El Sistema Financiero Nacional arrancó la segunda mitad de este año con una recuperación sostenida en la entrega de préstamos por tercer mes consecutivo, mientras la captación de depósitos mantuvo su tendencia de crecimiento. Sin embargo, los números aún siguen lejos de la recuperación total del sector, especialmente la entrega de crédito a las actividades económicas: aún no se han recolocado 41,567 millones de córdobas desde marzo del 2018.
Según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN), hasta julio de este año la cartera bruta de préstamos ascendió a 126,626 millones de córdobas, ligeramente superior a diciembre pasado, pero aún muy lejano de lo observado en el 2017, el último año de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
El crecimiento reportado en julio se convirtió en el tercer mes consecutivo en que el Sistema Financiero optó por aumentar sus entregas de préstamos, pese a la creciente incertidumbre política que crea nubarrones sobre la economía en el mediano y largo plazo. En el mes de referencia, se entregó en créditos el equivalente a 217.9 millones de córdobas más con relación a junio, resalta el BCN en su reporte.
En los últimos tres meses de crecimiento, la cartera bruta de préstamos ha pasado de 124,534 millones de córdobas en abril a 126,626 millones de córdobas hasta julio, es decir, que hay un aumento en este periodo de 2,092 millones de córdobas, que han entrado a la economía en el contexto de recuperación del impacto de la pandemia.
Comparado con el monto que se registraba hasta diciembre 2020, se observa que el sistema financiero ha liberado apenas 862 millones de córdobas, cuando a finales del año pasado la cartera cerró en 125,764.5 millones de córdobas, equivalente a un incremento de apenas 0.6 por ciento en el periodo de referencia.
Del total de préstamos que conforman la cartera bruta, un total de 107,008 millones de córdobas están clasificados como préstamos vigentes, mientras que el restante está repartido entre créditos prorrogados, reestructurados, vencidos y en cobros judiciales.
Pese a la recuperación que reporta el crédito en los últimos tres meses de este año, los números muestran que aún la economía está lejos de recuperar los 164,740 millones que se registraron en el 2017, el último año que el Sistema Financiero se benefició de una economía en crecimiento.
Es decir, que hasta julio de este año, aún 38,114 millones de córdobas seguían si llegar a las actividades económicas, como consecuencia de tres años de recesión y la pandemia que comenzó a azotar el año pasado y que hasta este año no ha dejado de afectar la vida de los nicaragüenses, las empresas y el mundo. La brecha es mayor si el saldo a julio se compara con el observado en marzo del 2018.
Cartera en riesgo aún elevada
El Sistema Financiero es muy sensible a las alteraciones políticas y de inestabilidad y eso se pudo observar desde el 2018, cuando debido al aumento del desempleo, la fuga masiva de capitales y los conflictos con el sector privado, esta se vio forzada a cerrar el grifo de financiamiento.
Lo anterior derivó de un aumento en la mora. Hasta julio de este año, la cartera en riesgo representó el 15.5 por ciento del total del portafolio crediticio del Sistema Financiero Nacional, una reducción de apenas 0.1 punto porcentual con relación a junio. Sin embargo, si se compara con el de cierre del 2017, esta es excesivamente alta, pues en ese año se situó en 2.8 por ciento, lo que situaba al sector como uno de los más sanos a nivel de Centroamérica.
“Este desempeño en la expansión del crédito con bajos niveles de morosidad favoreció la mantención de niveles altos de rentabilidad”, destacaría en su informe anual de 2017 el Banco Central de Nicaragua, que señaló ese año que “el contexto de crecimiento del producto, empleo, salarios y remesas junto con una inflación estable, permitió a los deudores mantener su capacidad de pago”, algo que ahora no existe.
De hecho, los cobros de préstamos en los juzgados siguen siendo elevados. Por ejemplo, en el 2017 la banca tenía en reclamo vía judicial 408 millones de córdobas, pero hasta julio de este año este monto ascendió a 2,350 millones de córdobas, lo que muestra cuán profunda sigue siendo la herida que la crisis abrió en el sector financiero nicaragüense.
Los números muestran que este año los créditos que están en proceso judicial han disminuido ligeramente a medida que el empleo ha empezado a recuperarse a cuentagotas, pero aún el monto es muy abultado. En diciembre este saldo se situaba en 2,503 millones de córdobas, es decir que 153 millones de córdobas ya salieron de ese proceso.
Solo los préstamos en mora, es decir que ya no se podrán recuperar, representan el 2.9 por ciento del total de la cartera bruta a julio frente al 3.1 por ciento en junio pasado, según el BCN.
Depósitos con mejor comportamiento
Son los depósitos los que mejor desempeño han tenido en los últimos meses. Según el reporte del Sistema Financiero Nacional, divulgado por el Banco Central, hasta julio la banca tenía en obligación con el público 160,109.1 millones de córdobas, superior a los 158,254.8 millones de córdobas reportados hasta la primera mitad de este año.
Del total de los depósitos en poder del Sistema Financiero Nacional, el 28.1 por ciento está en moneda nacional y el 71.6 por ciento en dólares.
Es decir que mientras el Sistema Financiero entre los meses de abril y julio ha logrado captar del público 3,320 millones de córdobas (en abril los depósitos sumaron 156,789 millones de córdobas), en este mismo periodo entregaron un poco más de 2,000 millones de córdobas en créditos.
Pero si se compara el saldo a julio de este año con relación a diciembre del año pasado, se observa que hay una significativa recuperación en la captación de fondos del público, no así en la entrega de préstamos.
Al cierre del 2020, los bancos tenían en obligación con el público 150,305 millones de córdobas, superior en 9,804 millones de córdobas a julio de este año, lo que contrasta con los 862 millones de córdobas que el sector ha entregado en préstamo en igual periodo. Esto muestra la incertidumbre en el sistema, no así en los depositantes que siguen llevando su dinero a los bancos.
Tal ha sido la recuperación de los depósitos, que los niveles observados hasta julio de este año se acercan rápidamente a los 160,719 millones de córdobas registrados en el 2017, previo al estallido de la crisis sociopolítica en abril del 2018.
Brecha con cifras del 2018 abultadas aún
La brecha entre la entrega de crédito observada en julio del 2021 y marzo del 2018 sigue siendo más amplia respecto a la variación de los depósitos. Por ejemplo, el Sistema Financiero Nacional requiere aún entregar a la economía 41,567 millones de córdobas para alcanzar los 168,193 millones de córdobas que se reportaron hasta marzo de hace tres años, es decir un mes antes de las protestas de abril.
En cambio, el Sistema Financiero necesita aún recuperar 11,124 millones de córdobas para alcanzar los 171,233.5 millones de córdobas en depósitos del público a marzo del 2018, para comenzar a crecer.
Estos números, muestran entonces, que pese a que el Gobierno está apostando este año por un crecimiento de la economía de 7 por ciento, que tendría como base tres años de recesión, incluido uno pandémico, esto no ha generado confianza en el Sistema Financiero para colocar préstamos al mismo ritmo que ha recuperado los depósitos del público.
La incertidumbre por mayores sanciones a la economía, luego que el 7 de noviembre se realicen las elecciones carentes de legitimidad, así como un mayor aislamiento del país, ponen en jaque cualquier expectativa de certidumbre en el mercado del trabajo y las empresas en Nicaragua, lo que se ve reflejado en las variables del Sistema Financiero Nacional.
