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El mundo se vuelve más seguro ante las inundaciones

Para la conferencia mundial sobre el clima que se celebrará en Glasgow, necesitamos una conversación bien fundamentada sobre las repercusiones del cambio climático y los posibles costos de las políticas climáticas que se adopten. Algunos datos científicos sobre el clima son de dominio público y se repiten con regularidad. Por ejemplo, que el cambio climático es un fenómeno real y provocado por el hombre, y que en general tendrá efectos negativos. Sin embargo, hay otros hechos científicos sobre el clima de los que rara vez se informa, pero que son igualmente importantes de conocer. Cada semana, el Dr. Bjorn Lomborg presenta aquí esos datos interesantes. 

Aunque a menudo oímos hablar de inundaciones costosas, el costo relativo de las inundaciones en bienes y vidas ha disminuido con el tiempo. En Estados Unidos, que cuenta con algunos de los mejores datos a largo plazo, los costos relativos de las inundaciones han disminuido casi diez veces en los últimos 117 años, pasando de un 0.5 % del PBI a principios del siglo pasado a un 0.05 % en la actualidad. El riesgo de muerte se ha reducido casi tres veces. Los datos a nivel mundial son más escasos, pero la investigación sobre las inundaciones muestra que los costos en relación con el PBI y las muertes en relación con la población han disminuido mundialmente desde 1980 hasta 2010.

Los temibles titulares sobre el aumento de los costos de las inundaciones suelen provenir de estadísticas engañosas sobre los daños totales, que dicen más sobre el crecimiento económico de Estados Unidos que sobre el cambio climático.

Desde principios del siglo XX, la población de Estados Unidos se ha cuadruplicado y el PBI anual se ha multiplicado por 36. Hay más personas y estructuras en los Estados Unidos que nunca, incluso en las planicies de inundación. Una inundación que afecte, por ejemplo, a Atlanta, se encontrará con muchas más personas y edificios hoy que hace 30 años. El número de viviendas expuestas en la planicie de inundación de la ciudad aumentó un 58 % de 1990 a 2010. Al mismo tiempo, la mayor riqueza y la mejor tecnología han hecho que las personas y las propiedades de las zonas bajas estén más seguras frente a las inundaciones. Solo cuando se examinan los daños en el contexto del PBI se puede filtrar lo que es un signo de riqueza creciente y lo que indica resiliencia o vulnerabilidad a las inundaciones.

Aunque no se le ha dado mucha publicidad, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU afirma que tiene “poca confianza en la influencia humana sobre los cambios en los caudales de los ríos altos a escala mundial”. Prevé que la frecuencia de las inundaciones aumente en más zonas que en las que disminuya, un impacto negativo del cambio climático, pero mucho menos dramático de lo que podría sugerir la cobertura mediática. Y a medida que el mundo se enriquece, es probable que las infraestructuras y la tecnología reduzcan los costos relativos de las inundaciones y las muertes. Los datos muestran que ya lo están haciendo.

El autor  es presidente del Consenso de Copenhague y visiting fellow en Hoover Institution de la Universidad de Stanford (California). Su más reciente libro es “False Alarm: How Climate Change Panic Costs Us Trillions, Hurts the Poor, and Fails to Fix the Planet”.

Opinión
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