Como una clara evidencia de que la negativa a obedecer la recomendación sobre el distanciamiento físico y la no realización de eventos masivos tiene una relación directa con la propagación de la covid-19, las estadísticas del Observatorio Ciudadano e, incluso, las del Ministerio de Salud (Minsa), muestran claramente los repuntes que se dan después de las fechas festivas en el país, en las que se generan aglomeraciones.
Eso pasó en los meses de abril y mayo, después de la celebración de la Semana Santa, que por incluir entre cinco y diez días de vacaciones, miles de nicaragüenses las aprovecharon para visitar balnearios y otros sitios turísticos del país. La cifra de casos sospechosos de la enfermedad, reportada por el Observatorio Ciudadano, pasó de 199, en marzo a 1,387, en abril y 2,341, en mayo.
Las estadísticas también registran repuntes en agosto, después de las fiestas patronales de Santo Domingo, que, aunque fueron suspendidas por la jerarquía católica, la Alcaldía de Managua utilizó una réplica de la imagen del santo considerado el patrono de los capitalinos para realizar las tradicionales procesiones de la bajada, subida y recorrido por los barrios orientales de la capital. Durante los diez días de fiesta también se realizaron desfiles hípicos, ferias, fiestas callejeras y otras actividades.
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En esa misma fecha, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo promovió una serie de eventos masivos en León, para conmemorar el 133 aniversario de la publicación del libro Azul, de Rubén Darío.
La propagación del virus no se ha logrado detener y en septiembre (aún sin concluir el mes, porque el corte estadístico se hizo el 22) se produjo el mayor repunte del año, alcanzando más de 5,100 casos sospechosos de la enfermedad.
El régimen Ortega Murillo otorgó nueve días de vacaciones a los empleados del sector público por motivo de las Fiestas Patrias y del bicentenario de la Independencia de Centroamérica. Además, se ofreció la exoneración del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en las empresas del sector turístico, ya que la idea era promover la actividad del sector en esos días.
2021 | Casos sospechosos | Muertes sospechosas |
Enero | 672 | 79 |
Febrero | 459 | 28 |
Marzo | 199 | 44 |
Abril | 1,387 | 108 |
Mayo | 2,341 | 192 |
Junio | 1,888 | 131 |
Julio | 1,165 | 241 |
Agosto | 2,954 | 469 |
Septiembre* | 5,123 | 1,066 |
Total | 16,188 | 2,358 |
* Hasta el 22 de septiembre de 2021
Aglomeraciones y muchos sin usar mascarilla
En esos períodos en los que ha abundado actividades masivas, se suman las constantes ferias y otro tipo de celebraciones semanales que impulsan los gobiernos municipales en todo el país, en las cuales, además de las aglomeraciones, es evidente que mucha gente no usa mascarilla.
Por otra parte, aunque en la mayoría de los casos, las autoridades eclesiásticas han suspendido la celebración de actos masivos durante las fiestas patronales, las alcaldías se han encargado de realizar festejos paralelos. Lo ocurrido con la réplica de la imagen de Santo Domingo se ha repetido a los largo del año en la mayoría de municipios del país.
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A todo esto se suman las gigantescas filas y aglomeraciones que en las últimas semanas se han registrado en los centros habilitados para aplicar la vacuna contra la covid-19 a los nicaragüenses de 30 años en adelante, que en muchos casos han provocado que la gente se desborde desde un día antes para asegurar su dosis.
Vacunación sin medidas de prevención
En dichas jornadas, aunque son promovidas por personal médico, es evidente la ausencia de algunas medidas de prevención, principalmente el distanciamiento físico. El resultado de esto es un incremento de nuevos casos cada semana, ya que la transmisión del virus se multiplica. Otro problema es que Nicaragua registra una de las tasas más baja de vacunación contra la covid-19, por lo que la población está aún más expuesta.
Lo más grave es que mientras se sigan realizando estas actividades, el número de casos y muertes seguirá creciendo, ya que según el epidemiólogo Leonel Argüello, cinco días después de cada actividad masiva se registra un incremento de casos, ya que es el tiempo en el que el virus comienza a provocar síntomas. Incluso, la cantidad de contagios y casos desarrollados siempre será mayor a los reportados por el Minsa y por el Observatorio Ciudadano.
El Minsa sigue empecinado en ocultar la realidad, minimizando los casos y atribuyendo a otras causas las muertes por la enfermedad. Evidencia de ello es que lleva varios meses reportando una sola muerte por covid-19 cada semana, mientras los llamados entierros exprés o entierros covid se multiplican.
Y en el caso del Observatorio Ciudadano, pese a los esfuerzos que realiza, según Argüello, enfrenta limitantes que le impiden conocer todos los casos.
“Pero si tuviéramos información, sería muy fácil demostrar que, a partir de un evento A, ocurrió un determinado número de casos y que estos a su vez generaron otros casos. Es como un árbol que vas desde las ramas y llegás al tronco”, dice el epidemiólogo.
El repunte de casos asociados a la relajación de las medidas de prevención es una tendencia que se ha visto reflejada en la reapertura de las economías en todo el mundo. En Estados Unidos y varios países de Europa, se vieron obligados a retomar restricciones tras el repunte de casos que provocó la reapertura de centros recreativos y el regreso a clases presenciales. Esto a pesar de que esas son las naciones con los niveles más altos de cobertura de vacunación, por lo que el uso de mascarilla, el distanciamiento físico y la desinfección constante de manos, siguen siendo las medidas básicas para prevenir el contagio.