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CONTENIDO EXCLUSIVO.A pesar que el régimen de Daniel Ortega hace un tardío esfuerzo para agilizar las jornadas de vacunación y ampliar a la población de niños y jóvenes habilitando 1,087 puestos y garantizando suficientes dosis de vacunas Abdala, Soberana (cubanas de dos dosis) y Sputnik Light (rusa de monodosis), los nicaragüenses no han respondido a este llamado tal como el Gobierno esperaba.
Miles de nicaragüenses llegan desde hace semanas a los puestos fronterizos de Honduras para vacunarse contra la covid-19. Algunos emprenden el viaje antes de la medianoche, otros madrugan, cruzan a caballo o en balsa el río si está crecido, o caminan entre fangales o sorteando charcos. Duermen cerca del punto de vacunación para asegurar su cupo ante el desborde de connacionales que a medida que pasan los días aumentan en cantidad significativa.
A pesar de que en Nicaragua se esperaba un desborde de jóvenes menores de 29 años en el inicio de esta fase de vacunación el 25 de octubre, la realidad es otra: hubo baja afluencia de ciudadanos y los horarios de inicio se aletargaron ante la falta de suficientes personas en algunos puestos. Ni las campañas en redes ni los típicos incentivos del régimen como decoraciones, música y hasta pintacaritas para los niños que sus padres llevaran a inocular.
¿Por qué si se amplió la cobertura de inmunización en Nicaragua, familias enteras se están desbordando hacia el país vecino para vacunarse contra la covid? En principio, la respuesta popular apunta al tipo de biológicos que ofrece Nicaragua. Las vacunas que dispone el Ministerio de Salud (Minsa) para estos segmentos son las cubanas Soberana y Abdala, para los jóvenes la Sputnik Light —todas estas aún sin la aprobación final de la OMS—, mientras que Honduras están aplicando la Pfizer a niños y la Moderna para los jóvenes, dos de las vacunas con mayor aprobación científica y mejor aceptación en el mundo.
«Creo que cuando la gente no tiene información adecuada de una vacuna o de un medicamento, es la manera en que reaccionan (con desconfianza) y en el caso de la Sputnik Light como no hay evidencias científicas no tiene mucha credibilidad en la población, para ellos lo que les interesa es que si está aprobada o no por la OMS», consideró al respecto el epidemiólogo nicaragüense doctor Leonel Argüello.
Protagonistas de la travesía
LA PRENSA consultó con varios jóvenes nicaragüenses que se fueron en grupos a vacunarse al país catracho y se sinceraron diciendo que las razones que los motivaron a viajar hasta ese lugar son porque no le tienen confianza a las vacunas aplicadas en el país y otros porque en un futuro a corto plazo tienen intenciones de viajar a países que no reconocen estos biológicos aplicados aquí como inmunizantes seguros para entrar en sus territorios.
Un primer grupo de cinco jóvenes de entre 25 y 29 años salió a las 11:00 de la noche de Managua del lunes 25 de octubre rumbo a San Marcos de Colón, Honduras, luego de la travesía de cruzar a pie la frontera para tomar un bus del otro lado hasta el puesto de vacunación, recibieron su vacuna Moderna a mediodía de este martes 26. Luego emprendieron la misma ruta de regreso rumbo a Managua algunos, otros a Masaya y Rivas.
No hubo poder humano que los convenciera para que confiaran en la Sputnik Light. Dos tienen razones de viaje a fin de año y con esa vacuna no los dejan entrar en su destino previsto, los otros tres es por la falta de información y avales sanitarios de la OMS/OPS a la vacuna rusa, comentaron. Si no tienen el respaldo de estas instituciones y solo dos o tres países han empezado a usarlas recientemente, ellos no confían y tienen miedo de que no sean seguras.
«A las 8:00 de la mañana empezaron a vacunar, somos 1,993 personas enumeradas con marcador en nuestras manos, hay niños, viejitos, pero la mayoría son personas de entre los 17 y 30 años. La razón por la cual nos vinimos a vacunar a Honduras es por miedo y desconfianza en los biológicos que aplican en Nicaragua», sostuvo uno de los jóvenes que se aventó a cruzar la frontera para acceder a su primera dosis de vacuna Moderna.
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Factores que inciden en la vacunación
Los médicos independientes consultados por LA PRENSA coinciden en que la principal razón para que los nicas no se vacunan en Nicaragua es la poca o nula credibilidad que hay en los biológicos utilizados en el país. Un doctor compartió en anonimato las posibles razones de este flujo de ciudadanos hacia Honduras.
«Son varios factores, uno es que, aunque se han ampliado los grupos, no siempre ha habido disponibilidad de dosis como en otros países y claro, es un logro que haya mayor cantidad de vacunas, pero persiste el temor de quedarse sin vacunas. Lo otro es por fines migratorios, es decir, tener vacunas autorizadas por Estados Unidos. En tercer lugar, podría ser que las personas vacunadas quieren tener un refuerzo de otra vacuna distinta», detalló la fuente médica,
«En cuarto lugar, podría ser que entre los grupos más pequeños la gente no tiene confianza en este tipo de vacunas, sobre todo porque no hay mucha información como el caso de las cubanas Soberana 02 y Abdala y por eso prefieren vacunar a sus jóvenes con vacunas aprobadas por la OMS. Otra posibilidad es el acceso, ya que la población se ha podido vacunar con mucha facilidad en Honduras, cosa que aquí a veces hay muchas trabas», agregó el especialista.
Desborde de nicaragüenses
El medio de comunicación hondureño Metro TV Choluteca este martes continuó dando cobertura al proceso de vacunación a nicaragüenses en el centro de Biológicos, uno de los puestos habilitados por el Gobierno en la ciudad de Choluteca y se pudo apreciar gran cantidad de ciudadanos en busca del suero. La fila era interminable para un limitado servicio de salud, que hacía que el proceso avanzara lentamente, esto bajo el inclemente sol.
«Hoy aquí en el Almacén de Biológicos hay una gran cantidad de personas y a nosotros nos toca atenderlos porque como región de salud nosotros no podemos dejar de darle atención a nicaragüenses y esperamos que todo pueda salir bien y en los demás puestos de La Fraternidad y el Guasaule sabemos que la afluencia de personas es bastante y los equipos de salud ya están trabajando en la vacunación», declaró al medio hondureño Harley Marín, de la unidad de comunicación de ese país.
“María” es una joven nicaragüense que se aventó a irse a vacunar a Honduras. Salió con un grupo de 7 personas el domingo por la mañana. Ese día durmieron donde un familiar en Chinandega para no sentir tan pesado el viaje. Al día siguiente, ayer lunes, salieron a las 6:00 de la mañana con rumbo a la comunidad Concepción de María, en Choluteca, pero antes debieron cruzar por puntos ciegos, pasando el río Guasaule a caballo.
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«Estando en el lugar nos encontramos con al menos 50 personas y nos iban pasando de 10 en 10, sin excepción de que seas nicaragüense o hondureño, todo normal, muy ordenado y atentos, hicieron dos filas, una para primeras dosis y otra para los de la segunda. En el puesto solo nos dilatamos una hora, nos piden identificación y listo. De retorno a Nicaragua nos llevamos unas 12 horas, tomando todo el trajín que hicimos», relató la joven.
María es otra de las connacionales que no tiene confianza en las vacunas aplicadas en el país, razón por la que prefirió aventurarse a ese viaje. «En lo personal la Sputnik Light para ser una sola dosis es muy baja la efectividad, mientras que la Pfizer y la Moderna cuentan con 95 por ciento y son dos dosis, por eso decidí viajar. Aparte, que si un día por cuestión de trabajo o personal quisiera viajar con la rusa tengo impedimentos porque no es aceptada», manifestó.
Honduras y Nicaragua se coordinarán
El lunes el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, informó que la Secretaría de Salud de ese país “hará las coordinaciones respectivas” con las autoridades sanitarias de Nicaragua para abordar el proceso de vacunación en los puestos fronterizos del Guasaule, El Espino y La Fraternidad.
«He instruido a la Secretaría de Salud, Migración y Aduanas para que puedan establecer puntos de vacunación en las comunidades para que la gente no esté aglomerada. Este es un gesto de solidaridad. Recuerden que hay un flujo migratorio de un país a otro, vacunar a Nicaragua es vacunarnos a nosotros. Se va a coordinar para que se haga un trabajo de buena atención, que sea efectivo”, señaló el mandatario en su cuenta de Twitter.
Pese a este anuncio que involucra a Nicaragua, hasta la fecha ni el régimen de Ortega ni las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) se han pronunciado al respecto.
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El mandatario hondureño también refirió que se encuentran en coordinación para asegurar la vacunación a cortadores de café que lleguen de otro país a laborar en el campo de suelo catracho.
«A los cortadores de café que vienen de otros países también se les coordinará para que tengan su vacunación. Le damos gracias a Dios porque el bono cafetalero ha contribuido a mejorar la cosecha”, agregó Hernández.
Cantidad de dosis aplicadas en Honduras
Harley Marín, encargado de la unidad de comunicación de Honduras, dijo al medio Metro Tv, que entre el 21 de octubre hasta ayer 25 las autoridades de salud han aplicado un aproximado de 14,573 dosis de vacunas a ciudadanos nicaragüenses y agregó que solo en el Guasaule este martes han aplicado 3,333 dosis, las cuales, sumadas al dato de ayer, redondean más de 17 mil inyecciones aplicadas.
«Hoy creo que vamos a tener una cantidad más grande de personas vacunadas y esperamos terminar con éxito en todos los puestos de vacunación», dijo Marín, quien no brindó detalles de las vacunas disponibles para este día.