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Aunque usted no lo crea

El autor de la famosísima columna Aunque usted no lo crea, el periodista y caricaturista gráfico Robert Ripley (1890-1949) fue un norteamericano self-made que desde los 16 años tuvo que sudar la gota gorda y dar alas a  la imaginación, para mantenerse junto con su familia y salir de la extrema pobreza en que vivían.

Trabajó primero en el New York Globe y luego en el New York Post. La primera versión de su columna apareció el 19 de diciembre de 1918. Y en esta como en las 20 mil fotografías y 130 mil dibujos que siguieron, siempre su principal atractivo fue destacar hechos inverosímiles, raros y asombrosos, pero verídicos, que eran difíciles de creer por el común de los mortales. 

Se calcula que Ripley llegó a tener alrededor de 80 millones de seguidores en todo el mundo (incluso Nicaragua). Una de las revelaciones más sensacionales que hizo en 1929 fue que los EE. UU. no tenía Himno Nacional porque lo que se cantaba no había sido aprobado por el Congreso Nacional ni por el presidente. Por lo que el presidente Herbert Hoover se apresuró a ratificarlo el 3 de marzo de 1931.

He traído esto a colación, porque he recibido varias llamadas telefónicas de amigos radicados hace algunos años en América del Sur en las que me preguntan que si es cierto, como en realidad lo es, algunas cosas que están ocurriendo en Nicaragua y que se difunden por todo el mundo. Cosas verdaderamente increíbles en pleno siglo XXI, cosas que ni las dictaduras de Pinochet, Trujillo y los Somoza se atrevieron a hacer, por absurdas e inconcebibles, relacionadas con la farsa electoral que los Ortega Murillo ya tienen bien montada, junto a sus corifeos, para el 7 de noviembre próximo, con el único propósito de autorrecetarse 5 años más de poder dictatorial,  en contra de la voluntad mayoritaria del pueblo nicaragüense.

Todas estas cosas son dignas de aparecer en la columna de Ripley, por lo que la pareja presidencial aumenta cada día el repudio nacional y mundial que ya tiene. Algunas de las preguntas que me hacen giran en torno a lo siguiente:

  1. ¿Cómo pueden ser candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República personas que han sido señaladas por las Comisiones de Derechos Humanos internacionales y nacionales de cometer graves violaciones a los derechos humanos de los nicaragüenses?
  2. ¿Cómo hablan de elecciones cuando mantienen injustamente encarcelados a 156 dirigentes de la oposición, incluso a 7 precandidatos presidenciales y 2 en el exilio, y reprimen a los periodistas  independientes en flagrante violación de la Libertad de Expresión? ¿Pueden hablar de elecciones con la prensa radial, impresa y televisiva completamente amordazados?
  3. ¿Cómo pueden aparecer en las boletas electorales como candidatos a cargos públicos los líderes de un país que Transparencia Internacional ha  colocado en el poco honroso 2do. lugar de corrupción a escala internacional.

Aunque usted no lo crea, todo esto está ocurriendo en la desventurada patria de Darío y de Sandino frente a la dictadura de los Ortega-Murillo.

Los nicaragüenses hemos aportado ya nuestro sacrificio y lo seguiremos haciendo en la medida de nuestras posibilidades, para producir el cambio que impostergablemente estamos necesitando.

El autor es periodista y secretario general de la Asociación de Nicaragüenses en el Extranjero (ANE).

Opinión New York Globe New York Post Ripley archivo
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