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Gerardo Rodríguez, a la izquierda, en febrero de 2019, cuando juramentó a Ernesto Rodríguez como magistrado de apelaciones en Managua. El pasado 6 de octubre, el segundo repuso al primero como presidente del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM). LA PRENSA/ ARCHIVO

La historia rojinegra del juez Ernesto Rodríguez

El nuevo presidente del Tribunal de Apelaciones de Managua es señalado como violador de los derechos de los presos políticos Su madre es una maestra activista magisterial sandinista en Matagalpa. Él anduvo en la lucha por el 6 por ciento en los años noventa y en sus redes sociales llama a votar por Daniel Ortega

La foto de perfil en las redes sociales del matagalpino Ernesto Leonel Rodríguez Mejía es una imagen de Daniel Ortega junto a una boleta electoral en la que se invita a votar por el dictador en estas elecciones de 2021. La tiene en el WhatsApp y en Facebook.

Esto no tuviera nada de llamativo si no fuera porque Rodríguez es el nuevo presidente del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM) y está señalado, por diversos organismos de derechos humanos, tanto nacionales como internacionales, como uno de los jueces que el orteguismo ha utilizado para reprimir a los presos políticos, desde abril de 2018 y más antes aún.

Rodríguez inició la carrera judicial en 2003, cuando lo nombraron juez de audiencias en Matagalpa, pero en 2005 fue trasladado a Managua como juez Tercero Local Penal. Su nombre comenzó a sonar en los medios de comunicación cuando condenó por injurias y calumnias, en distintos juicios, a los opositores Leonel Teller y Luciano García, ambos concejales en Managua, muy críticos con las administraciones sandinistas en la comuna.

Ernesto Rodríguez tuvo a su cargo 19 casos de presos políticos, desde abril de 2018, mientras fue juez. LA PRENSA/ ARCHIVO

Sin embargo, sería hasta en 2018 cuando su nombre empezó a sonar con más fuerza, ya que fue el primer juez que condenó a presos políticos, a los jóvenes costeños Brandon Lovo y Glen Slate, por la muerte del periodista Ángel Gahona. Hasta la misma familia de la víctima se quejó de que esos muchachos no eran los culpables.

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A partir de entonces, el ascenso de Rodríguez ha sido meteórico. Magistrado de Apelaciones en febrero de 2019 y ahora presidente del TAM, a inicios de este mes de octubre, tras la abrupta destitución del también orteguista Gerardo Rodríguez Olivas.

Activo por el 6 %

Allá a mediados de los años noventa, entre 1994 y 1998, se veía en la Universidad Centroamericana (UCA) a un joven Rodríguez estudiando Derecho. Ya desde entonces comenzó a forjar algunas de las amistades que hoy lo acompañan en el poder judicial, como su cuñado Henry Morales Olivares y Octavio Rothschuh Andino, el también magistrado orteguista que fue quien propuso a Rodríguez como nuevo presidente del TAM, según publicó la oficina de prensa de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

Algunos abogados que estudiaron con Rodríguez explicaron a la revista DOMINGO que el ahora magistrado era un joven a quien se le veía que no era de escasos recursos, pues siempre se mantenía muy bien vestido. Impecable.

Rodríguez es hijo de María Salomé Mejía Rivera, una reconocida maestra de Matagalpa, con más de 50 años de experiencia, quien desde los años ochenta integró la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (Anden), una organización de maestros que nació del sandinismo y que siempre ha respondido a los intereses del Frente Sandinista (FSLN).

La profesora matagalpina Salomé Mejía, progenitora del juez Ernesto Rodríguez. LA PRENSA/ TOMADA DE FACEBOOK

Mejía Rivera también fue en los años ochenta delegada del Ministerio de Educación (MED) en Matagalpa, dio clases durante 25 años en el Instituto Eliseo Picado y desde 2012 es concejal del FSLN en la Alcaldía de Matagalpa. Este es su segundo período consecutivo.

En su perfil de Facebook, su hijo Ernesto Rodríguez la alaba como “revolucionaria destacada”.

Sus excompañeros de clases en la UCA recuerdan que Rodríguez Mejía se destacó como un activo luchador por el 6 % universitario, la lucha porque se le asignara a las universidades el seis por ciento del presupuesto nacional y que Daniel Ortega contaminó utilizándola como arma de sabotaje en contra de los gobiernos de turno.

“Ernesto era muy, muy activo en la lucha por el 6 %. Participaba en las marchas, andaba animando a otros estudiantes. Se destacó bastante en eso”, recuerda un abogado que pide el anonimato.

Rodríguez Mejía se graduó como abogado en la promoción de 1998 de la UCA y luego comenzó a trabajar en el poder judicial en la Dirección de Planificación de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), bajo la dirección de Mercedes Palma Midence.

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Trabajadores del poder judicial explicaron a la revista DOMINGO que Palma Midence “hacía llorar” a Rodríguez Mejía porque a él le costaba entender el trabajo que debía realizar.

En el año 2003, con ayuda del entonces magistrado Rafael Solís, Rodríguez Mejía es nombrado juez Segundo de Distrito Penal de Audiencias en Matagalpa, donde solo estuvo dos años porque el 5 de mayo de 2005 fue nombrado juez Tercero Local de Managua.

Los trabajadores de los juzgados de Managua recuerdan que Rodríguez tuvo un acto de desagradecimiento con Solís, a quien en los pasillos del complejo judicial capitalino llamó traidor, luego de que este renunciara a su militancia sandinista en enero de 2019.

Poco después, el 15 de febrero de 2019, Rodríguez Mejía era nombrado magistrado de Apelaciones en la Sala Civil Uno del TAM, a pesar de que su especialidad es el Derecho Penal.

El concurso para juez de Distrito

En el año 2003, ya nombrado juez en Matagalpa, Rodríguez Mejía se casa con Karla Patricia Morales Olivares, hermana de uno de sus compañeros de universidad, el también juez orteguista Henry Morales Olivares.

Karla Patricia es en la actualidad secretaria de recepción en la Oficina de Recepción y Distribución de Causas y Escritos de los juzgados de Managua (Ordice). Un artículo del medio informativo La Mesa Redonda explica que ella es considerada por los demás trabajadores de los juzgados de Managua como una trabajadora “indisciplinada, irresponsable y haragana”, pero es intocable por ser esposa de Rodríguez y hermana del juez Morales Olivares.

La boda se realizó el 29 de noviembre de 2003, en Managua, y desde entonces las vidas de Rodríguez y su cuñado Henry Morales parecen caminar en paralelo.

Desde el 2005 ambos fungieron como jueces locales penales en Managua.

En el año 2012, cuando el poder judicial practicó por poco tiempo la norma de elegir a los jueces por concurso, los dos cuñados aspiraron a ser nombrados de Distrito Penal de Juicio y concursaron por el cargo.

Henry Morales
El juez orteguista Henry Morales, cuñado de Ernesto Rodríguez. LA PRENSA / ARCHIVO

Ernesto Rodríguez Mejía fue un desastre. Otros jueces que concursaron indicaron a la revista DOMINGO que Rodríguez quedó eliminado porque su nota final fue menor al mínimo de 80 puntos que exigía el concurso. Sin embargo, Rodríguez reclamó una de las calificaciones, le concedieron el reclamo y 84.15 fue su nota final.

Henry Morales corrió con mejor suerte. Su nota final fue de 89.85, sin embargo ambos quedaron lejos del aspirante que sacó la mejor nota, Carlos Silva, que obtuvo 99.20. Desde entonces a Silva se le comenzó a llamar en los juzgados el juez de los 100 puntos. El segundo mejor calificado fue José Alfredo Silva Chamorro, quien sacó 94.30 como nota final.

Desde entonces la Corte dejó de seleccionar a los jueces por concurso y ahora nuevamente lo hace “de dedo”, a como se le dice popularmente.

En la actualidad, tanto Carlos Silva como José Alfredo Silva Chamorro, los mejores en el concurso, fueron expulsados de los juzgados de Managua. El primero, el juez de los 100 puntos, fue destituido recientemente por no cumplir con los criterios del orteguismo, y el segundo fue trasladado a Jinotega. Ellos dos eran los únicos jueces en toda Managua que no eran afines al FSLN.

Por su parte, Ernesto Rodríguez es magistrado de Apelaciones desde febrero de 2019 y Henry Morales también lo es desde el pasado 6 de octubre de 2021. Ambos son muy obedientes al FSLN.

Para llegar a ese cargo, y como no pudieron hacerlo mediante el concurso de 2012, Henry Morales fue nombrado juez Sexto Distrito Penal de Audiencias de Managua en enero de 2013, luego de que la Corte destituyó a la reconocida jueza Gertrudis Arias. Tres años después, a principios de 2016, Ernesto Rodríguez es nombrado juez Sexto Distrito Penal de Juicio de Managua.

2018

Las protestas de abril de 2018, tras las cuales la dictadura orteguista apresó a cientos de manifestantes que protestaban civilmente, le sirvieron a varios jueces para demostrar su lealtad al régimen.

El primero de ellos fue Ernesto Rodríguez Mejía, quien condenó por la muerte del periodista Ángel Gahona a los jóvenes costeños Brandon Lovo y Glen Slate, a pesar de que hasta los mismos familiares de la víctima dudan hasta hoy de que esos jóvenes sean los culpables.

En el pasado, en el año 2011, ya Ernesto Rodríguez se había lucido en juicios contra opositores, especialmente en una querella del secretario de la comuna capitalina Fidel Moreno en contra del concejal opositor Luciano García, quien denunció supuestos actos de corrupción.

Rodríguez condenó a García a pagar una multa de 800 mil córdobas, cerca de 20 mil dólares, lo cual, a criterio de otros jueces, era imposible y absurdo, porque requería que García tuviera un salario muy elevado.

Brandon Lovo y Glen Slate, los primeros presos políticos condenados por el juez Ernesto Rodríguez, en el caso de la muerte del periodista Ángel Gahona. LAPRENSA/ TOMADA DE FACEBOOK

Los organismos de derechos humanos contabilizan que siendo juez Rodríguez Mejía llevó 19 casos donde estaban acusados opositores al régimen orteguista. Se mencionan, además del caso de Bradon Lovo y Glen Slate, los del exdiputado liberal Nardo Sequeira y el productor Benjamín Siles, señalados de participar en el tranque de San Pedro de Lóvago. El del líder estudiantil Edwin Carcache y otros jóvenes protestantes que fueron condenados.

Rodríguez también llevó el juicio contra el odontólogo Irvin Escobar, a quien un policía pateó en la cabeza al volver de una marcha, así como el de varios  exatrincherados de la UNAN Managua y el de la joven de Masaya, Ruth Matute, quien estuvo a punto de morir en la cárcel.

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Según distintos organismos de derechos humanos, Rodríguez es el primer juez que criminalizó las protestas civiles de abril de 2018.

Inclusive, en el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que analizó la represión del orteguismo contra los manifestantes, se menciona que el entonces juez Rodríguez fue el primero en prohibir la entrada a los expertos en las audiencias de los presos políticos, cuando el juicio por la muerte del periodista Ángel Gahona en agosto de 2018, alegando que primero debían pedir permiso en el Ministerio de Relaciones Exteriores por ser internacionales.

El activista proderechos humanos Álvaro Leiva señala que Rodríguez está anotado en una lista de jueces violadores de derechos humanos que deben ser juzgados. La también activista proderechos humanos, Vilma Núñez, refiere no conocer a Rodríguez, pero que personas muy serias del sistema judicial le han explicado que él no garantiza la independencia del poder judicial sino que más bien es un instrumento del régimen.

Dificultad para “diagnosticar”

En los juzgados de Managua Rodríguez no es del total agrado de varios de los jueces capitalinos. Algunos de ellos, consultados por la revista DOMINGO bajo condición de anonimato, explican que Rodríguez sí conoce la teoría del derecho y es muy estudioso, sin embargo, tiene dificultad para “diagnosticar”.

Es decir, en algunas de sus sentencias —explican los jueces—, a Rodríguez se le dificulta aplicar los conocimientos y muchas veces sus resoluciones o fallos tienen deficiencias.

El extrabajador del poder judicial, Yader Morazán, explica que Rodríguez Mejía se destaca por “manipular las leyes y realizar actuaciones arbitrarias ordenadas desde El Carmen”, es decir, desde la Secretaría del FSLN, donde viven Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo. “Lo trajeron a Managua para ser utilizado como operador político de represión del FSLN”, señala Morazán.

El juez Ernesto Rodríguez. LA PRENSA/ TOMADA DE LA PÁGINA WEB DEL PODER JUDICIAL

Morazán termina diciendo que al llegar a Matagalpa, Rodríguez Mejía se reúne con políticos del FSLN en la casa de campaña departamental de ese partido, entre las 3:00 y las 5:00 de la tarde.

Rodríguez Mejía bloqueó de su WhatsApp a la revista DOMINGO cuando se le pidió una entrevista para este artículo. Su cuñado Henry Morales tampoco quiso responder.

Para los defensores de derechos humanos, Rodríguez Mejía es una versión similar al expresidente del TAM, Gerardo Rodríguez Olivas, solo que más fanático del FSLN todavía. Lo demuestran sus fotos de Daniel Ortega en sus redes sociales llamando a votar por el dictador.

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COMENTARIOS

  1. Hace 2 años

    A ESTE SAPO ORTEGUISTA-SANDINISTA, HAY QUE RECETARLE DE SU PROPIA MEDICINA, MINIMO 30 ANOS DE CARCEL POR COMPLICE DE CRIMENES DE LESA HUMANIDAD. CUANDO CAIGA SU A’PA DANIEL Y SU A’MA CHAMUCA LO BUSCAREMOS HASTA DEBAJO DE LAS PIEDRAS, PORQUE VA A BUSCAR A DONDE ESCONDERSE PERO DE DONDE SEA LO ENCONTRAREMOS Y HAREMOS JUSTICIA POPULAR. NICARAGUA SIN SANDINISMO NI SAPOS, ES NUESTRO CERCANO FUTURO……

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