La Sociedad Venezolana de Infectología emitió un pronunciamiento este 11 de octubre en el que advirtió que las vacunas “Abdala y Soberana 2 no deben ser administradas como parte de un esquema de vacunación masiva (contra la covid-19) mientras no cumplan con los requisitos del aval científico correspondiente”.
Los infectólogos venezolanos señalaron que genera aún mayor preocupación “el probable uso de esas candidatas a vacunas en la población pediátrica, cómo están haciendo Cuba y Nicaragua”.
“Insistimos que estos candidatos de vacuna carecen del suficiente aval científico para ser usada en la población de manera masiva y mucho menos para ser usada actualmente en niños y adolescentes”, afirmaron los infectólogos venezolanos en su pronunciamiento.
Nicaragua adquirirá siete millones de vacunas cubanas de las marcas Abdala, Soberana y Soberana 2, que hasta la fecha no cuentan con la aprobación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para su población de entre dos y 17 años.
De acuerdo con el régimen Ortega Murillo, ese segmento poblacional está compuesto por 2.1 millones de niños y adolescentes.
Anteriormente, el régimen indicó que el plan de vacunación del país solo contemplaba a la población de 30 años en adelante, dejando entrever que no vacunaría a la población menor, pero el pasado 2 de octubre sorprendió nuevamente a los nicaragüenses con el anuncio de la autorización de uso de emergencia de las vacunas cubanas y su aplicación en la niñez y adolescentes.
Las vacunas Soberana y Abdala solo han sido autorizadas, además de Cuba, por Irán, Vietnam y Venezuela. Hasta ahora solo la isla ha utilizado la Soberana para inocular a niños mayores de dos años, así como adolescentes.
Los médicos venezolanos refirieron que actualmente en todo el mundo son pocas las vacunas contra la covid-19 que están en uso bajo la autorización de reconocidas agencias regulatorias internacionales y del propio Venezuela.
“Los pocos países que han alcanzado altos porcentajes de vacunación en los adultos están avanzando recientemente inmunizando a los adolescentes con biológicos ampliamente estudiados, como la vacuna Pfizer; mientras que otros países como Argentina y Chile han iniciado también la vacunación en niños de entre 6 a 11 años también con vacunas de virus inactivado, como Sinovac, con el respaldo científico de estudios publicados y la extensa experiencia en China”, explicaron.
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Según los infectólogos, los niños no han sido prioridad en la vacunación, porque presentan baja incidencia de las formas severas y críticas de la covid-19 y, además, porque recientes estudios establecen que el papel de los niños como transmisores de la enfermedad no parece ser tan importante como se consideraba, “ya que poseen un menos número de receptores ACE2 y logran eliminar en forma más rápida el virus que los adultos, debido a una muy buena inmunidad innata”.
Finalmente, los infectólogos venezolanos hacen un llamado a las autoridades de Venezuela para que “garanticen la inmunización a la población con biológicos de reconocida eficacia y seguridad, con el suficiente aval y reconocimiento de diversas agencias reguladoras y con el suficiente respaldo científico correspondiente”.