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El financiamiento externo debe continuar

El daño que los nuevos bárbaros (antes los llamaba filibusteros pero ya los superaron) y sus pandilleros le están haciendo a Nicaragua y a los nicaragüenses no tiene nombre ni racionalidad y es inhumano.

Además de ser nicaragüense me duele en lo personal ya que tengo varios amigos presos y exiliados lo que, como mencioné en un escrito reciente, además me recuerda mi propio exilio.

Por lo que aprecio el respaldo internacional a nuestros presos y exiliados a pesar de que no tiene ningún diente y a veces no obedece a una genuina preocupación por los nicaragüenses sino a intereses políticos internos. Como se dice, para su “galería”.

Pero rechazo totalmente lo que pareciera estar de moda estos días donde extranjeros de varias especies piden que las instituciones internacionales cesen su apoyo a Nicaragua. Gracias a Dios que no son nicaragüenses porque serían vendepatria.

Como posiblemente ya se habrán dado cuenta no estoy en la lista de amigos de mis estimables presidente y primera dama. Pero un cese de ayuda no los perjudicaría a ellos ni a sus pandilleros sino a los nicaragüenses, particularmente a los de menores ingresos.

Estos fondos apoyan programas de educación, salud, reducción de la pobreza e infraestructura, y su uso tiene condicionalidad y es supervisado. Por supuesto que podrían ser mejores y más focalizados, pero eso es harina de otro costal. También es evidente que el manejo de la segunda plaga ha sido irresponsable e ignorante. Digo la segunda plaga porque la primera plaga es ellos, los bárbaros.

También en la medida que estos fondos no se usen, sirven para fortalecer las reservas del BCN y la estabilidad macroeconómica, lo que es esencial para la inversión privada y el crecimiento. Sé muy bien que en estos días no hay incentivos para la inversión privada, pero ya vendrán tiempos mejores cuando los bárbaros se retiren pacíficamente ya que, como he dicho antes, el vaso está a punto de desbordarse.

Por lo que me parece irresponsable, contraproducente, mal intencionado, y poco humano y cristiano abogar por un cese de la ayuda internacional a Nicaragua.  El argumento de que le da oxígeno al régimen es cierto, pero es secundario y no es lo que importa.

Sea por ingenuidad o por falta de cabeza los que abogan por el cese no saben, o no quieren saber, que de por sí no botaría al régimen y que el perjudicado sería el pueblo de Nicaragua que ya tiene suficientes perjuicios.  

El autor es bachiller del Colegio Centro América de Granada

Opinión financiamiento fondos inversión archivo
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