me canso bastante rápido.

¿Cómo ha hecho para trabajar padeciendo las secuelas que le dejó el virus?

Bueno, la asistencia a las audiencias obviamente me retrasó el avance que había tenido con mi voz. Estaba mucho más afónica. Esos días tenía la voz mucho más afónica, pero con los tratamientos y terapia se ha ido mejorando, pero era necesario e indispensable mi presencia en las audiencias, sobre todo para evitar retardación de justica por causa de la defensa. Gracias a Dios las audiencias fueron programadas alrededor de 15 días que yo ya no tenía el Covid-19.

Actualmente, el estar hablando me causa tos. Tampoco puedo hablar tan rápido ni elevar mucho la voz. A veces cuando estoy hablando por teléfono me dicen: “Casi no le escucho”, entonces trato de subir la voz. Estoy afónico. Probablemente tenga problemas en las cuerdas vocales y aparte el tratamiento que estoy recibiendo por ese hongo que adquirí mientras estuve con Covid-19.

Usted también acompañó a varios periodistas que fueron citados a la Fiscalía, ¿cómo eran esos interrogatorios?

Todos eran muy similares, casi parecidos. Se llegaba ahí y se daba acompañamiento a la persona. Como las personas iban a dar su testimonio de lo que sabían, entonces en mi calidad de abogado no podía intervenir en las preguntas que le hicieran, salvo que hubiera habido una que violara su derecho constitucional de guardar silencio o que yo hubiera podido pensar que podía incriminarse con su respuesta.

¿Hubo preguntas de ese tipo?

Gracias a Dios no hubo. Nunca tuve que intervenir. Nunca hubo ese tipo de preguntas incriminatorias hacia las personas. Al menos en lo que yo conozco, que fueron más o menos 27 personas. En su mayoría eran periodistas. Ellos dieron sus declaraciones y al final de la entrevista imprimían el acta, los fiscales permitían que leyéramos el acta. En algunos casos se hicieron correcciones sobre algunas frases y después que estaba el acta tal y como habían declarado, pues se firmaba y nos retirábamos de las instalaciones.

¿Cómo era el lugar de los interrogatorios?

Por lo general tenían salas amplias donde la persona y yo estábamos en una mesa bastante grande, como de unos cuatro metros de largo, y en el otro extremo estaban el fiscal interrogador. A la par estaba otro fiscal que también hacía preguntas. Mínimo estaba el fiscal y un asistente. En otras ocasiones había dos fiscales, un secretario y otras personas de una unidad especializada en crimen organizado, y ellos pasaban preguntas por escrito a los fiscales.

El testimonio de todos los que yo acompañé versaba simplemente en fondos que habían recibido de la Fundación Violeta Barrios. Yo les hice ver a las personas que no iba a decirles que no contestaran, salvo en los casos en que se violaran o se intentaran violar los derechos constitucionales de la persona. Yo simplemente observaba al fiscal, oía las preguntas que hacían y las respuestas, y al final ayudaba a revisar el acta para que todo estuviera conforme a lo que las personas habían declarado.

Al salir de las entrevistas, algunos de los citados dijeron que los fiscales habían sido agresivos verbalmente

En ese aspecto es una cuestión de apreciación de cada persona. A nivel general, en los casos que yo fui, la mayoría de las entrevistas eran bastante cordiales con alguna salvedad de que a veces la persona no entendía la pregunta y el fiscal se la hacía de manera distinta y al final se sentían presionados. A lo mejor cuando les hacía una pregunta y encima otra pregunta y otra pregunta, las personas tal vez se sientan atacadas. Como eso es algo de la rutina que uno hace en el juzgado, yo no sentí que estuvieran atacando fuertemente a alguna de las personas que yo acompañé, pero probablemente han sido personas que nunca han estado en esa situación y se sintieron presionadas o atacadas por el fiscal, pero te repito, es cuestión de apreciación y de conocer esa situación.

¿No ha acompañado a más personas citadas?

No. Cuando empezó mi problema del Covid-19, algunas personas todavía me llamaron, pero les explicaba que no podía. Ya después que salí del Covid-19 y me estoy integrando a mis labores, no me han llamado para pedirme que les acompañe.

Maynor Curtis saliendo de la Fiscalía tras acompañar a personas citadas para entrevista por el caso de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro. ARCHIVO/LA PRENSA

Plano Personal

Maynor Antonio Curtis Lovo tiene 58 años. Es abogado penalista y defiende a presos políticos desde mayo de 2018.

Es originario de Matagalpa, pero vive en Granada. Es casado y tiene cuatro hijos. Actualmente es profesor de Derecho de la Universidad Evangélica Nicaragüense.

Le gusta viajar y conocer lugares diferentes. “Ya sea en mi propio municipio o en cualquier lugar de Nicaragua”, dice.

Además del derecho penal, litiga en el área laboral, familiar, civil y constitucional

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