El creciente acoso, ataques recientes y agresiones físicas en contra de jóvenes nicaragüenses exiliados en Costa Rica está obligando a varios a tener que huir y buscar refugio en terceros países por temor a ser víctimas de los que señalan como sicarios enviados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Aunque las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica aseguran estar investigando los ataques en contra de varios compatriotas nicaragüenses exiliados en ese país vecino —como el ataque en contra de Joao Maldonado el 11 de septiembre—, esas agresiones han despertado el temor entre muchos jóvenes que huyeron de nuestro país por su participación en la rebelión popular de abril del 2018, tras la cual la pareja presidencial de Ortega y Murillo emprendió una cacería para quienes se alzaron contra su gobierno.
Al menos siete jóvenes nicas salieron de Costa Rica este mes de octubre y otros están por salir del país vecino por temor a sufrir algún tipo de ataque por parte de elementos desconocidos, y que consideran son sicarios pagados por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Ellos decidieron denunciar esas acciones que demandan sean investigadas por las autoridades de Costa Rica.
“Esta semana abandoné Costa Rica y ahora me encuentro buscando refugio en Alemania por temor a ser víctima de ataques de los que muchos de los que somos exiliados estamos convencidos son sicarios de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo”, aseveró Walter Ubau, quien ya se encuentra en ese país europeo a la espera de obtener asilo político.
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Walter Ubau, primo de la periodista Lucía Pineda Ubau, dijo que Costa Rica ya no es seguro para los exiliados políticos nicaragüenses, “por eso muchos estamos optando por salir hacia terceros países a fin de garantizarnos la seguridad de nuestras vidas y la de nuestras familias. Yo tomé la decisión de abandonar ese país y ahora me encuentro en Alemania”, reiteró.
Ubau, quien vivió en Managua, asegura que salió en el 2018 de Nicaragua a bordo de su bicicleta y así llegó a Costa Rica, donde ha trabajado repartiendo papeletas, haciendo publicidad a bordo de un triciclo y haciendo Uber para sobrevivir económicamente en el país vecino.
Una joven de la ciudad de Sébaco, departamento de Matagalpa, dijo que por haber participado de las marchas de protesta en contra de la dictadura fue amenazada y perseguida por paramilitares y policías, por lo que terminó exiliándose en Costa Rica para preservar su vida y la de su familia.
“El gobierno (de Daniel Ortega) ha estado enviando gente paramilitar para que atenten contra nuestras vidas y por eso estoy viajando a un tercer país”, señaló la joven, quien no quiso exponer su identidad por temor a acciones que pongan en peligro la vida de su familia que se quedó en Nicaragua.
Por su parte, otra joven originaria del municipio de Palacagüina, departamento de Madriz, manifestó que por haber participado en las protestas iniciadas en abril del 2018 fue objeto de persecución del régimen sandinista, por lo que decidió viajar y exiliarse en Costa Rica. “Ahora tomo la decisión de salir a un tercer país por miedo, ya que el Frente Sandinista (FSLN) envió (a Costa Rica) paramilitares para matarnos o hacernos cualquier cosa, por eso tomé esta decisión con mi familia de irnos a otro país más seguro”, reveló.
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Un joven originario de Madriz aseveró que salió en el año 2018 por haber participado de las acciones de protesta y marchas cívicas en contra del régimen sandinista. “Estamos inseguros en Costa Rica, porque el régimen sandinista manda paramilitares y sicarios a buscar a los opositores para matarlos, es por eso que he tomado la decisión de viajar a un tercer país donde me den seguridad a mí y a mi familia”, expuso.
“Soy de la Costa Caribe Norte, estoy acá en Costa Rica desde el año 2018, por haber participado en las protestas en contra del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Pero por la inseguridad que hay ahora en este país vecino donde el régimen ha mandado a paramilitares y sicarios a perseguir y matar a opositores, por esa razón estoy buscando una oportunidad que me den en un tercer país para mí y mi familia”, manifestó.
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Los entrevistados coinciden en que son muchos los jóvenes que están preparándose para salir de Costa Rica y buscar asilo en países como Panamá, Guatemala, México, Estados Unidos, España e Inglaterra o Alemania, donde hacen gestiones con otros nicas exiliados que residen en esas naciones.
Wendy Quintero, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, dijo que en ocasión del atentado de Joao Maldonado y de Rayza Hope han exhortado al Estado de Costa Rica para que realice una exhaustiva investigación a fin de esclarecer los hechos de ataques y agresiones físicas y casos de crímenes ya ocurridos contra exiliados nicaragüenses y quiénes son los responsables de estos hechos.
“Se trata de una obligación de las autoridades competentes de este país (Costa Rica) y precisamente, son las que despejarán toda duda sobre las circunstancias y motivaciones”, señaló.
“Animamos a las personas exiliadas nicaragüenses a interponer denuncia ante el Estado de Costa Rica. Las oficinas del Colectivo continúan recibiendo denuncias de violaciones a DD. HH. de nicaragüenses en el exilio”, finalizó diciendo Quintero, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +.
Nicas siguen emigrando hacia Costa Rica
En investigaciones de varios periodistas independientes en el norte de Las Segovias se logró conocer que solo del municipio de Palacagüina, zona del departamento de Madriz, han salido de las comunidades y barrios unos 50 jóvenes buscando llegar a Costa Rica para conseguir oportunidades de trabajo.
La salida ha sido motivada por la falta de fuentes de empleo y por la inestabilidad política y social iniciada desde las revueltas populares en abril del 2018, en contra del régimen de la pareja presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo, más cuando se está a las puertas de un proceso electoral considerado amañado por el Gobierno que desea continuar en el poder.
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Muchos jóvenes del municipio madricense de San Juan del Río Coco, zona cafetalera de Madriz, han abandonado sus casas y salido hacia países como El Salvador y Costa Rica, lo que podría afectar la próxima cosecha cafetalera del ciclo productivo 2021/2022, aseguran cafetaleros del lugar.
Mientras que en los municipios de Quilalí y Murra, zonas del departamento de Nueva Segovia, hay algunas comunidades en que a los jóvenes casi ni se les ve en actividades en sus localidades porque estos, con la ayuda de sus padres, han emigrado a países vecinos como Honduras y El Salvador.