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Jairo López (izq.) cuando fue presentado en mayo pasado; y Rubén Taylor, quien fue capturado el 11 de octubre. LA PRENSA/Tomada de redes sociales

Sujetos estrangularon a adolescente de 12 años; uno se declaró culpable, el otro fue detenido esta semana

Uno de los acusados planeó el crimen para quedarse con la finca de la familia del menor de edad

Después de casi 5 meses prófugo de la justicia, esta semana finalmente fue capturado Rubén Taylor Catriciano, quien era buscado por el asesinato de un adolescente de 12 años en Puerto Cabezas, Caribe Norte del país. Por el mismo crimen, Jairo Hernández López, de 21 años, el mes pasado admitió haber estrangulado al menor de edad.

El crimen ocurrió el pasado 16 de mayo en la comunidad indígena de Sagny Laya, jurisdicción de Bilwi. Según la acusación de la Fiscalía y las investigaciones policiales, Rubén Taylor había amenazado con matar a toda la familia del adolescente.

José Deomedes Amador, padre del menor Jainer Amador Rojas, compró la finca Mistrut, ubicada en el río Wawa, al señor Eduardo Taylor, padre del acusado Rubén Taylo, lo que enojó a este último, porque no recibió nada del dinero de la venta.

Amenazó a toda la familia

Rubén Taylor anduvo diciendo en la comunidad que mataría a toda la familia Amador para quedarse con la finca y poder venderla nuevamente.

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Fue así que el domingo 16 de mayo, a eso de la 1:30 p.m. Jairo López y Rubén Taylor llegaron a la finca, donde solo estaba el adolescente, pero en ese momento apareció una vecina a cargar un celular. Los sujetos esperaron por 30 minutos a que la mujer se retirara del lugar. Ella vio cuando el menor iba hacia el lado del río Wawa y era seguido por los dos hombres, pero no pensó que “sucedería algo”, detalla la acusación fiscal.

Cuando el adolescente llegó al río, López le hizo una llave al cuello, mientras Rubén Taylor vigilaba que nadie llegara en su auxilio. El sujeto estranguló al menor y luego ambos escondieron el cuerpo debajo de un tronco de árbol que tenía las raíces extendidas hasta el río.

“Iré al infierno”

Jairo López fue capturado a los pocos días del crimen y acusado por asesinato agravado. Cuando iba a iniciar el juicio en su contra decidió aceptar los hechos.

“Rubén me tenía apuntado con una escopeta amenazándome, que si no mataba al niño él me mataría a mí, por eso maté al niño, ahora me siento con miedo, porque sé que voy a ir al infierno, y no voy a ver la cara de Dios”, dijo López ante el juez de Distrito Penal de Juicios de Puerto Cabezas, Silvio Alberto Pichardo Hernández.

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El judicial condenó a López a 25 años de cárcel, los cuales expirarán el 21 de mayo de 2046.

Mientras que este 14 de octubre la Policía presentó a Rubén Taylor Catriciano, quien sería enviado a la orden de un juez para ser acusado del asesinato agravado. Taylor fue capturado en la comunidad San Jerónimo, en Waspam.

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