En la campaña electoral en marcha en Nicaragua, no hay efusivos discursos de los candidatos presidenciales y menos descalificaciones ni críticas a la gestión gubernamental de Daniel Ortega.
Esta pasividad se vuelve más evidente ante eventos como la detención de los dos principales directivos del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), Michael Healy y Álvaro Vargas, la principal cámara empresarial de Nicaragua.
De los cinco contrincantes oficiales de Daniel Ortega, dos expresaron su opinión sobre el encarcelamiento de Healy y Vargas, pero solo uno responsabilizó al gobierno de Ortega de esa situación.
Para los críticos, esta pasividad confirma que Ortega no tiene competencia real en estas votaciones, sino que es un montaje para mantenerlo cinco años más en el poder.
El candidato presidencial de Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), Guillermo Osorno, no contestó a las llamadas y mensajes de LA PRENSA.
El equipo de prensa de la Partido Liberal Independiente (PLI) respondió que su candidato presidencial, Mauricio Orué, por ahora se mantiene al margen de esos temas.
“El doctor Orúe se ha mantenido al margen de toda esta situación, porque considera que llegará su momento para poder sentarse y arreglar todos los temas que afectan al país mediante la concertación que propone en su plan de gobierno”, expresó el equipo de prensa de la ALN en un mensaje de texto.
Mientras que el secretario de prensa del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Christiam López, prometió un comunicado sobre ese tema, pero hasta el momento de la publicación de esta nota no lo habían divulgado.
El candidato presidencial de la Alianza por la República (Apre), Gerson Gutiérrez, y el candidatos presidencial de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Marcelo Montiel, fueron los únicos que contestaron a LA PRENSA.
Gutiérrez reconoció que la detención de estos empresarios daña la imagen del proceso electoral.
“Sabemos que la empresa privada, en cualquier país del mundo, son los motores de la economía y esto de alguna manera influye en la economía nacional y con mucha más razón las cabezas del Cosep, de la gran empresa nicaragüense. No es muy bien visto y creo que esto de alguna manera afecta la buena marcha del proceso electoral que estamos viviendo”, expresó Gutiérrez.
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Mientras que Montiel expresó su inconformidad con las detenciones de opositores y las calificó de “un error político del Gobierno”.
“No estoy de acuerdo con la detención de los señores Michael Healy y Álvaro Vargas. Considero que es un error político de este gobierno, hablar de que en este país se debe de dialogar y, por el otro lado, privar de su libertad a dos altos directivos del sector empresarial”, aseveró Montiel.
También valoró que “acciones de ese tipo no abonan a la paz social que quieren los nicaragüenses”.
Montiel además dijo que hay que recordar que “en una economía de libre mercado, el mayor generador de empleo es la empresa privada y acciones como estás, ahuyentan la inversión nacional y extranjera en nuestro país”.
En pleno año electoral, el régimen de Daniel Ortega ha detenido a 39 destacados opositores, entre estos siete aspirantes presidenciales. Los últimos fueron estos dos directivos del Cosep. También se canceló la personalidad jurídica de tres partidos opositores y se ha realizado allanamiento de medios de comunicación.
Además, el Consejo Supremo Electoral (CSE), que es la institución encargada de dirigir el proceso electoral, está conformado por magistrados leales a Ortega, lo que para los críticos significa que estas votaciones no tienen credibilidad.