“Amor, dinero y cuidado, no pueden ser disimulados”, hace poco tiempo escuché este dicho que me hizo mucho sentido con respecto a las relaciones de pareja.
Muchas veces de manera automática nos metemos en una relación y la sostenemos por mucho tiempo pese a nuestras quejas y demandas no satisfechas. ¿Será que no sabemos reconocer cuándo estamos frente a una relación donde sí hay amor o estamos enganchados por pura dependencia emocional? ¿Será que no hemos aprendido a observar realmente cuándo el amor que nos dan o damos es realmente tangible?
Por tanto, necesitamos aprender a reconocer y recordarnos que nuestra pareja es una elección y que podemos irnos de cualquier relación que no nos haga bien. Que las relaciones son saludables cuando nos nutren, nos aman y nos valoran.
El amor cuando existe es notable. Una relación se construye y se trabaja, no es a como nos lo han vendido en las películas con las parejas heteronormadas felizmente casadas. El amor es un verbo de todos los días. Elegimos amar a la persona con la que estamos. Así que, ¿qué hacemos amando?
Quiero contarte algunos elementos que como terapeuta de parejas me parece importante tenerlos presentes:
1. Trato afectivo: aunque nuestros lenguajes del amor sean diferentes, tengo curiosidad de conocer cuáles formas son las que más te hacen sentir amada, elijo tratarte bien y con respeto. Estoy consciente que tus necesidades emocionales son importantes.
2. Nos valoramos entre nosotros: Valoro quién sos, no lo que haces. Puedo ver tu humanidad, tu autenticidad y te honro por todo ello. Nos respetamos en nuestra individualidad.
3. Tiempo de calidad: Nuestro tiempo es nuestro, priorizamos compartir y conectar desde gustos e intereses en común. Tratamos de que ambos nos sintamos cómodos en nuestro tiempo y espacio.
4. Apoyo mutuo: En lo que te gusta, en lo que necesitás, en las buenas, malas y maduras. Nos acompañamos para celebrar éxitos, logros y alegrías; así como también en tristezas, depresiones, pérdidas y momentos duros.
5. Discutir sin castigos: Enojémonos, sí. Es una emoción normal. Sin embargo, decido no castigarte quitándote el habla o ignorándote, pues eso es violencia. Decidimos que, aunque estemos enojados, vamos a hablarnos con respeto y amabilidad, porque sí, esto es algo que podemos elegir.
6. Intimidad: Para mí como terapeuta y como persona, es el punto más importante. Cuando puedo ser como soy sin miedo y sin juicios. Cuando conectamos desde nuestra vulnerabilidad sin temores de que nos abandonen por cómo somos y cómo sentimos.
Una relación de pareja necesita más que amor para sostenerse, necesita dos personas dispuestas a aceptar que estar emparejado significa tener que resolver constantemente conflictos, demandas y necesidades que no tendrías que resolver si no estuvieras en pareja. ¿Se imaginan tratar y priorizar a nuestra pareja como si fuese nuestro mejor cliente? Mejoraríamos nuestra relación.
Te dejo las siguientes preguntas para vos: ¿Qué necesito yo en una relación de pareja para sentirme amada y valorada? ¿Cuáles elementos son tan importantes para mí que no son negociables si están ausentes en mi relación? Así vamos aprendiendo a relacionarnos desde un lugar de autoconocimiento.
Psicóloga y Psicoterapeuta
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