Dado a que las cárceles están desbordadas el gobierno estadounidense decide que una vez al año, a lo largo de un periodo de 12 horas, todo, completamente todo, sea legal. Durante este tiempo en el que cualquier actividad criminal es indultada y no se puede llamar a la Policía, ni acudir a los hospitales, las familias se encierran para escapar de la violencia y el crimen desmesurado.
En Nicaragua la liberación masiva de reos comunes sin tener una verdadera educación de inserción social, el manejo de la pandemia por parte del Gobierno y la toma de decisiones por los insumos básicos de sobrevivencia humana como son las vacunas, oxígeno, mascarillas, las leyes de protección humana me hacen recordar esta película (La purga) que se hizo en el año 2013.
Al conocer la cantidad de muertes diarias por diferentes vías, me lleva a pensar que lo que sucede en Nicaragua es una purga.
El inicio fue un carnaval dándole la bienvenida al covid y la aglomeración interminable de personas auspiciadas por el Gobierno y que sigue hasta la fecha, la falta de medidas sanitarias, informes cuestionables del Minsa, la escasez de oxígeno y el control del mismo por el Gobierno, la forma en que se están manejando las vacunas y ahora la decisión de no ponerles vacunas a menores de 30 años parece ser que lo que desea el Gobierno es realizar una purga.
Los hechos lo dicen: promover la aglomeración de personas sin medidas sanitarias es un medio de contagio masivo del virus, el control del oxígeno hace que los hospitales se saturen de personas y pudiendo liberar la importación del mismo, el control de la vacunación en pocos centros pudiendo abrir más centros para poner las mismas evitando la aglomeración de personas, y el control estatal de las pruebas de covid pudiendo liberarlas a los laboratorios y hospitales privados.
Como justificar una purga en números es sencillo bajo la premisa de que el 20 % de la población es adepta al régimen y el 80 % no. Es fácil deducir que cada 10 personas que mueran 8 no están de acuerdo con el Gobierno y así hasta llegar a un nivel de muertes aceptables. Suena macabro, pero de acuerdo a lo que ha sucedido y está sucediendo no es una opinión descabellada.
El Gobierno para evitar esta purga debe de tomar medidas inmediatas ya que cada muerte es su responsabilidad: he aquí tres medida inmediatas y sencillas que puede tomar: liberar la importación de oxígeno para evitar la escasez y la especulación, abrir más centros de vacunación para evitar las aglomeraciones, liberar las pruebas del covid para tener un dato más exacto de la pandemia y tomar medidas sanitarias (tomar en serio esta enfermedad).
Bueno, como decía mi abuelita “la esperanza es lo último que se pierde pero ya al Gobierno se le está acabando el tiempo de rectificar”.
El autor es ingeniero y master en Administraciòn de Empresas de Incae.