El 4 de septiembre, una buena parte de las familias del campo comenzaron a sembrar las semillas de frijol y maíz en sus parcelas, otras lo harían a partir de este 10 de octubre, a la espera de sacar la cosecha de postrera a mediados de noviembre de este año, pero desde hace más de un mes no llueve en estas zonas productivas de Madriz y Nueva Segovia, departamentos de la región norte de Las Segovias. El campesinado está preocupado por estas condiciones, pero además ha enfrentado dificultades para producir por la falta de financiamiento bancario o el crédito de las microfinancieras y la carencia de apoyo del Gobierno.
La siembra de postrera de maíz y frijol están en riesgo de perderse por la ausencia de lluvias, pero también por el abandono que resienten de parte de las autoridades y entidades financieras. En ambas regiones más de 37 mil familias del campo verían afectados sus cultivos si no llega la lluvia o la ayuda estatal o económica de la banca privada.
Según fuentes de la delegación departamental del Ministerio Agropecuario (MAG) de Madriz, este año unos 16,700 pequeños productores del campo —quienes poseen entre 2, 4 y 6 manzanas de parcelas de tierras— sembrarían de postrera maíz, frijol y sorgo. Mientras que unas 20,300 familias campesinas lo harían en el departamento de Nueva Segovia.
“Aquí hay gente que sembró el 4 de septiembre y otros estaban esperando comenzar a tirar la semilla hasta el 10 de octubre, pero la verdad que ya llevamos más de 22 días sin que llueva, y eso es muy preocupante, porque significa que no tendríamos recolecta de cosecha de postrera este año”, manifestó Javier Herrera, productor del municipio indígena de San José de Cusmapa, zona del departamento de Madriz.
Semillas en tierra seca y sin apoyo
Francisco Lázaro Martínez Poveda, campesino de la comunidad de San Francisco de La Camayra, del municipio indígena de San Lucas, en Madriz, se mostró muy preocupado porque teme perder las semillas sembradas ante la falta de lluvia, “usted sabe que desde hace más de tres años que ni los bancos y ni las microfinancieras nos prestan dinero porque dicen que somos un sector de alto riesgo crediticio, y para remate hasta el Gobierno nos ha abandonado”, expuso.
Martínez Poveda detalló que sembró en cuatro manzanas de tierra más de ocho arrobas de maíz y frijol, “esa semilla es grano de la cosecha (siembra de primera) pasada que apartamos para esta época, dejando de consumir casi dos quintales de maíz y frijoles para sacar algo, para no pasarla mal en diciembre y Año Nuevo”, señaló don Francisco Lázaro. “Recuerde que la crisis del 2018 nos estancó y para remate nos cayó esta pandemia y ahora todo está caro, están por las nubes los insumos agrícolas y uno no saca ni para pasar bien el rato”, finalizó diciendo.
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Mientras que José Alfredo Machado Ponce, productor del municipio de Jalapa, zona del departamento de Nueva Segovia, dijo que la ausencia de las lluvias pone en riesgo la siembra de maíz y frijol, “si en toda esta semana no llueve todo lo que sembramos se va a perder”, puntualizó.
Machado Ponce sembró en cuatro manzanas de tierra y su esperanza es que llueva en estos días para ver si aún pude salvar la cosecha, “gasté más de 20 mil córdobas en los preparativos de las tierras, desde pagar tres mozos para la limpieza, arado de las tierras con bueyes, usar pesticidas y fertilizantes como la urea y el abono, hasta tirar la semilla y ahora esperar que salga algo”, señaló.
En el municipio indígena de Mozonte, en Nueva Segovia, el productor Héctor Alanís Gutiérrez Valdivia, sembró en cuatro manzanas de tierra, “estamos esperanzados que comience a llover antes del 15 de octubre, porque después, aunque se venga una tormenta, ya no se salva nada”, dijo Gutiérrez Valdivia, quien recordó que el año pasado los productores segovianos se vieron afectados con el paso de los huracanes Eta y Iota por estas zonas que ocasionó pérdidas económicas y dejó a muchos sin alimentos.
Se intentó abordar a los delegados del MAG en las ciudades de Ocotal y Somoto, ambas cabeceras de los departamentos de Nueva Segovia y Madriz, respectivamente, pero fue imposible por su negativa a brindar información o dar declaraciones argumentando, a través de funcionarios menores, que no brindaban declaraciones a medios que no estaban autorizados por el Gobierno.