En medio de la irregularidad del periodo lluvioso, que históricamente concluía el mes de octubre, el sector productivo se prepara para recoger muy buenas cosechas. Así ocurrió con la producción de granos básicos en la siembra de primera y se espera igual en la cosecha de postrera en la que se produce especialmente algunos agroexportables como maní y ajonjolí, también caña, arroz de riego y otros. Además, el panorama pinta bastante bien para la siembra de apante, que en la zona húmeda se dedica casi exclusivamente a la producción de frijol.
Según representantes del sector productivo, la instalación de estaciones meteorológicas y el apoyo del Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena), proporcionan información meteorológica muy acertada. Con ella los agricultores pueden planificar mejor sus siembras para evitar afectaciones por la variabilidad climática.
“Este año se comenzó a sembrar bastante tarde en el ciclo de primera, porque se sabía que el periodo lluvioso se iba a instalar tarde. Además, en zonas del Corredor Seco donde tradicionalmente no llueve, este año ha llovido bastante. Mientras que en otros lugares donde llueve mucho, este año ha llovido menos. Pero al menos en occidente ha caído suficiente agua para garantizar una buena producción”, dice Danilo Cortez, secretario ejecutivo de la Asociación de Agricultores de León (ADAL).
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Producción de almidón dinamiza producción de yuca
El Ministerio Agropecuario también reportó muy buena cosecha de primera. En el caso del maíz, que es el cultivo más fuerte en este ciclo, se produjeron unos 5 millones de quintales; dicha cosecha recién termina de salir, ya que se utilizaron variedades de ciclo largo. De frijol se establecieron 115 mil manzanas y se obtuvo una cosecha récord de alrededor de 1.5 millones de quintales. Mientras que de arroz secano (que se produce con lluvia) se establecieron 19 mil manzanas y se espera una cosecha de 620 mil quintales.
Otra buena noticia es la reducción de las tolvaneras en occidente. En esas zonas se establecieron 2,300 manzanas de yuca para abastecer la planta de producción de almidón que se instaló en la zona. La planta produce almidón para consumo industrial y humano; además, exporta yuca parafinada a Estados Unidos y otros mercados
Ese nuevo cultivo es impulsado por muchos pequeños productores que antes producían sorgo. La desgravación arancelaria para el maíz amarillo y la soya de Estados Unidos, que se importa a precios más bajos que el sorgo, los sacó del mercado. Pero la yuca se ha convertido en una nueva opción para ellos.
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Invierno los benefició, pero costo de insumos los ahoga
El problema se dará en las zonas ganaderas donde tradicionalmente llovía mucho y este año por la escasez de precipitaciones no se pudo almacenar suficiente pasto para el próximo verano. Eso dificultará alimentar al ganado en los próximos meses, comentó una fuente del sector ganadero que solicitó la condición de anonimato.
Pero mientras el clima estuvo bastante favorable, el sector productivo enfrenta otras dificultades. El incremento del precio del petróleo, los problemas de logística en puertos de China y la escasez de contenedores elevaron el precio de los insumos, lo que a su vez incrementó los costos de producción.
Mientras tanto, el precio de las materias primas que produce el país, a excepción del café que registró un repunte, siguen bajos.
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Banca amplía oferta para agroexportables
Según Cortez, a las dificultades que implica el incremento de los costos de producción se suman otras presiones, entre ellas las del Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS). Para contrarrestar la grave crisis financiera que enfrenta, inspectores del INSS promueven la afiliación de los trabajadores agrícolas. El problema, dice Cortez, es que quieren que se inscriba, incluso a los que trabajan por día y eso es prácticamente imposible. Además, le mete más presión a los costos de producción.
Otra buena noticia, según Cortez, es que la banca nacional tiene mucha liquidez y está ofreciendo crédito para la producción de agroexportables. Incluso, amplió la oferta para algunos sectores como el maní. Elevó de 950 a 1,250 dólares por manzana el financiamiento que ofrece para la producción de este cultivo. “Los bancos están tomando en cuenta que este será un año caro para producir y bastante difícil para trabajar”, señala Cortez.
El problema es que con los bajos precios en el mercado internacional que no compensan los costos de producción y las presiones a nivel local, no son muchos los productores que se arriesguen a solicitar financiamiento bancario.